"Los ganadores de la Constituci¨®n de la UE son los ciudadanos"

Eurodiputado del PP desde 1992, ??igo M¨¦ndez de Vigo (Tetu¨¢n, 1956) ha sido uno de los 12 miembros del Pres¨ªdium de la Convenci¨®n que han elaborado el proyecto de la primera Constituci¨®n de la UE. Junto con el socialdem¨®crata alem¨¢n Klaus H?nsch, ha encabezado la delegaci¨®n del Parlamento Europeo en esa asamblea. Ha sido uno de los miembros m¨¢s activos, quiz¨¢s por la experiencia de haber participado en la primera Convenci¨®n, creada para elaborar la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, ahora incorporada al proyecto constitucional.

Pregunta. ?Qui¨¦n cree que ha sido el verdadero ganador en este proceso?

Respuesta. Salen ganando los ciudadanos. La construcci¨®n de Europa ha sido hasta ahora un ejercicio propio del despotismo ilustrado: todo para el pueblo, pero sin el pueblo. A los ciudadanos pod¨ªa no molestarles cuando Europa se centraba en las ayudas a la agricultura, pero, desde la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, ha empezado a ocuparse de temas que afectan al coraz¨®n de la democracia, al ciudadano. La Constituci¨®n hace precisamente eso: dar mayor protagonismo a los ciudadanos.

"El peso de los pa¨ªses no se mide por los votos del Consejo, sino por la capacidad de influir"

P. ?En qu¨¦ cap¨ªtulos?

R. Lo hace ya en el art¨ªculo primero, que define Europa como una Uni¨®n de Estados, pero tambi¨¦n de ciudadanos. Se refleja tambi¨¦n en el mayor poder que el proyecto da al Parlamento Europeo. Y hemos insertado a los parlamentos nacionales en la UE con el sistema de alerta temprana para que puedan intervenir. Finalmente, hemos consagrado una novedad con ese derecho de iniciativa popular, seg¨²n el cual un mill¨®n de ciudadanos puede pedir a la Comisi¨®n que lance una iniciativa legislativa.

P. Al inicio de la Convenci¨®n hab¨ªa enormes dudas de su eficacia. ?Pensaron ustedes realmente en que redactar¨ªan un proyecto completo de Constituci¨®n?

R. S¨ª. Era nuestro objetivo. Un objetivo ambicioso y lleno de dificultades. Pero ha sido muy importante el desarrollo de una mentalidad europe¨ªsta. Hubo inmediatamente una empat¨ªa entre ministros, diputados nacionales y europeos, que nos ha hecho superar obst¨¢culos y llegar a un texto que en absoluto es de m¨ªnimos. Es un texto ambicioso que obedece a un dise?o constitucional con coherencia interna.

P. Se asegura que en el Pres¨ªdium ha habido mucha tensi¨®n.

R. Las relaciones han sido cordiales en las formas, pero a veces dif¨ªciles desde el punto de vista pol¨ªtico. Giscard d'Estaing [el presidente de la Convenci¨®n] no es una persona f¨¢cil. No ha sido f¨¢cil ponerse de acuerdo en estos meses. Giscard ten¨ªa ideas propias, algunas muy peculiares. Y ten¨ªa una visi¨®n muy gubernamental en muchos temas. Por ejemplo, su visi¨®n del presidente del Consejo era la de una instancia suprema de la UE, y eso implicaba una alteraci¨®n del equilibrio. Eliminar esas ideas no ha sido f¨¢cil.

P. Dice que el ciudadano es quien gana, pero el verdadero ganador es Alemania. Tendr¨¢ m¨¢s poder que nadie en el Consejo.

R. Eso pod¨ªa haberse producido en la cumbre de Niza, pero Francia, que entonces presid¨ªa la UE, se opuso con tanta contundencia que fue imposible. Ahora ha habido un cambio de actitud.

P. ?A qu¨¦ se ha debido?

R. Lo desconozco. Pero ha sido un cambio de Francia, no tanto de Giscard.

P. ?No es m¨¢s bien una imposici¨®n de Alemania?

R. No lo creo.

P. ?C¨®mo surgi¨® esa nueva f¨®rmula para votar en el Consejo que tanto beneficia a Alemania y perjudica, entre otros, a Espa?a?

R. Su origen est¨¢ en los debates alrededor de Niza. Ya entonces la Comisi¨®n propuso que las decisiones se tomaran por doble mayor¨ªa simple: la mitad de los Estados que representaran al menos al 50% de la poblaci¨®n. De todas formas, ha sido un debate que ha creado muchas tensiones, quiz¨¢s innecesarias, en el Pres¨ªdium.

P. ?Cree que los Gobiernos tambi¨¦n han salido como ganadores en este texto?

R. No creo que los Gobiernos est¨¦n entre los grandes ganadores. Se van a encontrar con un Consejo Legislativo donde los ministros tendr¨¢n que debatir con las puertas abiertas, y con muchas m¨¢s materias a decidir por mayor¨ªa cualificada y, por tanto, colegislando con el Parlamento Europeo.

P. ?Teme que los Gobiernos cambien al final muchas cosas que no les gusten?

R. Enseguida empezar¨¢n a plantear reservas. Pero, si empiezan a modificar de aqu¨ª y de all¨¢, el consenso alcanzado en la Convenci¨®n puede venirse abajo. Quiz¨¢s el ¨²nico asunto m¨¢s f¨¢cil de abordar es el del nuevo sistema de voto en el Consejo, porque no afecta a ning¨²n otro aspecto.

P. Eso es lo que quisiera el Gobierno espa?ol: cambiar s¨®lo el sistema de voto para mantener Niza y poder bloquear m¨¢s f¨¢cilmente decisiones de los grandes.

R. No creo que sea ¨¦se el planteamiento. El problema del peso de los pa¨ªses no se mide por los votos en el Consejo, sino por la capacidad de influir en las decisiones. Espa?a despierta en Europa inter¨¦s y admiraci¨®n por los innegables logros de su pol¨ªtica econ¨®mica y por sus aciertos en la lucha contra el paro. Eso influye mucho m¨¢s que cualquier minor¨ªa de bloqueo. La autoridad no reside en las minor¨ªas de bloqueo.