El chupete de Claudia
"Es el comienzo de una carrera", dijo Carlos Sastre tras su victoria en Ax-3 Domaines
Por la ma?ana, en el horno de Toulouse, cuando a¨²n hablar de monta?as, de Pirineos, era hablar de frescura, sombras y verdor, Francisco Mancebo era una persona optimista que hab¨ªa afilado el cuchillo a petici¨®n de Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri y hablaba de atacar. "No os preocup¨¦is, que si me veo bien, ataco", dec¨ªa a sus amigos. Mientras, como todas las ma?anas, el gesto m¨¢s importante del d¨ªa, Carlos Sastre se met¨ªa en el bolsillo del maillot, junto a las barritas energ¨¦ticas, los pastelillos de arroz y una gorra, un chupete rosa. Luego se subi¨® a la bicicleta y escuch¨® a sus piernas. Le hablaron optimistas. "El chupete es mi hija Claudia, que va a hacer dos a?os", explic¨®. "Me lo meto en el bolsillo para acordarme de lo m¨¢s importante de la vida, para pens¨¢rmelo dos veces antes de arriesgar en un descenso".
Terminada la etapa, cuando los puertos de los Pirineos m¨¢s que promesa de frescura eran memoria del infierno, Mancebo, que antes de empezar el Tour so?aba con el podio, se dej¨® caer en el asiento trasero de la furgoneta del equipo, se bebi¨® de un trago una botella de agua, y dijo, los ojos perdidos: "Pensaba que iba a estar mejor, pero esto es lo que hay". Tambi¨¦n de sufrimiento eran los recuerdos de Sastre, pero ¨¦ste no se dej¨® caer hundido en ninguna parte, sino que subi¨®, orgulloso y serio, al podio, ganador de etapa del Tour, etapa de alta monta?a. Nunca han estado tan lejos uno de otro los dos chavales que hace 10, 12 a?os compart¨ªan bromas, confidencias y alegr¨ªas en el asiento trasero del 1.430 ranchera en que V¨ªctor Sastre, el padre de Carlos, los llevaba a las carreras por los pueblos y los puertos de ?vila y Segovia.
Carlos Sastre es del El Barraco (?vila) y le salieron los dientes viendo al ¨ªdolo local, el salvaje ?ngel Arroyo, atreverse con todo lo que se le pon¨ªa por medio en su primer Tour, en 1983, y hasta le vio ganar la cronoescalada del Puy de D?me, subir al podio junto a Fignon, y ganar en Morzine el a?o siguiente. ?ngel Arroyo es tambi¨¦n el nombre de la escuela de ciclismo, del equipo, que organiz¨® V¨ªctor Sastre para los j¨®venes del pueblo. Por all¨ª pas¨® Chava Jim¨¦nez -otro escalador del pueblo que es el cu?ado de Carlos Sastre-, y m¨¢s tarde, en tropel brillante y ¨²nico, entraron Sastre hijo, Mancebo, Lastras, Navas, Curro Garc¨ªa, una generaci¨®n deslumbrante que pas¨® en bloque al Banesto amateur, porque V¨ªctor Sastre era amigo de Ech¨¢varri, era su ojeador en tierras de Castilla. Pero llegado el momento del salto al equipo profesional, Sastre hijo, serio, de car¨¢cter, maduro, impaciente, dotado de una gran autoestima, un a?o mayor que Mancebo y compa?¨ªa, sinti¨® que se le dejaba atr¨¢s y, en septiembre de 1997, en una acci¨®n rel¨¢mpago e inesperada, se comprometi¨® con la ONCE de Manolo Saiz, por entonces enemigo irreductible del Banesto. Origin¨® una crisis de fe que termin¨®, tres a?os despu¨¦s, con el cierre del Banesto amateur.
Con Manolo Saiz tampoco se entendi¨® mejor Sastre. Tambi¨¦n se sinti¨® menospreciado. Siempre aspiraba a m¨¢s. "Manolo nunca me dar¨ªa libertad en el Tour, con ¨¦l siempre ser¨ªa un gregario", dijo. El a?o pasado, gracias a su amigo Jalabert, se fue al CSC de Riis. Ayer, al fin, justific¨® sus exigencias. "Hoy es el comienzo de una carrera nueva", dijo en la sala de prensa.
Lo hizo despu¨¦s de ganar la etapa, de cruzar la meta de la estaci¨®n de esqu¨ª de 3 Domaines, pegada a Andorra, con el chupete de su hija Claudia en los labios, homenaje infantil y cari?oso. Lo hizo despu¨¦s de ganar una etapa que, como el triunfo de su paisano Julio Jim¨¦nez en el Puy de D?me de 1964, el d¨ªa del codo a codo Anquetil-Poulidor, quiz¨¢s pase a la historia m¨¢s por el duelo que mantuvieron los grandes favoritos a sus espaldas, que por su victoria.
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