Menos es m¨¢s
Exacto. Menos siempre es m¨¢s, pero no s¨®lo en el campo del arte para el que el axioma fue inventado, sino en campos que sus inventores ni so?aron. ?C¨®mo pod¨ªan adivinar que un 0,6% de material gen¨¦tico nos har¨ªa menos chimpanc¨¦s y m¨¢s hombres? No es todo. Se acaba de establecer que 78 genes nos hacen masculinos, que es m¨¢s que ser hom¨ªnido aunque tal vez no tanto como ser mujer -menos para los m¨¢s machos-, pero una cosa est¨¢ clara, la evoluci¨®n humana estar¨ªa comprimida en un m¨ªnimo. S¨®lo una talla de zapato, como quien dice, separar¨ªa al homo antecessor del homo sapiens y a ¨¦ste de su fase m¨¢s evolucionada, el pol¨ªtico.
S¨ª, la arruga es bella, digo, menos es m¨¢s, pol¨ªticamente m¨¢s. En unas recientes excavaciones realizadas en Madrid se acaba de descubrir la potencia de lo menor. Un 2%, grosso modo, de diputados ha podido tumbar a toda una instituci¨®n y hundir al partido que los prohijaba. No es de extra?ar, pues, que sus padres putativos anden pidiendo sus cabezas o busc¨¢ndolas entre los escombros para llevarlas al museo. Al museo de la infamia, aseguran, junto al ¨¢tomo que tambi¨¦n es peque?o pero mat¨®n. O mucho.
Aunque no s¨®lo lo menos es m¨¢s sino que resulta contagioso. En ciertos yacimientos de Navarra se ha podido observar el mismo fen¨®meno. Bast¨® una pizca de Neol¨ªtico para contaminar toda una candidatura, pero, sobre todo, para darle alcald¨ªas, que es a la postre lo que cuenta y hace m¨¢s en el pulso que tienen echado los partidarios de seguir en la silla y los que quieren arrebat¨¢rsela. Y como todo proceso tiene su paroxismo, ha habido quien ha tratado de contaminar con una part¨ªcula o con un parlamentario, que es lo mismo, a su adversario m¨¢s ac¨¦rrimo para que tenga que reconocer que se ha apoyado en quien no quer¨ªa y tenga que disolver por coherencia el Parlamento navarro. Como se ve, en la estupidez tambi¨¦n rige, y con qu¨¦ potencia, el menos es m¨¢s. ?Y qu¨¦ decir de las defensas numantinas? Los herederos y amantes del Neol¨ªtico est¨¢n tan orgullosos y satisfechos de hacerse de m¨¢s como el que menos. Poco importa que al apoyar a una minor¨ªa barrida por la Historia est¨¦n comprando un poco de seguridad con un m¨¢ximo de riesgo pol¨ªtico y que est¨¦n burl¨¢ndose de las instituciones bajo la apariencia de ponerlas por delante. No pasa nada. Lo ha dicho Larraina: la normalizaci¨®n pol¨ªtica exige que los partidos antepongan su sentido democr¨¢tico al sentimiento nacional y no al rev¨¦s, que es m¨¢s o menos lo que ellos hacen siempre.
?Pero qui¨¦n dijo que un menos de coherencia no implica un m¨¢s de autosatisfacci¨®n? En la cacharrer¨ªa donde han entrado los elefantes, los cacharros -seg¨²n Egibar- no har¨ªan m¨¢s que sentar un precedente: el de que los elefantes, con ser m¨¢s, no puedan imponer su ley a los menos para as¨ª poder saltarse las leyes a la torera, por ejemplo, cuando el menos del Plan se haga el m¨¢s de todos. Lo advirti¨®, en su Matem¨¢tica sentimental, Queneau, un genio de las cifras y las letras cuyo centenario se celebra ahora mismo: el orgullo es el resultado de multiplicar uno por uno para obtener 10. Lo mismo ocurre con la dignidad. La dignidad hace que 452.319 sea igual a uno, es decir, a un Pueblo que deposita su dignidad en un solo Atutxa. Menos no s¨®lo ser¨ªa aqu¨ª m¨¢s sino infinito, porque ?c¨®mo se puede cuantificar por debajo de infinito la dignidad de un pueblo?
S¨®lo que hay una pega. O una posible pega, para ser exactos. Un reciente estudio acaba de revelar que los espa?oles son los campeones europeos de la erecci¨®n. Gran motivo de orgullo si no fuera porque los que menos problemas de disfunci¨®n er¨¦ctil tienen son los madrile?os, con el 6%, mientras que los catalanes, es decir el epicentro de Galeuska, son quienes peor lo llevan con un 15%. A falta de datos m¨¢s precisos -el estudio se publicar¨¢ en breve- cabe suponer que Euskadi se situar¨ªa entre ambas. Claro que en esta materia donde lo menos siempre es m¨¢s, o se hace, resultar¨ªa mejor acercarse al Oso y al Madro?o. O al menos all¨ª donde el ser (para decidir) no nos deje en menos (por m¨¢s).
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