A la sombra de Federico

Francisco Garc¨ªa Lorca era un poeta a escondidas. Un gran poeta oculto cuyo trabajo silencioso s¨®lo fue descubierto por su familia tras su muerte, en 1976. En uno de los cajones de su despacho, los herederos del hermano de Federico Garc¨ªa Lorca descubrieron los poemas que, sobre todo entre los a?os cuarenta y cincuenta, fue escribiendo y guardando para s¨ª mismo. Ahora, la Diputaci¨®n Provincial de Granada ha decidido publicar el libro Poes¨ªa, una edici¨®n realizada en 1984 por Mario Hern¨¢ndez que no tuvo ninguna repercusi¨®n porque la editorial encargada de hacerlo quebr¨® poco despu¨¦s de poner el libro a la venta. Poes¨ªa muestra ahora el enorme potencial creativo de un literato que siempre mantuvo sus pasiones en secreto.

La vida de Francisco Garc¨ªa Lorca (Granada, 1902-Madrid, 1976) estuvo siempre llena de avatares. Junto a Federico, fue uno de los principales impulsores en los primeros a?os veinte de lo que se conoci¨® como la Tertulia del Rinconcillo, un grupo de amigos que agitaron intelectualmente a la ciudad y le dieron una enorme riqueza literaria. All¨ª Francisco comenz¨® a despuntar como escritor y poeta con un notable potencial t¨¦cnico, mientras su hermano a¨²n titubeaba entre la m¨²sica y la poes¨ªa. Despu¨¦s, durante los a?os treinta, estudi¨® la carrera diplom¨¢tica y ocup¨® destinos en T¨²nez, El Cairo, Bruselas y Washington. Al t¨¦rmino de la Guerra Civil, se vio obligado a exiliarse y abandonar su trabajo. Decidi¨® instalarse en Nueva York, donde fue profesor de Filolog¨ªa en la Universidad de Columbia y director de la Escuela Espa?ola de Middlebury.

El talento de Francisco Garc¨ªa Lorca nunca fue debidamente apreciado salvo por su hermano, que descubri¨® en ¨¦l unas enormes dotes como escritor. Francisco fue, adem¨¢s, el primer y principal cr¨ªtico de Federico, y tambi¨¦n su consultor literario. La muerte de Lorca produjo un profundo impacto en la familia y tal vez esa fue la raz¨®n de que el diplom¨¢tico y profesor decidiera dejar sus inquietudes literarias para el universo privado.

"Francisco Garc¨ªa Lorca es un poeta muy original dentro de una estirpe del estilo de Antonio Machado", explica Rafael Ju¨¢rez, uno de los responsables de la reedici¨®n del libro. "Es un poeta transparente, que busca la comunicaci¨®n del sentimiento. Sus versos son muy limpios, muy precisos en lo formal y de muy buena factura".

Versos cortos, frases contenidas que ¨ªmplicitamente aluden constantemente a la tragedia familiar por la muerte de Federico y a la nostalgia y la amargura del exilio. "Y aqu¨ª estoy esperando tranquilo", dicen unos versos del poema Espera, "yo no s¨¦ si el amor, la fortuna o la muerte".

En Francisco Garc¨ªa Lorca apenas se nota alguna influencia de la forma de escribir de su hermano. "Aunque Francisco era cuatro a?os menor que Federico", explica Ju¨¢rez, "fue Francisco quien comenz¨® a escribir antes, mientras Federico estaba principalmente dedicado a la m¨²sica. Francisco fue durante los a?os de formaci¨®n de Federico su consejero literario. Hasta tal punto que particip¨® activamente en la selecci¨®n de lo que habr¨ªa de ser Libro de poemas, de Lorca".

Ambos hermanos segu¨ªan, pese a todo, corrientes literarias distintas. Mientras Lorca abord¨® pr¨¢cticamente todos los g¨¦neros y flirte¨® con el surrealismo, Francisco pertenece m¨¢s a las corrientes literarias de la pos-guerra. "Hay muchas alusiones a la tristeza", se?ala Ju¨¢rez, "al dolor, al momento que atravesaba toda la familia en el exilio. Hay un ambiente general eleg¨ªaco, y no hay que olvidar que no s¨®lo fue asesinado Federico, sino tambi¨¦n Jos¨¦ Fern¨¢ndez Montesinos, el marido de su hermana Concha. Sin embargo, ese sentimiento est¨¢ muy matizado".

Nunca hay alusiones directas a Federico Garc¨ªa Lorca o su muerte en los poemas de Francisco. "Esto tal vez se puede relacionar con lo que Isabel Garc¨ªa Lorca cuenta en sus memorias, y es que en casa nunca se hablaba de Federico y, sin embargo, no se pensaba en otra cosa durante todo el tiempo", explica Rafael Ju¨¢rez.

Los poemas, en su mayor¨ªa, son breves. Con todo, hay un poema dividido en 22 d¨¦cimas con rimas rigurosamente conseguidas y un gran conocimiento de las formas. "En Francisco, a lo largo de los 10 a?os en que estuvo escribiendo, conviven varios estilos", dice Ju¨¢rez. "Poes¨ªa es un libro en el que experimenta mucho".

Ju¨¢rez atribuye el hecho de que Francisco Garc¨ªa Lorca no publicara su obra ni la diera a conocer a que "era una persona con un enorme nivel de autoexigencia que continuamente revisaba y reelaboraba su obra". "Hay una an¨¦cdota sobre ello: cuando se present¨® a las oposiciones a diplom¨¢tico y aprob¨®, no quiso continuar porque dec¨ªa que no se sent¨ªa suficientemente preparado, pese a la opini¨®n contraria del tribunal".