Zambullida espectacular en el Sant Jordi
La ceremonia inaugural enfatiz¨® la trascendencia y la carga emocional que Barcelona confiere al Mundial
Si cae alg¨²n r¨¦cord, si en un lejan¨ªsimo d¨ªa Ian Thorpe llega a ser abuelo y trata de explic¨¢rselo a sus nietos, all¨¢ en las ant¨ªpodas, Barcelona desea haberse ganado el derecho a aparecer en la primera frase del relato. No ser¨¢ como otro de los incontables r¨¦cords obtenidos por el n¨²mero uno mundial. Habr¨¢ llegado en una piscina, en una ciudad que se ha volcado en los Campeonatos del Mundo. Barcelona, ayer qued¨® perfectamente reflejado en la ceremonia inaugural, no s¨®lo se ha volcado en la utilizaci¨®n de todos los medios a su alcance. Le ha dado una vuelta de tuerca a la imaginaci¨®n y a las filosof¨ªas organizativas al uso para conferir la mayor espectacularidad posible a un deporte tan universal y b¨¢sico como la nataci¨®n. En ese sentido, la ceremonia fue una aut¨¦ntica declaraci¨®n de intenciones.
El p¨²blico barcelon¨¦s se volc¨®;tanto, que sorprendi¨® a la propia empresa. Nadie se lo quer¨ªa perder. Los organizadores no dieron abasto con las entradas. El aforo del Palau Sant Jordi, restringido a 12.000 espectadores dadas las necesidades de instalaci¨®n de la ultramoderna piscina flotante en su interior, result¨® insuficiente. Tambi¨¦n los deportistas se quedaron con las ganas. Para agilizar la ceremonia s¨®lo desfil¨® un abanderado de cada uno de los 165 pa¨ªses representados. La delegaci¨®n de Irak, que lleg¨® ayer mismo a Barcelona y que consta de tres nadadores, fue la m¨¢s ovacionada. En contraste, la aparici¨®n de la de Estados Unidos provoc¨® divisi¨®n de opiniones, producto de los rescoldos dejados por la guerra. La apoteosis se produjo cuando irrumpi¨® el abanderado espa?ol, el portero de la selecci¨®n de waterpolo Jes¨²s Roll¨¢n.
Las aglomeraciones de p¨²blico ansioso por entrar al recinto, combinadas con las medidas de seguridad provocaron un ligero retraso respecto al horario de inicio previsto, las ocho de la tarde. El espect¨¢culo se vio favorecido por la ac¨²stica del Palau Sant Jordi y la m¨²sica compuesta por Albert Guinovart, la majestuosidad de la piscina y la imaginaci¨®n de la compa?¨ªa teatral Comediants.
Presidieron la ceremonia los duques de Palma, la infanta Cristina e I?aki Urdangar¨ªn, la ministra de Cultura y Deportes, Pilar del Castillo, el presidente de la Generalitat y su esposa, Jordi Pujol y Marta Ferrusola, el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el presidente de la Federaci¨®n Internacional de Nataci¨®n, Mustapha Larfaoui, que ayer por la ma?ana se encarg¨® de anunciar que Melbourne, en detrimento de R¨ªo de Janeiro y Abu Dabi, ser¨¢ la ciudad que organice los Campeonatos del Mundo de 2007.
Uno de los momentos m¨¢s emocionantes se produjo cuando los representantes de los 165 pa¨ªses que competir¨¢n durante las dos pr¨®ximas semanas en Barcelona, rodearon el per¨ªmetro de la piscina y vertieron en ella las aguas de todos los oc¨¦anos, un ritual que simboliz¨® el deporte como uni¨®n entre las culturas. A ello se refiri¨® Joan Clos en su discurso inaugural en el que hizo referencia al F¨°rum que el a?o pr¨®ximo tendr¨¢ lugar en Barcelona, seg¨²n dijo, "para dialogar por la paz, sobre la vida sostenible y la diversidad. Ser¨¢ el primer foro universal de las culturas. No habr¨¢ paz fuera del di¨¢logo. Un mundo nuevo es posible, un mundo en paz. Y lo queremos decir en vuestra presencia, aqu¨ª, en Barcelona". Y concluy¨®: "Competid. Os llevar¨¦is un trozo del esp¨ªritu de Barcelona, un trozo que habr¨¦is contribuido a crear".
El Palau Sant Jordi, con la participaci¨®n del p¨²blico, provisto de abanicos, acab¨® escenificando un mar repleto de olas. Acabada la primera fiesta, empiezan hoy las pruebas deportivas de los Mundiales de Barcelona.
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