Un mill¨®n de turistas
Pues ya est¨¢ aqu¨ª el consabido mill¨®n de turistas. Turistas de la cultura, del deporte de riesgo, y por descontado que de la democracia. ?Qu¨¦ idea m¨¢s fina la del "turismo de la democracia"! Pasado a mejor gloria el pensamiento d¨¦bil, de Italia llegan ideas recias y contundentes. Pero aun en su en¨¦rgica reciedumbre, los sopapos dial¨¦cticos del Cavaliere hilan m¨¢s fino que la abrupta rusticidad de nuestro muy crecido presidente del Gobierno foral.
El otro d¨ªa, el presidente llam¨® al alcalde socialista de Bara?ain "imb¨¦cil". "Imb¨¦cil, pol¨ªticamente hablando", precis¨® luego nuestra primera autoridad.
La precisi¨®n es de agradecer, aunque el ep¨ªteto no parece apropiado. Menos apropiado todav¨ªa si tiene en cuenta que su significado es el de "d¨¦bil", y que el alcalde as¨ª insultado soporta con entereza la amenaza de su propia vida. Eso s¨ª, el t¨¦rmino es italianizante: "Parola pi¨´ latina che spagnola", dicen los diccionarios. Nuestro presidente del Gobierno no ha podido estar m¨¢s en sinton¨ªa con los aires italianos del momento. Adem¨¢s, cual Cavaliere, se ha negado a presentar excusas.
De Italia llegan ideas recias y contundentes ?Qu¨¦ idea m¨¢s fina esa del "turismo de la democracia"!
D¨¦bil, lo que se dice d¨¦bil, o al menos un poco flojo de car¨¢cter, ten¨ªa que ser aquel concejal de la misma localidad y del mismo partido que el del presidente, que en la pasada legislatura dej¨® un descubierto de tama?o regular, a base de llamar compulsivamente con el m¨®vil municipal a los programas nocturnos de televisi¨®n. A esos programas en los que sale Pocholo y otros int¨¦rpretes de mucho ¨¦xito sanferminero.
Descubierto el pastel telef¨®nico, al hombre le quitaron el m¨®vil y present¨® la dimisi¨®n. Entonces fue muy extra?o que el presidente del Gobierno declarase que ese turista de la democracia (¨¦se s¨ª que s¨ª), por el simple hecho de dimitir, era "un ejemplo ¨¦tico" para todos nosotros.
Ahora, aquellas declaraciones del presidente no parecen tan extra?as: italianizada la pol¨ªtica, los concejales que van dejando descubiertos y otros rastros de lo m¨¢s comentados, son un modelo ¨¦tico, y los dem¨¢s, esa palabra "pi¨´ latina che spagnola".
En la localidad natal del jefe del Ejecutivo navarro, donde los compa?eros del turista desmovilizado dejaron un reguero de turbiedades urban¨ªsticas y muy abundantes muestras de abrupta rusticidad dial¨¦ctica, no han entendido bien las aires que vienen de Italia y han mandado a todos los hombre del presidente a la oposici¨®n, lugar en el que su incomodidad ser¨¢ mucha, siendo ¨¦se, como es su italianizante pensamiento, el sitio natural de los turistas y despotenciados.
As¨ª que entre nuestro mill¨®n de visitantes (a cada cual lo suyo: en Galicia Fraga y su mill¨®n de vacas, aqu¨ª nuestro r¨²stico mandatario y el mill¨®n de turistas) tiene que haber m¨¢s de un turista de la democracia. Habr¨¢ tambi¨¦n mucho turista de la cultura, por lo que el presidente, previsoramente, ha procedido a unificar los departamentos de Cultura y Turismo.
Con los turistas de la cultura no sabemos bien qu¨¦ hacer. Algunos grandes edificios que inauguramos para las elecciones est¨¢n a falta de mucha obra para abrirse al p¨²blico y el macroproyecto de museo virtual de los sanfermines hubo que cambiarlo de lugar, pues donde estaba previsto iban a llev¨¢rselo las riadas. De aluvi¨®n tambi¨¦n tenemos a los turistas del deporte de riesgo, pero a esos ya los habr¨¢n visto en las televisiones a las que la alcaldesa da licencia y pl¨¢cet.
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