Proteccionismo: ahora toca a EE UU
Nada es m¨¢s dif¨ªcil de eliminar que una subvenci¨®n. Por ello, la reforma de la Pol¨ªtica Agraria Com¨²n (PAC) a la que lleg¨® la UE la pasada semana, con ser modesta, significa un paso adelante. La PAC naci¨® hace cuatro d¨¦cadas y en ese transcurso ha generado intereses tan significativos que en muchos casos han distorsionado la propia filosof¨ªa con la que naci¨®. En estos momentos, la PAC se lleva el 45% del presupuesto europeo y sus beneficiarios no llegan al 4% de la poblaci¨®n activa del territorio de la UE. Los excesos de la PAC est¨¢n vinculados al incentivo artificial para producir, lo que daba lugar a excedentes que inundaban los mercados en detrimento de los pa¨ªses del Tercer Mundo, muchos de los cuales no tienen otra cosa que vender que sus productos agr¨ªcolas; esos pa¨ªses no s¨®lo ve¨ªan inundados sus mercados de la agricultura occidental, sino que no pueden exportar sus productos agr¨ªcolas a los pa¨ªses ricos.
La reforma de la PAC significa un nuevo principio: las ayudas de los contribuyentes ya no incentivar¨¢n la producci¨®n (una agricultura intensiva que facilitaba los excedentes), sino la demanda, las explotaciones, el medio ambiente, la calidad de los alimentos o el desarrollo rural. A cambio de ello -porque la negociaci¨®n en el seno de la UE no ha sido f¨¢cil y se ha cerrado con cesiones-, la reforma es m¨¢s modesta y menos compulsiva: las ayudas se reducen menos de lo que el comisario de Agricultura pretend¨ªa, y se pondr¨¢ en pr¨¢ctica a m¨¢s largo plazo.
Con todos los defectos de este cambio de filosof¨ªa, Europa ha movido ficha y reduce las posibilidades de proteccionismo respecto a los pa¨ªses menos avanzados. Ahora llega el momento de que los otros dos bloques ricos (EE UU y Jap¨®n) tomen la iniciativa. Jap¨®n, con dificultades econ¨®micas estructurales, no ha manifestado voluntad alguna de desmantelar sus subvenciones agr¨ªcolas y, en general, los aranceles proteccionistas. Los EE UU de Bush han devenido un pa¨ªs que multiplica las ayudas proteccionistas a sus ciudadanos y empresas. No solamente en el sector agr¨ªcola, sino en el industrial (por ejemplo, la siderurgia o la madera) y de servicios (las compa?¨ªas a¨¦reas). Muchas de las ayudas estadounidenses est¨¢n directamente relacionadas con las zonas del pa¨ªs en las que el Partido Republicano es m¨¢s d¨¦bil desde el punto de vista electoral. Dado que en 2004 tendr¨¢n lugar nuevas elecciones presidenciales, habr¨¢ que seguir con especial atenci¨®n qu¨¦ tipo de pol¨ªtica econ¨®mica aplica Bush a partir de ahora.
No se puede ser optimista. Adem¨¢s de los recientes encontronazos comerciales entre EE UU y la UE, hay otro frente abierto: los organismos gen¨¦ticamente modificados (OGM). Los productos transg¨¦nicos han dado lugar a la ¨²ltima denuncia de EE UU contra Europa en el seno de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC). Europa mantiene desde 1998 una moratoria contra el registro de nuevos OGM, lo que ha dado lugar a una acusaci¨®n verdaderamente peregrina por parte de Bush: "Por la causa de un continente amenazado por el hambre [?frica], pido a los europeos que abandonen su oposici¨®n a la biotecnolog¨ªa", dijo recientemente en Washington. Hay dos formas contradictorias de aproximarse al comercio de los productos transg¨¦nicos: los europeos priman la seguridad alimentaria (apenas apagada en la zona la crisis de las vacas locas) frente a las consideraciones meramente econ¨®micas (el principio de "m¨¢s vale prevenir que curar"), mientras que EE UU, que tiene el mayor n¨²mero de empresas dedicadas a OGM, cree que ha de primar el inter¨¦s econ¨®mico frente a los riesgos alimentarios, que consideran artificiales e hinchados.
En septiembre tendr¨¢ lugar en Canc¨²n (M¨¦xico) una cumbre muy importante de la OMC para liberalizar el comercio. La reforma de la PAC no es una panacea, pero es un primer paso que han de dar ahora los competidores europeos. Los beneficiarios de un comercio m¨¢s libre ser¨¢n los pa¨ªses subdesarrollados. Los pa¨ªses ricos dedican siete veces m¨¢s dinero a subvencionar su agricultura que a la ayuda oficial al desarrollo.
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