El Consejo Nuclear detecta nuevas grietas en tubos del reactor de Garo?a
La central debe presentar una soluci¨®n definitiva a un problema que empez¨® en 1982
Santa Mar¨ªa de Garo?a, la nuclear burgalesa conocida por los ecologistas como la central de las mil y una grietas, no acaba de solucionar sus problemas. En un informe del Consejo de Seguridad Nuclear elaborado en mayo se detalla que en las dos ¨²ltimas inspecciones se ha observado un crecimiento en la profundidad de las grietas que hay en los tubos de penetraci¨®n de la vasija del reactor y se han encontrado "nuevos defectos localizados en zonas diferentes a las usuales". La planta estudia una soluci¨®n que el Consejo debe aprobar y que podr¨ªa aplicarse en 2005.
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) sabe del problema de las grietas en Garo?a (Burgos) desde 1982, diez a?os despu¨¦s de su entrada en funcionamiento. Por los tubos de acero en los que se han detectado las grietas, llamados penetraciones, se deslizan las barras de control con una precisi¨®n milim¨¦trica, y sirven de freno a las reacciones de fisi¨®n nuclear del reactor. Cuando empezaron los problemas, la central utiliz¨® varios m¨¦todos para cerrar las fisuras, el ¨²ltimo de ellos el sellado mec¨¢nico, que se ha usado en 55 de los 97 tubos que hay en la vasija del reactor.
Durante estos a?os el CSN ha comprobado que, gracias a los parches, no ha habido fugas. Pero los ¨²ltimos an¨¢lisis efectuados concluyeron que, en algunos casos, el sellado mec¨¢nico "no podr¨ªa garantizar la integridad" de estos tubos y, por tanto, "su capacidad operacional".
Nuclenor, la titular de esta central, en la que Endesa e Iberdrola comparten acciones al 50%, ha organizado un grupo de trabajo que estudia una soluci¨®n definitiva distinta del sellado mec¨¢nico, el expansionado, pero consideran que el estado de la central no requiere su aplicaci¨®n urgente. "En los pr¨®ximos meses licenciaremos una de estas soluciones que estudiamos", aclar¨® el asesor de Comunicaci¨®n de Nuclenor, Antonio Corned¨®.
Es el CSN quien tiene que licenciar la nueva soluci¨®n que presente la central para sellar las grietas, porque consideran que el sellado mec¨¢nico ya no es un remedio definitivo. Si el Consejo da el visto bueno, presumiblemente en la pr¨®xima parada de recarga de Garo?a, en 2005, se implantar¨ªa el nuevo sistema, lo que obligar¨ªa, "l¨®gicamente" a parar por m¨¢s tiempo del usual.
Mientras ese d¨ªa llega, en la parada de marzo los inspectores detectaron la necesidad de reforzar el sellado mec¨¢nico de otra grieta, y se ha observado "un ligero crecimiento siguiendo las tendencias anteriores" en la profundidad de algunas fisuras que todav¨ªa no hab¨ªan necesitado sellado. Los inspectores han encontrado, adem¨¢s, "nuevos defectos" en aquellos tubos de penetraci¨®n ya reparados, tanto en la zona sellada como en la que est¨¢ libre de parches. Entienden en el CSN que estos "nuevos defectos localizados en zonas diferentes a las consideradas usuales" son, pues, de "nueva aparici¨®n".
Sin embargo, Nuclenor opina que "a lo mejor las grietas no son de nueva aparici¨®n sino que, con las t¨¦cnicas anteriores, no se ve¨ªan y ya estaban all¨ª".
En esta ¨²ltima parada se han inspeccionado 13 tubos de los 97. El asesor de Comunicaci¨®n del Consejo, Francisco Morales, explica que "algunos defectos son complicados de seguir por el lugar en el que se encuentran" y considera que las grietas de Garo?a "no dejan de ser un problema, pero no para la seguridad". El caso, dice, a¨²n no es preocupante y explica que el proceso de agrietamiento "es lento".
"?Cu¨¢nto de lento? ?Hasta cu¨¢ndo puede aguantar la central con los defectos que van apareciendo?", se preguntan los ecologistas de Greenpeace. Santa Mar¨ªa de Garo?a tiene licencia para funcionar hasta 2009, pero puede que esto se prorrogue. De hecho, Nuclenor espera "llegar a ese a?o en las mejores condiciones t¨¦cnicas, de seguridad y de rentabilidad empresarial". Si a partir de ah¨ª pueden "garantizar que la central sigue funcionando en esas mismas condiciones" pedir¨ªan seguir, afirma Corned¨®.
"Es lamentable que teniendo una posible soluci¨®n definitiva y viendo que el problema se agrava con el tiempo, no se aplique de una vez por todas", se queja Carlos Bravo, de Greenpeace. "No es comprensible que la central no inspeccione en cada una de las paradas el total de los tubos de penetraci¨®n. Si s¨®lo se han revisado 13 se est¨¢ jugando a la ruleta rusa y no podemos saber si la pr¨®xima inspecci¨®n llegar¨¢ demasiado tarde", lamenta Bravo.
Greenpeace exige que, "se programe una fecha de cierre definitivo para esta nuclear vieja y peligrosa".
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