Difusi¨®n
La difusi¨®n a trav¨¦s de los medios es ¨²til para que el ciudadano pueda estar al corriente de los acontecimientos, para que conozca nuevos saberes que aparecen sin cesar, para que se distraiga y se divierta; pero tambi¨¦n se necesita para ense?ar a defenderse de algunas adversidades, para dar a conocer los medios que con ese fin proporciona la Administraci¨®n, para propagar el saber de especialistas y la posibilidad de ayuda que todos tenemos. El medio de difusi¨®n m¨¢s eficaz sin duda es la televisi¨®n y estar¨ªa bien que se empe?ara en conseguirlo.
Una de estas adversidades que sabemos necesaria de ayuda porque se mantiene oculta en una enorme proporci¨®n es el maltrato familiar. A pesar de la labor que lleva a cabo el Instituto Andaluz de la Mujer, de las conferencias y los libros editados, en esta ciudad, como en muchas otras, aumentan las denuncias de maltrato y, cuando los casos se acercan pr¨®ximos extra?an y espantan como si fuera la primera vez que ocurre. Por eso es tan necesario que la televisi¨®n explique una y otra vez, lo m¨¢s claro posible, cosas tan conocidas como que soportar y callar la primera agresi¨®n es dificultarse la rebeli¨®n en la segunda, y as¨ª hasta caer en lo m¨¢s profundo del no-ser, en la indefensi¨®n, el terror y en el m¨¢s injusto sentimiento de culpa del ser humano: el del esclavo.
A trav¨¦s de m¨¦dicos, psic¨®logos, jueces, polic¨ªas, asociaciones, el Instituto Andaluz de la Mujer, mujeres que hayan sido maltratadas y cualquier conocedor posible, se debe repetir el mensaje las veces que sean necesarias para obligar a saber a quien cree que no le interesa y a quien no quiere enterarse sobre los sufrimientos y los problemas de la v¨ªctima y los sufrimientos y los problemas de los hijos, pues parece que los ni?os tienen m¨¢s posibilidad de provocar la compasi¨®n que los adultos.
Lo deben saber las maltratadas y las que no lo son, quienes maltratan y los padres, los hijos y las amistades de todos para que resulte m¨¢s f¨¢cil ayudar a recuperar la dignidad que nadie tiene derecho a robar. Se necesita informaci¨®n clara y precisa para que todos puedan identificar los primeros s¨ªntomas del maltrato y actuar a tiempo; para que nadie se lleve la sorpresa y el dolor de encontrar destruido a alg¨²n familiar o a alguna amiga.
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