Cinco paradas en las R¨ªas Altas
De Cedeira a Estaca de Bares por San Andr¨¦s de Teixido
Por lo que pudiera pasar, no conviene hacer o¨ªdos sordos a la tradici¨®n. Por eso, lo mejor es peregrinar al santuario de San Andr¨¦s de Teixido en vida. Si no, habr¨¢ que hacerlo como difunto y reencarnado en el cuerpo de un lagarto, sapo o culebra. As¨ª lo manda ese dicho tan arraigado entre los gallegos: "A San Andr¨¦s de Teixido ha de ir de muerto el que no fue de vivo". Eso s¨ª, el viaje no es ni mucho menos un suplicio. Al contrario. No es m¨¢s que un reclamo para que nadie deje de contemplar con sus ojos uno de los rincones m¨¢s salvajes de la tierra gallega y una de las caras m¨¢s bravas del mar. Una experiencia casi sobrenatural que sigue vigente a pesar de la marea negra del Prestige, que, por suerte, se ha dejado ver menos en esta parte de Galicia.
1 La villa de Cedeira
Antes de iniciar el ascenso hasta el santuario, la villa marinera de Cedeira es un buen lugar para parar y disfrutar del buen vino y el buen comer. Dicen que los mejores percebes de Galicia son los de aqu¨ª, de Cedeira, siempre en rivalidad con los de Corme, en la Costa de la Muerte. El desastre del Prestige ha puesto en suspenso esa rivalidad y hoy cualquier percebe es bienvenido. Gastronom¨ªa aparte, en Cedeira se puede aprovechar para pasear por el largo malec¨®n que conduce a la lonja y los muelles, donde preside el gran pe?asco Pericoto. O recorrer las empinadas calles entre casas con balconadas y galer¨ªas blancas que rodean la iglesia de Nosa Se?ora do Mar, tan t¨ªpicas de la arquitectura de estas R¨ªas Altas y que advierten que Cedeira fue el primer pueblo de Galicia que cont¨® con un plan de urbanismo propio.
2 La sierra de A Capelada
S¨®lo 12 kil¨®metros separan Cedeira del santuario de San Andr¨¦s de Teixido. La carretera discurre por la sierra de A Capelada, en la que pastan en libertad las bestas o caballos salvajes, peque?os y robustos, adaptados a estas monta?as siempre fr¨ªas y ventosas. Los caballos son los protagonistas de una fiesta de ra¨ªces ancestrales en Galicia: la Rapa das Bestas, que se celebra aqu¨ª el domingo m¨¢s cercano al 1 de julio.
Entre caballos y acantilados se llega al santuario de San Andr¨¦s. Cuenta la leyenda que un d¨ªa hace ya muchos a?os el ap¨®stol se despert¨® triste. Su templo estaba en un lugar tan inh¨®spito que no atra¨ªa a los peregrinos, que prefer¨ªan visitar la tumba del ap¨®stol Santiago, en Compostela. Dios le hizo una concesi¨®n: "Ve tranquilo, Andr¨¦s, pues no has de ser menos que Santiago. Desde hoy prometo que nadie ha de entrar en el Reino de los Cielos sin antes haberte visitado. Y si no lo hiciera en vida, habr¨¢ de acudir de muerto". De ah¨ª la tradici¨®n de peregrinar al santuario tambi¨¦n conocido como San Andr¨¦s do Cabo de Mondo (San Andr¨¦s del Fin del Mundo).
Una vez all¨ª hay que respetar varias tradiciones: la primera, comprar una colecci¨®n de figuritas de pan sin levadura, endurecidas al horno y pintadas de vivos colores: una flor del deseo, una barca, un pescador, una sardina, y una mano que a veces se sustituye por una paloma de la paz. Una vez adquirida la colecci¨®n hay que entrar en la ermita y rogar la bendici¨®n del santo. Despu¨¦s se toma el camino hacia el mar rumbo a la fuente del santo, donde quien lava sus verrugas en los tres ca?os las perder¨¢ para siempre. Tras pasar junto a la fuente (donde muchos beben a pesar de que figura escrito: agua no potable), hay que bajar hasta la orilla del mar en busca del clavel marino y los juncos del buen parir, plantas que ayudan a mitigar los dolores de las parturientas, y volver al santuario con el ramo. Y, por supuesto, est¨¢ prohibido matar a cualquier animal en la zona, ni siquiera una mosca, por si fuera alg¨²n difunto reencarnado en peregrinaci¨®n.
