Los dos tr¨¢nsfugas de Madrid reaparecen para convertirse en ¨¢rbitros de la Asamblea

Un coche con los cristales tintados entr¨® al aparcamiento de la Asamblea de Madrid a las 16.45 de ayer. Dentro iba el diputado Eduardo Tamayo. Un grupo de 25 personas que aguardaba en la calle a los tr¨¢nsfugas grit¨®: "?Golfos, sinverg¨¹enzas!". Los que gritaban, sujetaban una pancarta en la que se le¨ªa: "En Roma no se paga a traidores. En G¨¦nova, s¨ª", en alusi¨®n a la sede el PP.

Una vez comenzada la sesi¨®n, la presidenta de la Mesa, la popular Concepci¨®n Dancausa, pidi¨® a los dos diputados que juraran su cargo, requisito imprescindible para adquirir la plena condici¨®n de diputado. En ese momento, todos los miembros del Grupo Socialista abandonaron el hemiciclo, salvo la portavoz adjunta, Ruth Porta, quien sigui¨® ocupando su esca?o como prevenci¨®n de que se pudiera tomar alg¨²n acuerdo. "Lo hemos hecho como gesto porque es indignante que estos se?ores ensucien la Carta Magna y el Estatuto", explic¨® el portavoz de los socialistas, Rafael Simancas. Los diputados de Izquierda Unida se pusieron en pie y mostraron unas cartulinas en las que hab¨ªan escrito: "Contra la corrupci¨®n y sus instigadores".

Tamayo y S¨¢ez salieron como entraron, entre insultos -"Chorizos, hijos de puta, golfa, sinverg¨¹enza, devu¨¦lvenos nuestros votos"- y una lluvia de fotocopias de billetes de 500 euros.