Una cr¨ªtica posmarxista
Aunque Francis Fukuyama decret¨® las muertes de la historia y del humanismo en 1992 con su libro El fin de la historia y el ¨²ltimo hombre, y aunque todos los discursos hegem¨®nicos -el de la pol¨ªtica, el de los medios de comunicaci¨®n y el del mundo acad¨¦mico- propugnen el olvido de la herencia cr¨ªtica del marxismo -es decir, de los valores de la justicia y la igualdad-, en estos momentos los conflictos mundiales, los nuevos movimientos sociales y el avance de la izquierda plural en las elecciones municipales en Catalu?a nos demuestran, entre otras cosas, que el esp¨ªritu cr¨ªtico de Marx sigue vivo y contin¨²a siendo necesario actualizar un pensamiento cr¨ªtico posmarxista que desenmascare las ideolog¨ªas dominantes.
Nuestros tiempos reconocen la fragmentaci¨®n e intentan desarrollar un pensamiento complejo y sist¨¦mico. Sin embargo, los fen¨®menos sociales b¨¢sicos contin¨²an siendo explicables desde la dial¨¦ctica de la lucha de clases y de los intereses econ¨®micos que definieran Marx y Engels -ahora mucho m¨¢s llena de antagonismos-, y desde la voluntad de saciar los deseos de placer y poder que trataron Freud y Adler. A ello podr¨ªa a?adirse la multiplicaci¨®n de los procesos irracionales y arcaicos -religiosos y ¨¦tnicos- que conducen a enfrentamientos fratricidas para apoderarse de la tierra, m¨¢s all¨¢ de una l¨®gica econ¨®mica. En nuestro presente, el marxismo es indispensable, pero a la vez, estructuralmente insuficiente para explicar la complejidad del mundo.
Es decir, es necesario continuar una cr¨ªtica posmarxista que incorpore la crisis de una ciencia cl¨¢sica y determinista en la que inevitablemente tuvo que basarse Marx en su tiempo; reconociendo aquello que ha envejecido irremisiblemente; continuando los m¨¦todos de la llamada Escuela de Francfort, desde Walter Benjamin y T. W. Adorno hasta J¨¹rgen Habermas, que compatibilizaban sobre estructura e infraestructura, es decir, aceptando el valor de la creaci¨®n y la autonom¨ªa del arte m¨¢s all¨¢ del predominio de las condiciones infraestructurales de la econom¨ªa y la pol¨ªtica; entendiendo que existen unas tradiciones y posiciones culturales y unas pol¨ªticas que interact¨²an entre ellas; desarrollando un pensamiento de la complejidad y la coexistencia de una multiplicidad de causas, dentro de un mundo como sistema, red o rizoma; recuperando el pensamiento posmarxista de Antonio Gramsci y argumentos como el de "los errores de c¨¢lculo de las clases dominantes", tan adecuado para una ¨¦poca marcada por una espiral de guerras de rectificaci¨®n que el Gobierno de Estados Unidos declara contra los mismos monstruos que ¨¦l ha creado -Noriega, Bin Laden, Sadam Husein, etc¨¦tera- y que se han vuelto contra sus intereses y previsiones.
Si ya entrado el siglo XX el marxismo tuvo que integrar el psicoan¨¢lisis, a finales del siglo XX ha tenido que aceptar dos transformaciones trascendentales: la revoluci¨®n, el dominio y la velocidad de los medios de comunicaci¨®n -una de las causas de la ca¨ªda de los reg¨ªmenes de modelo marxista-, y la conciencia ecol¨®gica, una dur¨ªsima cr¨ªtica al modelo de desarrollo industrial, impensable en el siglo XIX. El feminismo, el pacifismo y la relaci¨®n con el otro son reivindicaciones que podemos considerar dentro del mismo proyecto cr¨ªtico y emancipatorio del marxismo.
De hecho, tras la pretensi¨®n actual de los poderes de conjurar el marxismo, lo que se descubre es todo lo contrario: la energ¨ªa de la nueva internacional de los movimientos antiglobalizaci¨®n; que la mayor parte de los pensadores contempor¨¢neos m¨¢s radicales y cr¨ªticos, de una u otra manera, siguen determinadas ra¨ªces marxistas: Hobsbawm, Berman, Harvey y Jameson; Derrida, Deleuze y Guattari; de Ignacio Ramonet a Naomi Klein, los espectros de Marx siguen m¨¢s vivos que nunca. El "cambiemos el mundo" de Marx se ha convertido en "otro mundo es posible".
En arte, arquitectura y urbanismo se trata de construir un pensamiento que interprete que detr¨¢s de los repertorios formales existen implicaciones sociales y ¨¦ticas; que cada posici¨®n formal remite a una concepci¨®n del mundo, del tiempo y del sujeto. El proyecto consiste en construir sistemas interpretativos de s¨ªntesis que sepan conciliar las interpretaciones desde la forma con la cr¨ªtica a la ideolog¨ªa, es decir, que expliquen el arte, la arquitectura y la ciudad desde lo social y pol¨ªtico, pero que al mismo tiempo sepan analizar a fondo las obras, rechazando explicaciones simplistas y esquem¨¢ticas que pretendan reducir la complejidad de los mundos creativos a las condiciones econ¨®micas e ideol¨®gicas. Es en este sentido que hablamos de una cr¨ªtica posmarxista, en lo que tenga de reinterpretaci¨®n de las partes a¨²n v¨¢lidas de la pluralidad de lenguajes en la filosof¨ªa de Marx, y de superaci¨®n de la tradici¨®n doctrinaria y manique¨ªsta que el tardomarxismo foment¨® en la d¨¦cada de 1970.
De la misma manera que nos identificamos en una condici¨®n posmoderna, que nos reconocemos en la crisis del proyecto moderno de la Ilustraci¨®n, al identificar modernidad del capitalismo con apolog¨ªa del desarrollismo, desigualdades sociales y destrucci¨®n de la naturaleza, aunque no nos sea conceptualmente admisible estar fuera del proyecto de la modernidad; tambi¨¦n debemos situarnos en una posici¨®n de cr¨ªtica posmarxista que acepte, tal como escribi¨® Jacques Derrida en Espectros de Marx (1995), habitar en la crisis del marxismo, en sus desdoblamientos, su deconstrucci¨®n y su transformaci¨®n, en sus necesarias idas y venidas. En un mundo que ha perdido su centro absoluto y sus grandes relatos, sigue siendo imprescindible una labor cultural que sea a la vez cr¨ªtica y autocr¨ªtica, que siga aquel argumento que estaba en la ra¨ªz del marxismo y que contin¨²a en el posmarxismo: desvelar intereses, reclamar justicia, promover solidaridad. Como ha escrito Derrida, "no hay porvenir en el que no tenga un lugar la reinterpretaci¨®n del pensamiento de Marx". Y sabemos que la herencia nunca es algo dado, es siempre una tarea.
Josep Maria Montaner es doctor arquitecto, catedr¨¢tico de Composici¨®n Arquitect¨®nica de la ETSAB-UPC
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