Castillejo y el PP echan el candado a Cajasur

El sacerdote Miguel Castillejo ha cerrado esta semana el c¨ªrculo que empez¨® a trazar hace un a?o para aislar a Cajasur de las iniciativas de la Junta de Andaluc¨ªa, que persiguen eliminar sus privilegios y los de la Iglesia cat¨®lica en la entidad cordobesa. Lo ha hecho de la mano del PP y, en su estilo, ha dejado claro que conserva su posici¨®n de supremac¨ªa en la Iglesia y en la caja: a principio de mes celebr¨® una misa multitudinaria en la catedral de Sevilla, a la que sigui¨® un almuerzo con 6.500 invitados (a 60 euros el cubierto), para festejar sus 50 a?os como sacerdote. A los actos no faltaron el secretario de los populares andaluces, Antonio Sanz, ni el delegado del Gobierno central en Andaluc¨ªa, Juan Ignacio Zoido.

El Constitucional lleva tres a?os y medio sin pronunciarse sobre la Ley de Cajas andaluza, que pretend¨ªa eliminar privilegios eclesi¨¢sticos

Jim¨¦nez Becerril, un asesor de Arenas, ocupa el puesto de consejero delegado para reflejar el nuevo equilibrio de fuerzas en la entidad

Javier Mart¨ªnez tambi¨¦n llen¨® de feligreses la mezquita catedral de C¨®rdoba a finales de mayo. Pero su misa ten¨ªa otro significado: Mart¨ªnez dejaba el Obispado de C¨®rdoba, desde donde hab¨ªa criticado con dureza la gesti¨®n de Castillejo, camino del Arzobispado de Granada, el nuevo destino que le busc¨® la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica para zanjar su enfrentamiento p¨²blico con el presidente de Cajasur. Si Castillejo se apoy¨® en altas instancias de la Conferencia Episcopal y El Vaticano para salir airoso de las muchas cr¨ªticas internas, para zafarse de las iniciativas de la Junta del socialista Manuel Chaves estableci¨® una relaci¨®n simbi¨®tica con el PP. Una relaci¨®n que ha fructificado esta semana en un nuevo consejo de administraci¨®n que perpet¨²a el poder de la Iglesia, margina a los representantes del PSOE y reserva el puesto de consejero delegado a Francisco Jim¨¦nez Becerril, un hombre del secretario general del PP, Javier Arenas, para reflejar el nuevo equilibrio de fuerzas.

La adhesi¨®n del PP a la causa de Castillejo viene de lejos. El Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar sali¨® al corte del primer intento de la Junta de rebajar las singularidades de Cajasur, controlada por la Iglesia. En 2000 par¨® en el Tribunal Constitucional la Ley de Cajas andaluza. Luego redact¨® en la Ley Financiera (noviembre de 2002) un art¨ªculo exclusivo para Cajasur que quita el control administrativo de la caja a la Junta y, de modo excepcional, se lo confiere al Ministerio de Econom¨ªa. Y en enero valid¨® los nuevos estatutos de Cajasur, que intensifican a¨²n m¨¢s el control de la Iglesia (su cuota de poder pasa del 35% al 46% en los ¨®rganos de gobierno).

Los nuevos estatutos abrieron un proceso electoral vertiginoso que culmin¨® esta semana con la confirmaci¨®n de Castillejo en la presidencia (lleva casi tres d¨¦cadas ) y de Jim¨¦nez Becerril en la vicepresidencia. Entretanto, las iniciativas de la Junta -la ¨²ltima es exigir al sacerdote que deje el cargo por cobrar de la caja (475.000 euros) y como can¨®nigo- se han frenado en la v¨ªa contencioso-administrativa. Y su denuncia sobre la gesti¨®n de Castillejo por apropiaci¨®n indebida y falsificaci¨®n contable est¨¢ pendiente ahora de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n.

El entramado legal que ha urdido el Gobierno ha permitido a Castillejo tejer una red de seguridad para asegurar la presencia de la Iglesia en la caja. S¨®lo una decisi¨®n del Constitucional puede a¨²n hacer un roto a ese traje, pero para entonces -el Tribunal lleva tres a?os y medio sin pronunciarse sobre la legalidad de la Ley de Cajas andaluza-, puede tambi¨¦n que Castillejo haya celebrado ya, en su estilo, su salida de Cajasur.