Condena simb¨®lica a un m¨¦dico holand¨¦s que aplic¨® la eutanasia sin consentimiento
Wilfred van Oijen, un m¨¦dico de cabecera que aplic¨® en 1997 la eutanasia sin consentimiento previo a una paciente en coma, ha sido condenado ahora a una semana de prisi¨®n condicional por el Tribunal de Apelaci¨®n de Amsterdam. Si bien los jueces consideraron que hab¨ªa cometido un asesinato desde el punto de vista "t¨¦cnico", como s¨®lo pretend¨ªa poner fin al sufrimiento de la enfema y no matarla con premeditaci¨®n y alevos¨ªa, no ir¨¢ a la c¨¢rcel. La decisi¨®n ha irritado a los fiscales, que piden mayor adecuaci¨®n entre las penas previstas por la vigente ley de eutanasia y el C¨®digo Penal.
La paciente en cuesti¨®n agonizaba en su domicilio e incluso moverla para asearla hubiera comportado su muerte. A petici¨®n de los hijos, Van Oijen le inyect¨® un relajante muscular que le par¨® el coraz¨®n. Una decisi¨®n que ¨¦l mismo calificar¨ªa luego de una ayuda a morir m¨¢s pr¨®xima al acto m¨¦dico que a la eutanasia.
Los fiscales lo vieron de otro modo. Para ellos, nadie puede saber el significado de los ¨²ltimos momentos de una vida y la enferma no pidi¨® acabar de ese modo. Tambi¨¦n distinguieron entre recetar una fuerte dosis de morfina, que comporte la muerte del paciente, pero pensada para aliviar sus dolores, que paralizar deliberadamente el coraz¨®n. La acusaci¨®n record¨® que Van Oijen ya hab¨ªa participado en otra eutanasia pol¨¦mica en 1994, esa vez a instancias del finado y filmada para la televisi¨®n. El documental provoc¨® numerosas cr¨ªticas en el extranjero justo cuando se debat¨ªan en Holanda los l¨ªmites legales de la eutanasia.
Pena de 12 a?os de c¨¢rcel
La decisi¨®n de los jueces de apelaci¨®n de imponer una pena "simb¨®lica" al m¨¦dico ha reavivado el debate sobre la suerte que pueden correr en el futuro otros pacientes desahuciados pero incapaces de expresar sus deseos. Un estudio sobre la naturaleza de las eutanasias practicadas en Holanda reci¨¦n presentado cifra en unos 900 los casos anuales de enfermos que perecen sin haberlo solicitado directamente. La ley de eutanasia penaliza dichos actos hasta con 12 a?os de c¨¢rcel. En la pr¨¢ctica, sin embargo, suele condonar al facultativo porque ha consultado con los parientes y con otros colegas, tal y como prev¨¦ la norma, y no act¨²a con ¨¢nimo de da?ar al paciente.
Preocupada por el escaso margen de maniobra dejado al ministerio p¨²blico para solicitar una sanci¨®n en casos dudosos de ayuda al suicidio, la Fiscal¨ªa General del Estado ha pedido mayor acomodaci¨®n entre la ley que regula hoy la eutanasia en Holanda y el C¨®digo Penal. Los partidarios de decidir la propia muerte temen que ello suponga la negativa de los m¨¦dicos a ayudarles y creen adem¨¢s que podr¨ªa ser ocultada para evitar problemas. En la actualidad es preciso declararla a las comisiones municipales encargadas de remitir los expedientes conflictivos a los propios fiscales. Seg¨²n un informe aparecido a finales de abril, por lo menos la mitad de las eutanasias no son notificadas a las autoridades por miedo a una condena.
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