El tabaco extreme?o echa humo
La privatizaci¨®n de Cetarsa por la SEPI desata la protestas de la Junta y los tabaqueros
La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) tiene ultimada la propuesta para iniciar el proceso de la privatizaci¨®n de la Compa?¨ªa Espa?ola de Tabaco en Rama (Cetarsa). Sin embargo, frente a las previsiones de hacerla p¨²blica estos d¨ªas, lo m¨¢s probable es que esa convocatoria de privatizaci¨®n deba esperar. Cultivadores, sindicatos y Gobierno regional extreme?o se han opuesto al inicio de ese proceso y quieren tener la seguridad de que la privatizaci¨®n de la compa?¨ªa no podr¨¢ en peligro el futuro del empleo y del sector.
Para el diputado socialista extreme?o Franciso Amarillo, el tabaco es una producci¨®n clave y, en muchos casos insustituible en la comunidad aut¨®noma, raz¨®n por la cual la privatizaci¨®n de Cetarsa no puede ser una decisi¨®n unicamente de la SEPI, sino consensuada con la Junta de Extremadura. Te¨®filo Moreno, responsable de la secci¨®n tabaquera de UPA, considera que existe un compromiso entre Agricultura y la Junta para mantener negociaciones antes de su privatizaci¨®n. Mientras no se fijen esas condiciones, la Junta y los productores coinciden en rechazar la privatizaci¨®n antes de conocer el futuro del tabaco tras la reforma prevista el pr¨®ximo oto?o.
El plan de ajuste previo a su venta ha supuesto el cierre de cuatro plantas y un recorte de plantilla de 420 trabajadores por 22 millones de euros
La privatizaci¨®n de Cetarsa ha sido motivo de inter¨¦s en los ¨²ltimos meses por parte de los grupos tabaqueros multinacionales que operan en Espa?a, como Universal (con su filial Taes), Standard (con World Wide Tobacco) o Dimon (con Agroexpansi¨®n). En todos los casos, la compra de Cetarsa se considera como la v¨ªa m¨¢s f¨¢cil para crecer en Espa?a, un pa¨ªs en el que no acaban de despegar
Cetarsa es una empresa p¨²blica constituida en 1987 para operar en el sector del tabaco para la compra y transformaci¨®n de tabaco en rama. Tiene una capacidad para manipular producto por unas 60.000 toneladas, frente a una cuota de producci¨®n nacional de solo 42.000 toneladas, la mayor parte de las cuales se hallan en Extremadura. A pesar de la competencia de las multinacionales, sigue manteniendo el 70% del mercado y supone una garant¨ªa de precios y compras al productor. Su accionista mayoritario es la SEPI, con el 79,18%, y Altadis, con el 20,82%.
Plan de ajuste
Desde el primer momento, la Administraci¨®n popular puso a Cetarse entre las empresas que dceb¨ªan privatizarse, justificando la decisi¨®n como la mejor v¨ªa para garantizar su futuro y el del cultivo del tabaco en Extremadura. Para ello, estim¨® prioritario poner en marcha un plan de reestructuraci¨®n con ajuste de plantas y de personal.Para ello contaba con unas reservas de 35 millones de euros. El objetivo era lograr una empresa m¨¢s competitiva que garantizara el futuro de los tabaqueros y de la propia industria. Seg¨²n Pablo Oliveras, vicepresidente de la SEPI, en el futuro proceso de privatizaci¨®n lo de menos ser¨¢ el precio y lo m¨¢s importante que haya un proyecto industrial y el mantenimiento del empleo.
Durante el ¨²ltimo a?o, la SEPI ha desarrollado un plan de futuro que contempla los cierres de las plantas de transformaci¨®n de Granada, Plasencia Jarandilla y Jaraiz. Estas dos ¨²ltimas han quedado s¨®lo como almacenes. Se mantienen las plantas industriales de Coria,Talayuela y Navalmoral. Igualmente, se suscribi¨® en junio de 2002 un acuerdo con los sindicatos para la regulaci¨®n de empleo que afectaba a 1.171 trabajadores, entre fijos y discontinuos. El cumplimiento de esos acuerdos ha supuesto el pago de 22 millones de euros entre jubilaciones anticipadas y bajas incentivadas de 420 trabajadores. Este plan de futuro prev¨¦ igualmente la promoci¨®n industrial en Granada y en Extremadura, por 13 millones de euros, as¨ª como compromisos para recolocaci¨®n de trabajadores en nuevas empresas
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