El orden de las mutaciones
Que la metaf¨ªsica, la ¨¦tica y la pol¨ªtica (y, con ella, la religi¨®n) son distinciones que establecemos porque no somos capaces de comprender el desenvolvimiento del universo es algo que nos resulta evidente cuando acudimos a la antigua sabidur¨ªa china. El Tao te king, tambi¨¦n denominado Laozi por el nombre del autor al que se atribuye, hunde sus ra¨ªces en el concepto ancestral de las mutaciones. La conciencia de la impermanencia, la constataci¨®n de los cambios y la equilibrada complementariedad de los contrarios le permite al tao¨ªsta situarse con sencillez y humildad dentro del curso de los acontecimientos, no fuera de ellos como el atormentado espectador retratado, por ejemplo, en los cuadros de C. Friedrich.
TAO TE KING
LAO ZI
PR?LOGO DE F. JULLIEN
TRADUCCI?N DE ANNE-H?L?NE SU?REZ
SIRUELA. MADRID, 2003
194 P?GINAS. 12 EUROS.
Si un hurac¨¢n no dura todo
un d¨ªa, dice el Tao te king, cu¨¢nto menos dura un hombre... Todo lo que existe deja de existir; lo ¨²nico que permanece es el tao: el proceso o curso que, por ello, se sit¨²a m¨¢s all¨¢ de los opuestos (ser y no-ser, bien y mal, hambre y saciedad, calor y fr¨ªo, etc¨¦tera) y m¨¢s all¨¢, tambi¨¦n, de nuestras jerarqu¨ªas y creencias, de nuestros valores, nuestros juicios, nuestras opiniones y sensaciones.
Su modo de actuar, su "virtud" (te) es la eficiencia: hacer que todo se produzca continuamente. Aquel, pues, que comprende el tao y logra identificarse con ¨¦l, deponiendo su propia voluntad, actuando sin deseo (wuwei) no dejar¨¢ nada por hacer. Para ello es necesario desaprender, simplificar, deshacerse del lastre tanto de los saberes como de las virtudes morales (las "falsas virtudes"), innecesarias cuando se posee la comprensi¨®n del curso que es el orden natural de los acontecimientos.
El Tao te king influy¨® poderosamente en la sociedad china a principios de la dinast¨ªa Han (206 antes de Cristo-220 despu¨¦s de Cristo). Le procur¨® al soberano las pautas para gobernar de acuerdo con la concepci¨®n del origen. Curso, v¨ªa, a la vez el camino y el andar el camino, el tao (o dao) es el proceso, pero tambi¨¦n es el m¨¦todo o el "arte" tal como lo entend¨ªan los antiguos griegos, el modo de hacer algo bien. Y, en este caso, de lo que se trata es de gobernar bien. El soberano, a su Estado pero, ante todo, y para ello, a s¨ª mismo.
El Laozi es un libro que todo aquel que ejerza un cargo p¨²blico deber¨ªa tener como libro de cabecera. Entender¨ªa, entre otras cosas, por qu¨¦ el castigo es contraproducente y la econom¨ªa de consumo promueve el desorden, las rivalidades, los enfrentamientos y las guerras.
Es bueno que nos recuerden que hace m¨¢s de dos mil quinientos a?os se nos advirti¨® contra la proliferaci¨®n de los artefactos y sus nefastas consecuencias.
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