Un hombre de la casa
Jos¨¦ Luis Madariaga ha trabajado toda su vida en la misma empresa. El pr¨®ximo presidente de PricewaterhouseCoopers en Espa?a lleg¨® a la oficina bilba¨ªna de la firma con 23 a?os, menos de los que ya lleva en la compa?¨ªa. Nacido en Bilbao, pero con casa, familia y coraz¨®n en Gernika, su dedicaci¨®n a la auditor¨ªa fue casi casualidad. Tras acabar la carrera, hacer la mili y pasar seis meses lavando platos en Londres para aprender ingl¨¦s, vio un anuncio en el peri¨®dico y decidi¨® presentarse a las pruebas.
Desde ese d¨ªa, y era el a?o 1975, su carrera ha ido paso a paso hacia arriba. Con escala en Bilbao. En la ciudad vasca empez¨® su carrera y ha vivido por etapas hasta que se traslad¨® a Madrid en 1995: Londres-Bilbao-San Sebasti¨¢n-Bilbao-Madrid. En San Sebasti¨¢n fue el encargado de abrir la oficina de lo que era Price Waterhouse y en esa ¨¦poca fue nombrado socio, el m¨¢ximo reconocimiento en este tipo de firmas.
Un a?o despu¨¦s de llegar a Madrid con su esposa y tres hijos, que hoy tienen entre 23 y 11 a?os, se hizo cargo de la divisi¨®n de auditor¨ªa, que emplea a m¨¢s de la mitad de los trabajadores de la firma
De Bilbao echa de menos el mar y el ir todos los domingos de f¨²tbol a San Mam¨¦s. Forofo del Athletic de Bilbao, empez¨® a ir al campo con el carn¨¦ de su padre, hasta que pudo hacerse socio tras la ampliaci¨®n del estadio por el Mundial, y vuelve a La Catedral siempre que puede, al menos "cuatro o cinco partidos" al a?o.
Lector empedernido, Madariaga tiene siempre abiertos dos libros: uno relacionado con su profesi¨®n y otro de evasi¨®n, preferiblemente una novela hist¨®rica. Los ¨²ltimos meses abundan los de gesti¨®n, como si quisiera prepararse a¨²n m¨¢s para lo que le viene encima.
Su traspaso de poderes ser¨¢ tranquilo. En septiembre, tras unas vacaciones en Noruega con su mujer y su hijo peque?o, cambiar¨¢ de despacho y edificio para hacerse cargo de la firma, que el a?o pasado factur¨® 212,16 millones de euros y emplea a 2.224 profesionales. Entonces tendr¨¢ que mudar el traje de ejecutivo del d¨ªa a d¨ªa por uno m¨¢s institucional para dise?ar el futuro de la compa?¨ªa en Espa?a. Un futuro que pasa por digerir la renuncia a la gran consultor¨ªa, que PricewaterhouseCoopers vendi¨® hace un a?o a IBM, y la consolidaci¨®n de los negocios actuales: auditor¨ªa, asesoramiento legal y financiero, y corporate finance.
Madariaga acabar¨¢ su carrera donde empez¨®. Con 51 a?os cumplidos y seis comprometidos con su nuevo cargo, le salen los c¨¢lculos para el retiro. Lo que a¨²n no tiene claro es si volver¨¢ al Pa¨ªs Vasco.
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