Ayala afirma que la sociedad espa?ola vive en "un estado de desconcierto"
El escritor se re¨²ne en Sevilla con los integrantes del patronato de su fundaci¨®n
El escritor Francisco Ayala (Granada, 1906) camina por el mundo con lucidez y curiosidad a sus 97 a?os. Con atuendo elegante, paso resuelto y mirada firme, el autor granadino dio ayer en Sevilla una lecci¨®n de "modesto buen sentido", una de las cualidades que le ayudan a seguir adelante. "La sociedad espa?ola, como el resto de sociedades occidentales, se encuentra en un momento muy cr¨ªtico, de dudas, de no saber qu¨¦ hacer. Se encuentra en un estado de desconcierto general. Y eso cada cual puede afrontarlo como mejor le d¨¦ Dios a entender", afirm¨® Ayala.
El escritor granadino se reuni¨® en Sevilla con los integrantes del Patronato de la Fundaci¨®n Francisco Ayala. La consejera de Cultura de la Junta andaluza, Carmen Calvo, el alcalde de Granada, Jos¨¦ Torres Hurtado, y representantes de las universidades de Granada, Sevilla e Internacional de Andaluc¨ªa participaron en la reuni¨®n, que tuvo como uno de sus asuntos fundamentales la celebraci¨®n del centenario de Ayala en 2006.
El autor de El jard¨ªn de las delicias ironiz¨® sobre su propia lucidez cuando a su edad muchas personas prefieren olvidarse del mundo. "Hago lo que puedo. Y creo que todav¨ªa puedo bastante a pesar de todo. Para gran disgusto de algunos sigo en pie y uso una lucidez que no es m¨¢s que un modesto buen sentido y una honesta aproximaci¨®n a la realidad de las cosas", explic¨® el escritor. Ayala hizo hincapi¨¦ en que no le gusta extraviarse en "fantas¨ªas y falsas ilusiones".
El autor de Los usurpadores tampoco perdi¨® el buen humor cuando le preguntaron por los proyectos en los que anda metido. "Es un poco arriesgada la pregunta para una persona que tiene cierta edad. En cualquier caso, el que tenga curiosidad por lo que pienso y hago ah¨ª tiene mis obras", coment¨®. Ayala agreg¨® que m¨¢s que trabajar en algo se dedica a "ver con gratitud" la labor que otros realizan en torno a su obra.
La biograf¨ªa de Ayala da forma a un apasionante recorrido por las luces y las sombras, por la inteligencia y la pasi¨®n, del siglo XX espa?ol. Con s¨®lo 18 a?os public¨® su primera novela, Tragicomedia de un hombre sin esp¨ªritu. Aport¨® su talento a Revista de Occidente, el en¨¦rgico proyecto con el que Ortega y Gasset intent¨® limpiar de telara?as las mentes espa?olas. La Guerra Civil da?¨® su brillante carrera universitaria. El triunfo franquista lo convirti¨® en un exiliado.
Ayala conoci¨® la Espa?a del primer tercio del siglo XX, en la que intelectuales como Unamuno y Ortega ten¨ªan una voz decisiva en los vaivenes de la vida pol¨ªtica y social. ?Siguen los pensadores y fil¨®sofos teniendo un papel semejante en la Espa?a que se adentra en el siglo XXI? "Ha pasado el tiempo y han cambiado tantas cosas. Esta Espa?a de hoy no se parece en nada a la Espa?a de la ¨¦poca de mi juventud. El final de la Gran Guerra cambi¨® la faz del mundo entero y la faz de nuestro pa¨ªs", dijo. "Esos grandes intelectuales pertenecen a la historia, son ya figuras hist¨®ricas", se?al¨® en referencia a Unamuno y Ortega.
Ayala tambi¨¦n recurri¨® a la iron¨ªa al referirse a la cercan¨ªa de su centenario. "Lo dif¨ªcil no es el centenario; lo dif¨ªcil soy yo", asever¨® el escritor. "Los centenarios son actividades de gran generosidad, muy distintas unas de otras en la proyecci¨®n del personaje. Cada centenario debe acomodarse a la realidad de la persona evocada. No todo es igual", coment¨® Ayala. La consejera Carmen Calvo abund¨® en las palabras del escritor granadino. "El centenario de don Francisco Ayala es complicado porque ha hecho incursiones en muchos ¨¢mbitos de la creatividad. No va a ser tan f¨¢cil colocarle una etiqueta como a Luis Cernuda, Rafael Alberti o Mar¨ªa Zambrano", indic¨® Calvo.
La consejera de Cultura insisti¨® en que el Gobierno andaluz, las universidades de la comunidad y otras instituciones han cerrado filas para que Ayala obtenga el Premio Nobel. "Es algo justo para su obra, su vida coherente y su legado extraordinario que recorre el siglo XX", resumi¨® Calvo. Ayala dej¨® claro que no se ha movido en absoluto para que le concedan el galard¨®n. "Yo no he buscado ni he pedido ning¨²n premio", concluy¨® Ayala.
A continuaci¨®n, se reuni¨® el patronato de la Fundaci¨®n Francisco Ayala. Sus miembros abordaron, entre otros asuntos, la celebraci¨®n del simposio internacional Francisco Ayala y Am¨¦rica en 2004, la realizaci¨®n de producciones audiovisuales basadas en su obra y la publicaci¨®n de dos libros sobre el escritor.
"No tengo rencor a nadie"
La derrota de la Segunda Rep¨²blica llev¨® a Francisco Ayala al exilio. El escritor fue uno m¨¢s de la Espa?a peregrina que tanto lustre dio a la literatura. Varios pa¨ªses de Am¨¦rica -Argentina, Brasil, Estados Unidos...- se beneficiaron de su sabidur¨ªa. El exilio marc¨® algunas de sus obras m¨¢s importantes, como La cabeza del cordero (1949), Historia de macacos (1955) o Muertes de perro (1959).
Los a?os que vivi¨® en Latinoam¨¦rica dejaron en el autor una profunda huella. "Latinoam¨¦rica y Espa?a son lo mismo. Espa?a se ha pensado siempre como una unidad. Pues no es as¨ª. Hay muchas autonom¨ªas y cada una tiene su car¨¢cter, sus pretensiones", explic¨® Ayala. "El exilio tuvo su lado positivo y admirable y alg¨²n aspecto negativo, como la resignaci¨®n, que es una virtud cristiana, pero que pol¨ªticamente no es apreciable", coment¨®. Ayala critic¨® la tendencia al abandono y al lamento de la que adolecieron algunos exiliados.
Con todo, no tiene ninguna cuenta pendiente con los que le echaron de Espa?a. "Fue la situaci¨®n la que me oblig¨® a marcharme. No tengo rencor a nadie", dijo. Ayala agreg¨® que "la condici¨®n humana muestra lo peor en muchas ocasiones". Pero esto no es privativo de los espa?oles, matiz¨®.
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