"La sonoridad del la¨²d tiene algo intr¨ªnsecamente espiritual"
En un mundo ca¨®tico lleno de violencia y prisa la m¨²sica antigua cada vez atrae a m¨¢s personas. El
laudista Hopkinson Smith (Nueva York, 1946) es uno de los grandes m¨²sicos en el dominio de este instrumento. Smith imparte clases en Aracena (Huelva), que celebra su Muestra de M¨²sica Antigua, y ayuda a las nuevas generaciones a entrar en este universo m¨¢gico. Smith, que estar¨¢ en Aracena hasta el pr¨®ximo s¨¢bado, descubri¨® con 20 a?os el la¨²d, un instrumento de cuerda pulsada de origen persa que se introdujo en Europa en el siglo XIV. Smith empez¨® a estudiar el la¨²d por su cuenta. Se especializ¨® en musicolog¨ªa en Harvard.
En 1973, Smith viaj¨® a Europa para centrarse en el estudio del la¨²d. Desde la mitad de los a?os setenta, aport¨® su talento en varios proyectos de conjuntos instrumentales: fund¨® Hesperi¨®n XX y colabor¨® durante 10 a?os con Jordi Savall. En los a?os ochenta, Smith se dedic¨® fundamentalmente a la m¨²sica de solista para instrumentos antiguos de cuerda y centr¨® sus investigaciones en el redescubrimiento del m¨ªtico poder de seducci¨®n del la¨²d. Con sus recitales y una serie de 20 grabaciones como solista, ha dado lustre a obras de la m¨²sica antigua.
"Me enamor¨¦ de Aracena por el clima, los campos y las encinas"
"Me gusta el sonido, la forma y la sutileza del lenguaje musical del la¨²d"
Pregunta. Ha nacido en Nueva York, una ciudad con una gran energ¨ªa creativa.
Respuesta. Hay que ir a Nueva York por lo menos una vez en la vida. En Nueva York se junta energ¨ªa de todo el mundo. Hay tambi¨¦n algunos elementos negativos, pero la impresi¨®n general es positiva. All¨ª se produce una mezcla de culturas y energ¨ªas muy interesantes.
P. Siendo muy joven tocaba la guitarra cl¨¢sica.
R. Toqu¨¦ un poco de todo. Empec¨¦ con la guitarra cl¨¢sica cuando ten¨ªa 17 o 18 a?os. Luego encontr¨¦ el la¨²d y me sumerg¨ª en la m¨²sica antigua.
P. Con 20 a?os se enamor¨® del la¨²d.
R. Me enamor¨¦ y sigo estando enamorado del la¨²d. Me gusta su sonido; la forma del instrumento; los repertorios, que son de alt¨ªsima calidad; la sutileza del lenguaje musical... Todo ello lo encuentro muy seductor. La sonoridad del la¨²d tiene algo intr¨ªnsecamente espiritual. El sonido es como una ventana en el alma del m¨²sico. Adem¨¢s, el la¨²d tiene montones de posibilidades.
P. ?Qu¨¦ le atrajo en el la¨²d y otros instrumentos de m¨²sica antigua?
R. Hablamos de una m¨²sica sumamente ¨ªntima. Con estos instrumentos se puede hablar del coraz¨®n del int¨¦rprete al coraz¨®n del oyente. Y hoy en d¨ªa existe mucho inter¨¦s por esta forma de intimidad. En el mundo moderno que nos ha tocado vivir hay muchos elementos que se quedan en la superficie. La gente encuentra carencias ante esta superficialidad y se da cuenta de que le falta algo en su interior. Por ello aprecia estos instrumentos musicales. Porque le acercan a una intimidad art¨ªstica.
P. La m¨²sica antigua tiene un creciente poder de atracci¨®n.
R. En la m¨²sica antigua se da una naturalidad de expresi¨®n muy ligada al idioma hablado. El alfa y el omega, el principio y el fin de hacer esta m¨²sica es el silencio. Si uno sale del silencio, alcanza un tipo de sensibilidad que est¨¢ en peligro de perderse en la vida moderna.
P. La m¨²sica antigua incluye repertorios de una belleza y una fuerza fabulosas.
R. Tenemos repertorios de muy alto valor. Desde principios del siglo XVI hasta la mitad del siglo XVIII hay tanta m¨²sica que uno nunca podr¨ªa tocarla en una sola vida. En el repertorio espa?ol contamos con obras maestras de m¨²sicos de alt¨ªsimo nivel como Mil¨¢n y Mudarra. Hablamos de obras en las que no existe nada de primitivo. En Francia e Italia tambi¨¦n hubo un magn¨ªfico nivel. Hablamos de una cultura superdesarrollada. Ahora estoy metido en el estudio de la m¨²sica isabelina, sobre todo en la obra del compositor y virtuoso del la¨²d ingl¨¦s John Dowland, que es la figura clave de este instrumento alrededor de 1600. Quiero hacer un disco con la m¨²sica de Dowland. Tambi¨¦n me interesa mucho Kapsberger, que en el siglo XVII realiza una revoluci¨®n en la expresi¨®n.
P. ?Conoc¨ªa Aracena?
R. Vine el a?o pasado. Me enamor¨¦ de Aracena por el clima, los campos, las encinas, la mezcla de agricultura con vistas y colinas incomparables... Tambi¨¦n me gusta que en Aracena la vida est¨¢ un poco fuera de la gran metr¨®polis.
P. ?C¨®mo es su experiencia de impartir clases?
R. Es un lugar de encuentro interesante. Hay alumnos de todos los niveles y un equipo internacional de profesores. Parece una aportaci¨®n ideal para volver a la fuente de inspiraci¨®n musical. Hay alumnos procedentes de Espa?a. Y tambi¨¦n de Italia y Jap¨®n. Se produce una mezcla de niveles. Es un lugar donde se puede hallar a gente con una gran experiencia musical.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.