El parterre
En muchas ocasiones la gente me preguntaba cu¨¢l era la gran diferencia que yo encontraba entre Par¨ªs -adonde he ido con regularidad durante 11 a?os de mi vida,en donde he tenido casa, cuenta de banco y dem¨¢s detalles que te afincan en una ciudad- y Barcelona. El otro d¨ªa hall¨¦ un buen ejemplo. Entre la rue du Bac y el Boulevard Raspail existe un peque?o square (una placita) con un parterre y unos peque?os ¨¢rboles. Una verja de hierro ,que se cierra por la noche, completa el conjunto. Todo est¨¢ muy bien cuidado pero lo que un d¨ªa me choc¨® fue un letrerito, colocado en el mes de marzo, en que se le¨ªa: "Este c¨¦sped ha pasado satisfactoriamente el invierno 2002-2003". A?ad¨ªa algo m¨¢s que ahora no recuerdo; el letrero fue retirado en abril.
"Una de las grandes diferencias entre Francia y Espa?a es este detallismo, este amor por las cosas, contrariamente a nuestro enfermizo af¨¢n destructivo"
Una de las grandes diferencias entre Francia y Espa?a es este detallismo, este amor por las cosas, contrariamente a este enfermizo af¨¢n destructivo que caracteriza al espa?ol medio. Pero cu¨¢l no ha sido mi sorpresa cuando hoy, caminando por calle de Ganduxer de Barcelona, me he topado con un vac¨ªo all¨¢ donde hab¨ªa un ¨¢rbol y una placa met¨¢lica en el suelo en la que se le¨ªa: "El ¨¢rbol de este alcorque ser¨¢ replantado en la pr¨®xima campa?a de plantaci¨®n, durante el periodo de paro vegetativo de esta especie, que coincide con la estaci¨®n de invierno".
"Vaya, qu¨¦ bonito", me he dicho; es casi la misma idea que en Par¨ªs, qu¨¦ detalle". Dos ¨¢rboles m¨¢s bajo otro hueco, otra id¨¦ntica placa pero ay!, esta vez situada junto a un pavimento lastimosamente abultado por el efecto de las ra¨ªces del ex arbol y resquebrajado hasta el punto de asemejar el efecto de una cat¨¢strofe b¨¦lica, tipo Sarajevo o Bagdad. Bajando por la calle de Ganduxer, as¨ª, he ido descubriendo que un tercio de estos alcorques est¨¢n reventados, y rotas sus baldosas circundantes, con lo cual la peque?a plaquita hac¨ªa el mismo efecto de quien se pone perfume sin haberse aplicado previamente desodorante.
En una cena de altura, har¨¢ unos a?os, me toc¨® sentarme al lado de un prohombre de la burgues¨ªa catalana.Tambi¨¦n aqu¨ª las comparaciones son suculentas. Mi compa?ero de mesa no s¨®lo no pregunt¨® mi nombre sino que no iniciaba ninguna conversaci¨®n, dos s¨ªntomas de mala educaci¨®n evidente. Al rato, me pregunt¨® si yo ten¨ªa hijos, dado que deb¨ªa inferir que yo s¨®lo pod¨ªa ser la c¨®nyuge de alg¨²n otro comensal. Dej¨® bien claro su "name dropping" (darse importancia mencionando las personalidades que uno conoce), en este caso "Institutions dropping", que en Catalu?a no son otras que el Bar?a y La Caixa, y ameniz¨® su perorata con sendos "goites" y "cony". Me qued¨¦ estupefacta. Un burgu¨¦s comparable en Europa no s¨®lo quiere ser agradable, sino tambi¨¦n un poquito seductor. Se las arregla para hablar no s¨®lo de su empresa, sino de alg¨²n tema cultural universal, desde la historia de la princesa de Cl¨¨ves hasta los riesgos de la globalizaci¨®n o cualquier otra cosa por el estilo.
Despotricaba un poco de nuestros cong¨¦neres cuando asist¨ª a la conferencia de Annie Sprinkle en el Macba. Estaba lleno a rebosar, con j¨®venes de ambos sexos y muchas parejas de homosexuales hombres y mujeres (sobre todo mujeres). La as¨¦ptica Barcelona, la poco glamourosa Barcelona da un giro de 90 grados en cuanto se trata de juventud y de visitantes extranjeros (y quiz¨¢s tambi¨¦n de Diagonal para abajo). Aplaudieron entusiasmados a esta cl¨¢sica de la performance er¨®tica que ahora se ha rebautizado como "prostituta multimedia" y "modernista posporno". Nos deleit¨® con un baile de sus descomunales senos a ritmo de Danubio azul y les juro que se agradec¨ªa, en medio de esta atm¨®sfera poselectoral deprimente, pos-Prestige deprimente y pos-Irak deprimente. El p¨²blico en general, poco participativo, no le hizo preguntas, ni sesudas ni jocosas, pero en cambio seis o siete chicas, que parec¨ªan las alegres comadres de Windsor en joven, se dejaron firmar sus tetas, una acci¨®n que reinterpreta la famosa firma que el artista italiano Piero Manzoni hizo de mujeres desnudas en la d¨¦cada de 1960. La interpretaci¨®n se hac¨ªa ahora, eso s¨ª, en clave m¨¢s o menos feminista, o al menos femenina. Las chicas estaban encantadas y el clima era de fiesta. Bravo por la nueva Barcelona.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.