La quinta de las olvidadas
Sin atenci¨®n ni dinero, el waterpolo femenino sorprende en Barcelona
Forman parte de la expedici¨®n espa?ola de nataci¨®n, pero pocos las hacen caso. Son las chicas del waterpolo. Y aunque hoy disputan los octavos de final ante Alemania, tras ganar en la primera fase a Kazajist¨¢n y perder tan s¨®lo por un gol frente a Italia, ni m¨¢s ni menos que las campeonas del mundo, no consiguen despertar la misma admiraci¨®n que los chicos. Las chicas obtendr¨¢n un premio de la Federaci¨®n si concluyen en sexto lugar.
En el ¨²nico Mundial que participaron, en Perth 98, fueron novenas. Su mejor resultado: cuartas en los Europeos de Sevilla 97. Desde entonces, tres sextos puestos en Prato, Budapest y Liubliana. "Por el momento", dice Elisabeth Fuentes, la capitana, "debemos conformarnos con unas dietas rid¨ªculas que nos obligan a gastar nuestro propio dinero cuando vamos con la selecci¨®n". La Federaci¨®n les paga s¨®lo 21 euros por d¨ªa y no siempre, s¨®lo durante la competici¨®n.
Habitualmente, la selecci¨®n las requiere unos cuatro meses por a?o. Y si quieren seguir en el equipo nacional deben renunciar en muchos casos incluso al trabajo. "Eso me ocurri¨®", confiesa Ana Ram¨ªrez, de 25 a?os. "Soy farmace¨²tica y ten¨ªa un trabajo m¨¢s o menos estable. Pero los propietarios no entend¨ªan que les pidiera tantos permisos". Una situaci¨®n similar vivi¨® Fuentes, de 29 a?os. "Trabajaba de delineante. Llevaba ocho a?os en una empresa y combinaba las concentraciones con las vacaciones. Hace un a?o y medio me pusieron problemas. La selecci¨®n exige mucha dedicaci¨®n. Ahora vivo del paro". Mariona Ribera, de 26 a?os, ha tenido m¨¢s suerte. "Trabajo de farmac¨¦utica y puedo compaginarlo. Me entreno los mediod¨ªas y no me ponen trabas para viajar".
La mayor¨ªa son estudiantes o licenciadas. Pero pocas obtienen subvenciones. "Las m¨¢s j¨®venes cobran una beca ARC, que no sobrepasa las 200.000 pesetas por a?o", explica Gaspar Ventura, el seleccionador. "A otras se las han quitado por la edad". Y eso es todo. El resto deben ponerlo ellas: las horas, el dinero, los desplazamientos.
En estas condiciones resulta muy dif¨ªcil poder competir al m¨¢s alto nivel. "Y m¨¢s", agrega Ventura, "si tenemos en cuenta que la mayor parte de nuestras rivales aqu¨ª en Barcelona reciben un sueldo que oscila entre las 200.000 y las 300.000 pesetas mensuales".
Vistas las perspectivas, Elisabeth Fuentes ha tomado ya una decisi¨®n. "Lo dejo. Abandono tras los Mundiales. Creo que ya me he sacrificado mucho. Y seguir as¨ª ser¨ªa un error. Estoy cansada y no veo ninguna posibilidad de poder seguir implic¨¢ndome al 100%". Tambi¨¦n Mariona Ribera y Ana Ram¨ªrez debaten la misma tesitura. "As¨ª no puedo seguir otro a?o. He aguantado porque era en Barcelona, y por amor al arte", afirma Ribera. Y Ram¨ªrez prosigue: "Tengo ganas de establecerme, de hacer una vida m¨¢s normal".
Aunque el waterpolo femenino ha dado un vuelco en Espa?a desde la creaci¨®n de una Liga regular hace siete a?os, el futuro de la selecci¨®n pasa, b¨¢sicamente, por obtener el apoyo institucional. "Ahora hay una base muy bien estructurada", comenta el seleccionador Gaspar Ventura. "Hay una Divisi¨®n de Honor con ocho equipos, una Primera Divisi¨®n con seis, y campeonatos de Espa?a juniores, juveniles, cadetes e infantiles. Falta algo de competici¨®n, porque hay dos equipos -Sabadell y Mediterr¨¢neo- dominantes. Pero se est¨¢n moviendo alrededor de 900 mujeres. Hay futuro, pero para estar en la ¨¦lite eso no basta".
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