Pol¨ªtica y dinero

En EE UU, las posibilidades reales de un candidato presidencial se miden en d¨®lares. Esta premisa permite obtener dos conclusiones rigurosamente matem¨¢ticas: que Howard Dean es el favorito entre los dem¨®cratas y que ninguno de los nueve tiene ahora nada que hacer frente a una m¨¢quina de hacer dinero electoral llamada George W. Bush.

Seg¨²n los datos del segundo trimestre facilitados por la Comisi¨®n Electoral Federal, Howard Dean recaud¨® m¨¢s dinero que cualquiera de los otros aspirantes de su partido. Sus ingresos por donaciones entre abril y junio suman aproximadamente 7,5 millones de d¨®lares, m¨¢s de lo que ning¨²n dem¨®crata ha recaudado hasta ahora. Este sistema fr¨ªo de medici¨®n de ¨¦xito sit¨²a en segundo y tercer lugar a John Kerry, con seis millones recaudados, y a John Edwards, con cinco.

En la pol¨ªtica estadounidense, quienes donan dinero no suelen hacerlo por pura consistencia ideol¨®gica, sino por algo m¨¢s mercantilista: esperan ganar "acceso al poder" si su candidato logra la victoria. Cuanto mayor es la donaci¨®n, mayores son las contrapartidas que esperan quienes regalan el dinero. Por eso la recaudaci¨®n de Howard Dean ofrece otra particularidad digna de menci¨®n, casi hist¨®rica en este pa¨ªs: la mayor parte del dinero que ha conseguido procede de peque?as donaciones, es decir, de gente que no espera nada a cambio.

El ejemplo de Bush es el opuesto: en su campa?a presidencial del a?o 2000, el 74% del dinero que acumul¨® proced¨ªa de unos pocos donantes con amplias cuentas corrientes. Su equipo de campa?a ni siquiera se molesta en fomentar las peque?as donaciones porque son conscientes de que no las necesitan: durante el segundo trimestre del a?o, Bush ha recaudado 34,4 millones de d¨®lares para su campa?a presidencial de 2004, una cifra que supera con creces lo que han recaudado, en total, los nueve aspirantes a la candidatura dem¨®crata.