Uni¨®n
No ha ocurrido en Andaluc¨ªa, pero el golpe lo ha sufrido la democracia en todo el Estado, porque eso ha sido ni m¨¢s ni menos la supercrisis de la Comunidad de Madrid, la traici¨®n canalla de dos diputados del PSOE, con experiencia en juego sucio, lo que, por cierto, hace m¨¢s inexplicable a¨²n que hayan tenido una nueva oportunidad de hacerlo. Ha pasado en Madrid, pero a la vista de los ires y venires que suelen producirse cada vez que llega el momento de confeccionar listas electorales, pod¨ªa haber pasado en cualquier otro sitio y en cualquier otro partido.
La soluci¨®n a la crisis planteada tendr¨¢ que buscarse con implicaci¨®n de todo el mundo, porque la crisis afecta a todos, incluso a los que no vivimos en Madrid. Las causas de lo que ha ocurrido tendr¨¢ que buscarlas el PSOE en su propio seno, preguntarse por qu¨¦ todav¨ªa le siguen quedando sinverg¨¹enzas de semejante cala?a, por qu¨¦ todav¨ªa no han acabado con todos los que arrastraban. Eso tendr¨¢ que hacer y algo tan importante como decisivo: estar en la soluci¨®n de la crisis con su secretario general y si, como algunos temen, hay quien preferir¨ªa el desastre a que Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero acabara siendo presidente del Gobierno, tambi¨¦n tendr¨¢ que desenmascarar a ¨¦sos. So pena de que el PSOE, el gran partido de la izquierda en Espa?a, a base de cainismos y oscuras ambiciones, acabara asistiendo a su derrumbe. Nunca se ha visto m¨¢s claro que la uni¨®n puede hacer la fuerza. Por supuesto, uni¨®n para hacer limpieza y establecer para siempre los filtros que impidan el paso a los sinverg¨¹enzas y el nunca m¨¢s a las componendas para elaborar listas y a los favores para conservar poderes y privilegios.
En todas partes, tambi¨¦n en Andaluc¨ªa, los partidos han amagado sin acabar de dar del todo en la absoluta imposibilidad del transfuguismo, en el rechazo absoluto a quienes intentan el juego sucio, a quienes se venden, a quienes pagan por que alguien le haga trabajos sucios y a quienes cobran sin verg¨¹enza y sin sentido de la gravedad del trabajo al que se comprometen cuando deciden dedicarse a la pol¨ªtica. No deben consentir los partidos que pasen esas cosas y hace falta que de una vez por todas se pongan de acuerdo en atacar ese mal, del que lamentablemente todos se han aprovechado alguna vez.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.