Sin piedad
En los pocos parajes de costa que a¨²n quedan m¨¢s o menos v¨ªrgenes, los bulldozers atacan de forma implacable. No s¨®lo construyendo urbanizaciones (proyectos en D¨¦nia, Cabanes, Guadalest, Altea...), sino intentando ampliar los puertos (Campomanes, Altea, J¨¢vea). No les importa arrasar paisajes o fondos marinos. Su fin, supongo, es ganar dinero. Su medio es cubrir de cemento los m¨¢ximos metros posibles de nuestra costa. Y m¨¢s que nuestra deber¨ªa decir suya. Todo aquello de lo que pod¨ªamos disfrutar est¨¢ siendo destruido para construir urbanizaciones. Ahora sufrimos la tristeza de ver c¨®mo los ¨¢rboles son sustituidos por cemento, el agua del mar se enturbia con residuos, los peces mueren y los caminos son fragmentados. En el futuro s¨®lo los nombres de las urbanizaciones que destruyeron esta maravillosa costa nos la recordar¨¢n: Entre Pinos, Jardines del Mar...
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.