Aranzadi elabora un mapa se?alando 26 fosas comunes de la Guerra Civil
Cerca de 300 personas solicitan que se investigue el paradero de sus familiares desaparecidos
Cerca de 300 personas han solicitado a las instituciones p¨²blicas la apertura de una investigaci¨®n que sirva para identificar el paradero de sus familiares desaparecidos en el Pa¨ªs Vasco durante la Guerra Civil espa?ola. Muchos de los demandantes s¨®lo pretenden conocer oficialmente detalles de los hechos tras m¨¢s de 60 a?os de silencio administrativo.
La Sociedad de Ciencias Aranzadi, que desde el pasado a?o trabaja en la localizaci¨®n de fosas comunes en Euskadi, estima en este momento, y seg¨²n sus c¨¢lculos, que al menos 3.000 personas fueron asesinadas y enterradas de manera clandestina.
El profesor de Medicina Forense de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, Francisco Etxeberria Gabilondo, que coordina el equipo de expertos que trabaja en el programa, reconoce sin embargo, que la identificaci¨®n de los restos ¨®seos est¨¢ resultando muy compleja.
Por el momento, se han recuperado dos cuerpos en Zaldibia y otros dos en una sima de Arrasate sin que hayan logrado conocer sus identidades. No obstante, Etxeberria sostiene que conocer estos datos no son el objetivo prioritario ya que a menudo los familiares se conforman con que la Administraci¨®n les informe si la v¨ªctima fue fusilada, si estaba sola y si le enterraron en una cuneta. "Sabemos que muchos no los vamos a poder identificar nunca porque las fosas se han desbaratado o no hay suficientes datos", dice el investigador.
A¨²n as¨ª, el equipo ha concluido un detallado mapa que comprende 21 emplazamientos (6 en ?lava; 3 en Vizcaya y el resto en Guip¨²zcoa) que albergan 26 fosas comunes y otras dos individuales, en las que se ha intervenido en tres, elaborandose cuatro informes. Adem¨¢s,el estudio concreta los lugares en los que se produjeron enterramientos ilegales. Algunos albergan un sola tumba mientras que en otros se han descubierto hasta siete. El n¨²mero de v¨ªctimas no se ha podido determinar con exactitud ya que existen fosas en las que los restos humanos est¨¢n mezclados por lo que ser¨¢ necesario aclarar qu¨¦ parte del esqueleto corresponde a cada cuerpo.A pesar de todo, se trata de llegar al final. Por eso, en el an¨¢lisis ¨®seo cualquier detalle es relevante. Un reloj, unas monedas o los dientes de oro que una v¨ªctima se coloc¨® en Argentina y a su regreso, revolucionaron al pueblo, como ocurri¨® en un caso real, explica Etxeberria.
Una de las ¨²ltimas pistas sobre las que se est¨¢ actualmente investigando, es la desaparici¨®n de un miliciano asturiano en Galdakao en 1937, fusilado d¨ªas previos a la ca¨ªda de Bilbao. En este, como en la mayor¨ªa de los casos, las v¨ªas de investigaci¨®n proceden de las revelaciones aportadas por vecinos que fueron testigos oculares de los sucesos.
Esta informaci¨®n es fundamental para la localizaci¨®n de las v¨ªctimas, por lo que ha comenzado a ser grabada en v¨ªdeo para incorporarla al proceso de documentaci¨®n. Hasta la fecha se han realizado cinco entrevistas. Una de ellas con Eustaquio M.U., de 81 a?os, que el pasado 28 de junio, revivi¨® ante la c¨¢mara c¨®mo ¨¦l mismo enterr¨® en San Sebasti¨¢n a una v¨ªctima asesinada por los seguidores de Franco. Otra pertenece a Cristina A.L., anciana cuya edad no figura en la ficha, y que relat¨® que el 14 del mismo mes fue violada por quienes, adem¨¢s, cometieron varios asesinatos en su caser¨ªo de Asteasu.
Ahora bien, una de las principales dificultades a las que se enfrenta este grupo de expertos es la "cierta desorganizaci¨®n" existente a la hora de exhumar los restos ¨®seos. "Primero hay que documentarse; disponer de testimonios; saber la ubicaci¨®n de las tumbas y tener cartograf¨ªas. Es frecuente que exista un exceso de buena voluntad y que, por el contrario, la cualificaci¨®n sea escasa ante un problema tan complejo y especializado", argumenta Etxeberria.
Para paliar este inconveniente, el forense propone formar una coordinadora oficial a nivel estatal que se encargue de organizar el trabajo de los diferentes equipos que participan en la localizaci¨®n de fosas comunes en Espa?a. Asimismo, aboga por la elaboraci¨®n de un censo general en el que se determinen la ubicaci¨®n de los enterramientos. "Ahora mismo se abren tumbas porque alguien dice que vio o le han contado que all¨ª hubo fusilamientos y pide que se investigue y los ayuntamientos respectivos ayudan y colaboran", se?ala Etxeberria. Actualmente, el ¨²nico censo existente es el de la comunidad aut¨®noma vasca.
Hasta ahora, los restos humanos hallados en Euskadi est¨¢n depositados en el Departamento de Antropolog¨ªa de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. All¨ª, en cajas de cart¨®n, el profesor Etxeberria muestra una bota desvencijada y dos cr¨¢neos. Ambos, con sendos orificios que dejaron las balas que acabaron con sus vidas.
Falta de cooperaci¨®n
Los equipos que investigan la localizaci¨®n de los restos de fusilados de la Guerra Civil espa?ola dar¨ªan un paso de gigante si la Direcci¨®n de Instituciones Penitenciarias permitiera el acceso a sus archivos completos, pero hasta la fecha todas las solicitudes han ca¨ªdo en saco roto.
"Por el momento es imposible consultar la informaci¨®n. Me he dirigido por escrito en varias ocasiones y la respuesta siempre ha sido negativa. Es triste porque esa informaci¨®n, tras m¨¢s de 50 a?os acumulando polvo, es p¨²blica", indica Francisco Etxeberria Gabilondo, profesor de Medicina Legal y Forense de la UPV, que ha estado al frente en la localizaci¨®n de fosas en el Estado.
Muchos de los desaparecidos durante la guerra civil fueron detenidos, encarcelados y posteriormente sacados de las prisiones de forma clandestina para ser asesinados, por lo que sus datos deben constar en los archivos penitenciarios, seg¨²n argumenta el experto.
"Resulta inconcebible que el Gobierno espa?ol acordara en el a?o 1997 trabajar en la localizaci¨®n, identificaci¨®n y traslado de los militares espa?oles, de la Divisi¨®n Azul, enterrados en Rusia entre 1941 y 1943, y, actualmente, se est¨¦n poniendo pegas por parte de algunas administraciones para localizar d¨®nde est¨¢n enterrados los represaliados del franquismo", aduce Etxeberria.
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