3 El acantilado de Cari?o
Cumplido el ritual, conviene poner rumbo al mirador natural de Vix¨ªa de Herbeira, ya en el l¨ªmite con el municipio de Cari?o, un acantilado de 612 metros de ca¨ªda vertical sobre el Atl¨¢ntico. El director de cine Roman Polanski eligi¨® estos escenarios para rodar algunas escenas de su pel¨ªcula La muerte y la doncella. Otra parada obligada antes de dejar la sierra Capelada es el cruceiro, el ¨²nico del camino, altivo sobre la roca m¨¢s elevada del promontorio, en un saliente de la costa y al que se accede por una escalera.
4
De Cari?o al cabo Ortegal
Cari?o es un pueblo que vive del mar y sus derivados. El movimiento de la lonja de pescado en el momento de la venta y descarga le acerca al viajero a la idiosincrasia de estos pueblos marineros. A tres kil¨®metros de Cari?o se accede al cabo Ortegal, la segunda punta m¨¢s norte?a de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica.
La carretera sigue rumbo a Ortigueira, paralela a la r¨ªa del mismo nombre. A medida que se llega al sur, las aguas del mar Atl¨¢ntico se unen a las de los r¨ªos Mera y Beleo dando forma a unas suaves marismas y arenales donde se ha habilitado una zona de protecci¨®n especial para las aves. Ortigueira es una villa tranquila de calles estrechas y casas de estilo modernista rematadas con galer¨ªas. Pero lo que m¨¢s gusta son esas magn¨ªficas playas, como las de Cabalar, protegida por la isla de San Vicente; las del Ladrido, Espasante y San Antonio de Espasante, o las m¨¢s retiradas de Sarridal, Carro, Fabega y Pic¨®n. Y, como curiosidad, no dejen de fotografiar al cerdo de Espasante. Vive en libertad en las calles del pueblo. Los vecinos lo ceban con mimo durante todo el a?o, hasta el 13 de junio, festividad de San Antonio de Espasante, fecha en la que es sacrificado.
5 Estaca de Bares
Desde Espasante queda poco para llegar a Estaca de Bares y al punto m¨¢s septentrional de la Pen¨ªnsula, donde las aguas del Atl¨¢ntico se unen a las del mar Cant¨¢brico. Antes de llegar, otra parada en Barqueiro, situado en el istmo de la pen¨ªnsula de Bares. La localidad debe su nombre al barquero, un personaje clave en la historia de la localidad, pues era el encargado de trasladar personas y mercanc¨ªas de un lado a otro de la r¨ªa que se forma en la desembocadura del r¨ªo Sor. As¨ª fue hasta el a?o 1901, cuando finaliz¨® la construcci¨®n del puente met¨¢lico que hoy luce junto al nuevo viaducto y que une Barqueiro con la provincia de Lugo.
En Bares merece la pena pararse para sentir el viento desde lo alto de esa escollera de origen fenicio. Y luego, al faro. Un camino permite llegar a pie casi casi hasta la ¨²ltima piedra que forma el cabo. Imposible sentirse indiferente ante ese aullido del viento del norte, ese lamento del viento del sur, ese rugir que llega del este y del oeste. En esta parte de la tierra conversan entre s¨ª todos los vientos del universo. Hay que verlo para creerlo.
GU?A PR?CTICA
Dormir
- Una buena opci¨®n en esta zona es acudir a las casas rurales, peque?os hoteles y pensiones. La Central de Reservas de Turismo de Galicia ofrece informaci¨®n: 981 54 25 27.
Comer
- A Taberna da Calesa (981 48 20 09). Tras da Eirexa, 7.
Cedeira. Tapas variadas. Unos 12 euros.
- Mes¨®n Mui?o Kilowatio (981 62 62 95). Oleidos. Tapas. Unos 6 euros.
- Restaurante Planeta (981 40 83 66). San Roque, s/n.
Espasante. Comida marinera. Vistas. Entre 15 y 18 euros.
- Estrellas del Mar (981 41 41 05). Puerto, 5.
Cari?o. Entre 12 y 18.
- La Marina (981 41 40 98). Puerto de Barqueiro. Entre 12 y 18 euros.
- A Coelleira (981 41 86 39). Puerto de Bares, s/n. Entre 9 y 15 euros.
Informaci¨®n
- Oficina de turismo de Cedeira (981 48 21 87).
- Oficina de turismo de la Xunta de Galicia (981 22 18 22).
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