Al fresquito de urgencias
Un anciano lleva m¨¢s de una semana en un pasillo del atareado hospital sevillano Virgen del Roc¨ªo para evitar el calor de su casa
El personal de urgencias del hospital Virgen del Roc¨ªo, de Sevilla, est¨¢ harto de pedirle a Francisco Carmona Ortega, de 75 a?os, que se vaya a su casa, pero el anciano no hace caso. "Cada vez que me aprieta la asfixia me vengo ac¨¢ antes de que me pase algo", se justificaba ayer mientras segu¨ªa tumbado en una camilla en un pasillo poco transitado del ¨¢rea de urgencias, donde se ha instalado desde hace m¨¢s de una semana.
Francisco Carmona vive solo en un corral de vecinos del centro de Sevilla donde casi todos son igual de mayores y sufren achaques similares. Cuando comenz¨® la ola de calor se plant¨® en el hospital dispuesto a no irse, aunque carezca de dolencias que justifiquen su ingreso."Yo me ahogo con el asma y tambi¨¦n estoy operado de dos hernias", dice como para agrandar su historial cl¨ªnico.
"Cada vez que me aprieta la asfixia me vengo ac¨¢ antes de que me pase algo"
Ha perdido la cuenta de los d¨ªas que lleva residiendo en urgencias -"ocho o nueve", indica- contra la voluntad de los m¨¦dicos y asegura que no abandona el centro ni para comer. "Le pido a la gente que me traiga un bocadillo", asegura. Carmona no quiere retornar a una vivienda mal acondicionada donde s¨®lo dispone de un ventilador para combatir el sofoc¨®n permanente que se vive en Sevilla desde finales de julio. "?Me voy para morirme en un banco o en mi casa?", interroga.
El caso del anciano es excepcional en urgencias, pero la llegada de personas con dolencias relacionadas o agravadas por el calor representa en las ¨²ltimas semanas entre el 10% y el 15% de las consultas diarias, seg¨²n datos del Servicio Andaluz de Salud.
En condiciones normales, las urgencias del hospital Virgen del Roc¨ªo experimentan un descenso en la demanda durante el verano, teniendo en cuenta que es un centro que cubre una poblaci¨®n de un mill¨®n de habitantes del valle del Guadalquivir que en buena medida se desplaza hacia la costa en julio y agosto. La ola de calor ha alterado la tendencia. En tres jornadas (28 y 31 de julio y 4 de agosto) se ha superado la cifra de 900 consultas, por encima del promedio diario de asistencias (847 pacientes).
Desde el pasado 1 de agosto ocho personas han sido ingresadas en observaci¨®n y planta del Virgen del Roc¨ªo. Tres de ellas han fallecido.
El director gerente, Joseba Barroeta, se?ala que la mayor¨ªa de las consultas se resuelven en las dependencias de urgencias sin necesidad de ingreso. Para los pr¨®ximos d¨ªas prev¨¦ que las consultas bajen. "Los pacientes con patolog¨ªas cr¨®nicas llegaron al hospital la primera semana", indica. A primera hora de la tarde permanec¨ªa ingresado en observaci¨®n un paciente por golpe de calor. Una mujer octogenaria hab¨ªa fallecido horas antes.
En urgencias se agolpaban familiares y pacientes aquejados de dolencias diversas. Los casos que llegan afectados por un verdadero golpe de calor son raros, pero muchos ancianos acuden con problemas complicados por las altas temperaturas como le ha ocurrido a Francisco Montero Ben¨ªtez, de 76 a?os. Su hija Rafaela, que le acompa?aba junto a la camilla, explica que ha sufrido un desfallecimiento. "Le di una bebida isot¨®nica pero tuve que llamar al m¨¦dico, creo que el calor ha influido en parte", indica.
Frente al hospital, un term¨®metro callejero marcaba ayer 41 grados a las 14.15. Desde hace m¨¢s de dos semanas apenas desciende de ese registro, cuando comenz¨® la ola de calor que ha disparado las llegadas al Virgen del Roc¨ªo en determinadas jornadas y ha obligado a reforzar el servicio con m¨¢s personal en el turno de tarde porque es a partir de las 15 horas cuando los afectados por el calor comienzan a cruzar la puerta de urgencias.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.