Una presidencia fuera de tono

La irrupci¨®n de Silvio Berlusconi al frente de la presidencia de la Uni¨®n Europea ha causado importantes da?os colaterales a la primera de cambio al llamar kapo (prisionero colaboracionista en los campos de concentraci¨®n) al eurodiputado alem¨¢n Martin Schulz, vicejefe del Grupo Socialista. El incidente no s¨®lo origin¨® la inmediata convocatoria de los respectivos embajadores italiano y alem¨¢n, algo ins¨®lito en la Uni¨®n, sino que ha puesto en guardia a unos l¨ªderes que ven debilitada su relaci¨®n mutua en el Consejo Europeo cuando intentan cerrar sus heridas por la guerra de Irak.

"Todo se complica m¨¢s ahora que Europa debe centrarse en temas tan sensibles como el proyecto de Constituci¨®n o la recuperaci¨®n de la confianza entre los jefes de Estado y Gobierno", opinan fuentes diplom¨¢ticas oficiales en Bruselas. Los hechos as¨ª lo demuestran. El canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der, exigi¨® que se disculpara Berlusconi, que le telefone¨® en la tarde del jueves, al d¨ªa siguiente del incidente registrado en Estrasburgo. "Cuesti¨®n cerrada", anunci¨® el canciller al asegurar que Il Cavaliere hab¨ªa pedido excusas.

S¨®lo los periodistas en Bruselas parecen encantados porque nadie da tantos titulares

Para entonces, tres Gobiernos europeos (Suecia, Holanda y Luxemburgo), adem¨¢s del alem¨¢n, hab¨ªan exigido al l¨ªder italiano que se disculpara. Seg¨²n diversas agencias de noticias, la ministra sueca de Exteriores, Anna Lindh, dijo que Berlusconi "deber¨ªa presentar sus excusas"; el primer ministro holand¨¦s, Jan Peter Balkenende, le pidi¨® que retirara sus palabras, y su hom¨®logo luxemburgu¨¦s, Jean-Claude Juncker, reclam¨® "excusas formales".

Aunque Schr?der calm¨® algo las aguas al declarar cerrado el asunto, Berlusconi agri¨® m¨¢s la fiesta cuando el viernes aclar¨® en Roma que ni hab¨ªa presentado disculpas ni se hab¨ªa excusado, sino que simplemente hab¨ªa transmitido a Schr?der que todo se hab¨ªa debido a "una mala interpretaci¨®n de lo que pretend¨ªa ser un chiste ir¨®nico". Pero por nada del mundo se excusar¨ªa ante Schulz, porque ¨¦ste era el que le hab¨ªa ofendido cuando puso en duda la honradez de Il Cavaliere en el conflicto de intereses entre sus empresas y su poder pol¨ªtico.

Schulz, de 47 a?os, ex librero y alcalde de Wuerselen (35.000 habitantes) hasta 1999, ten¨ªa precedentes. En 2001, antes de las elecciones italianas de mayo que gan¨® el entonces eurodiputado Berlusconi, acus¨® de ocultar la verdad a la entonces presidenta de la Euroc¨¢mara, Nicole Fontaine (PPE), a ra¨ªz de que el Gobierno espa?ol y el propio Parlamento Europeo protagonizaran sospechosas maniobras que frustraron la petici¨®n del juez Garz¨®n de levantar la inmunidad de Berlusconi por su implicaci¨®n en el caso Tele 5.

Al margen de si Berlusconi recordaba o no el mi¨¦rcoles pasado ese detalle, en el Parlamento Europeo a¨²n no dan cr¨¦dito a lo ocurrido. Schulz, el eurodiputado alem¨¢n m¨¢s famoso esta semana, dijo tras el incidente que el insulto lo era tambi¨¦n "a las v¨ªctimas de los campos de concentraci¨®n", y no ocult¨® las repercusiones negativas de lo ocurrido para Italia y Alemania. De hecho, consider¨® "muy extra?o" que le hubiera atacado el l¨ªder de un pa¨ªs que tuvo de jefe de Estado al fascista Benito Mussolini mientras que en Alemania ¨¦l, Schulz, comulga con los movimientos "antifascistas, antirracistas y antixen¨®fobos".

El presidente de la Euroc¨¢mara, Pat Cox, intenta negociar personalmente una f¨®rmula para evitar una posible crisis institucional y, sobre todo, un esc¨¢ndalo may¨²sculo en la pr¨®xima comparecencia de Berlusconi el pr¨®ximo octubre. "En estas circunstancias no puede volver al Parlamento; conviene que reflexione este fin de semana y ofrezca una f¨®rmula satisfactoria", declar¨® el viernes Enrique Bar¨®n, presidente de los eurodiputados socialistas, que describe as¨ª al l¨ªder italiano: "Es una mezcla de vendedor de crecepelo y de megaloman¨ªa napole¨®nica".

M¨¢s comprensivo con el italiano se muestra Gerardo Galeote, del PP, el partido que facilit¨® el ingreso en el Partido Popular Europeo (PPE) de Forza Italia, la formaci¨®n de Berlusconi por la que ¨¦l mismo fue eurodiputado, casi siempre ausente, hasta mayo de 2001. "Schulz se excedi¨®; Cox gestion¨® mal el debate por no quitar la palabra a algunos, y Berlusconi quiso quitar hierro en tono jocoso, pero su tono fue inadecuado y eligi¨® mal sus palabras". "Damos por zanjado el asunto", agrega.

S¨®lo los populares parecen querer olvidar el asunto. Romano Prodi, presidente de la Comisi¨®n y su enemigo pol¨ªtico en Italia, opta por el forzado silencio. Prudentemente, el Gobierno alem¨¢n recomienda tambi¨¦n a Il Cavaliere que reflexione este fin de semana. Otros van mucho m¨¢s lejos. La delegaci¨®n de Dinamarca en el Consejo de Europa, informa France Presse, quiere que esta instituci¨®n se interese por la ley de inmunidad para Berlusconi mientras sea primer ministro y la concentraci¨®n de medios de comunicaci¨®n que tiene.

El incidente ha ocultado otros datos del inicio de la presidencia italiana de la Uni¨®n. Algunos tan importantes como su programa de prioridades, que incluye organizar en Erice (Sicilia) la Conferencia Internacional de Paz sobre Oriente Pr¨®ximo en competencia con Espa?a, que tambi¨¦n aspira a alojarla. Otros tan anecd¨®ticos como la diseminaci¨®n de esculturas romanas por el Parlamento o el Consejo, donde se ha situado una estatua de dos metros del emperador Marco Aurelio procedente de N¨¢poles.

.