Burbuja futbol¨ªstica

Hace unas semanas, los clubes espa?oles de f¨²tbol reconocieron tener unas deudas por valor de 1.625 millones de euros en una dram¨¢tica carta enviada al vicepresidente Rajoy. Aprovechaban la ocasi¨®n para demandar un aumento en el porcentaje que reciben de las quinielas y la colaboraci¨®n del Gobierno para tratar de subsanar una situaci¨®n que amenaza la ruina general. Hoy se sabe que la Agencia Tributaria ha procedido a embargar los ingresos de nueve clubes y puede extender semejante medida a otros ocho. La crisis es seria.

Todos los datos coinciden en un mismo diagn¨®stico: la Liga de las estrellas fue un magn¨ªfico escaparate para que una mayor¨ªa de clubes dilapidasen los excepcionales ingresos que recibieron en el ¨²ltimo contrato televisivo a fuerza de involucrarse en un carrusel de fichajes desproporcionados en lugar de aprovechar la ocasi¨®n para sanear sus econom¨ªas. Compraron y vendieron a su antojo, para beneficio de intermediarios y desaprensivos, en la confianza de que el mercado siempre les dejar¨ªa un resquicio para equilibrar el presupuesto.

Pero la pelota se ha desinflado. Casi nadie compra y los n¨²meros rojos han dado la definitiva se?al de alarma. En esa situaci¨®n, con los clubes debi¨¦ndose pagar¨¦s unos a otros, los jugadores sin cobrar y Hacienda sin recaudar lo que le corresponde, llega el momento de negociar un nuevo contrato televisivo. Y pretenden un acuerdo al alza cuando el panorama europeo recomienda ir en sentido opuesto, porque el excesivo precio de los derechos firmados hace unos a?os ha significado la ruina de muchas empresas televisivas. Una mayor¨ªa de los clubes presionan a los operadores y al Gobierno con una vieja estrategia: o me dan lo que pido o no hay f¨²tbol. Consideran que el f¨²tbol es un espect¨¢culo de utilidad p¨²blica y que sus desmanes deben ser aceptados y sufragados sin m¨¢s consideraci¨®n. Todo indica que algunos de ellos, con harto pesar de sus seguidores, van a tener que enfrentarse a la realidad.

La paradoja es que esta dram¨¢tica llamada de socorro es compatible con pujas como la que ha enfrentado estos d¨ªas a los dos grandes, el Madrid y el Barcelona, por arrebatar al club m¨¢s rico del mundo, el Manchester, al jugador m¨¢s caro del mundo: David Beckham. Ha ganado el Madrid, club al que Hacienda reclama 61 millones de euros.