Tres robos a un anciano
Quisiera expresar la tristeza que siento al conocer c¨®mo nuevamente mi abuelo ha sido robado por tercera vez en un a?o. La primera vez le atracaron en la plaza de la Remonta (Tetu¨¢n), dentro del centro de la tercera edad. Le mancharon con un aerosol y una pareja le acompa?¨® a los aseos para limpiarle.
Cuando lleg¨® a casa las manchas rojas segu¨ªan en el traje y su bolsillo estaba bien limpio, ya que su cartera hab¨ªa desaparecido. Le vieron sacar dinero y se lo quitaron. La segunda vez le atracaron en un banco de Bravo Murillo. Esa vez tuvo suerte, ya que en el bolsillo que le metieron la mano s¨®lo ten¨ªa pa?uelos.
Ayer le volvieron a atracar. Enfrente del restaurante Txistu, en la carretera, inconsciente, se lo encontr¨® un vecino, que le llev¨® a su casa y lo estuvo curando. Mi abuelo no se acuerda bien c¨®mo sucedi¨®. Le rompieron el pantal¨®n, por lo que creo que se resistir¨ªa al atraco y tuvieron que tirarle, porque mi abuelo, de 89 a?os de edad, es bastante fuerte y mantiene el equilibrio bien y estuvo inconsciente un buen rato. Todav¨ªa estoy esperando encontrarme a alg¨²n polic¨ªa por la calle para poder sentirme segura. ?D¨®nde est¨¢n?
En los dos primeros atracos los agresores fueron suramericanos, y los de ayer sospecho que tambi¨¦n, por la forma del atraco, y es por ello por lo que me he animado a escribirles, con el fin de aconsejarles a los inmigrantes que cambien su forma de vida, porque lo ¨²nico que consiguen es la no integraci¨®n con el resto de la sociedad.
Yo s¨¦ que vienen a Espa?a porque en sus pa¨ªses, en los que desear¨ªan vivir la mayor¨ªa de ellos, morir¨ªan, pero no llego a comprender que, una vez emigrados, con ganas de mejorar sus condiciones de vida, caigan en el error m¨¢s garrafal: convertirse en delincuentes.
Les aconsejo que responsabilicen a las autoridades en que les ayuden a buscarles un porvenir y que, si no lo encuentran, se manifiesten, reivindiquen..., pero no maten ni roben a los ciudadanos, que no tienen la culpa de que no tengan salida laboral.
No hay excusa posible para que las personas se dediquen a robar, matar, traficar... porque no encuentran una salida.
Mi abuelo trabaj¨® en Cruz Roja durante muchos a?os y cada d¨ªa atendi¨® a mucha gente necesitada. ?l muchas veces se quedaba sin comer porque su dinero lo empleaba en d¨¢rselo a los m¨¢s necesitados, ya que su cena estaba afortunadamente asegurada.
En fin, no creo que la vida le haya sido muy grata hasta bien mayor. Sin embargo, ¨¦l siempre ha tenido claro que las personas debemos trabajar y hacer el bien, y ha sido lo que nos ha transmitido a toda la familia. Con esta carta quiero hacer extensiva la recomendaci¨®n que mi abuelo siempre nos ha dado: se es m¨¢s feliz haciendo el bien.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.