El Instituto de Cardiolog¨ªa
En relaci¨®n al art¨ªculo publicado el d¨ªa 4 en el que se trataba del Instituto de Cardiolog¨ªa de Madrid (ICM), los abajo firmantes queremos hacer las siguientes observaciones, para evitar la impresi¨®n negativa que err¨®neamente nuestros enfermos y sus familiares puedan extraer de su lectura:
1. Nos preocupa que el extenso an¨¢lisis period¨ªstico de un antiguo documento de car¨¢cter interno, que no es sino un extracto de un borrador-propuesta elaborado por el Imsalud para ulteriores desarrollos y que fue presentado en el propio ICM por la directora general del Imsalud el 28 de febrero de este a?o, no haya requerido por parte del redactor un contraste con otras fuentes (fundamentalmente el personal del propio hospital), as¨ª como la forma en que han sido claramente sacados de contexto algunos de sus datos.
2. El Instituto de Cardiolog¨ªa de Madrid viene cumpliendo una funci¨®n sanitaria con una historia de m¨¢s de 50 a?os, en los cuales no s¨®lo su actividad asistencial ha sido y es de gran provecho para nuestra sociedad, sino que tambi¨¦n ha sido un centro de referencia donde se han formado numerosas generaciones de cardi¨®logos que durante muchos a?os han seguido una brillante trayectoria en ¨¦ste y en otros centros hospitalarios espa?oles.
3. Desde hace varios a?os, el ICM ha ido comunicando a las sucesivas administraciones sanitarias las carencias estructurales, tecnol¨®gicas y de recursos humanos que presentaba nuestro hospital. La mayor¨ªa de las veces se obtuvieron respuestas inadecuadas, que han dado lugar a una situaci¨®n compleja con soluciones parciales que no han resuelto de forma definitiva e integradora los problemas del centro.
4. Llaman la atenci¨®n en el art¨ªculo los sesgos empleados al utilizar los datos sobre el car¨¢cter deficiente de nuestro hospital, donde, al parecer, todo es negativo, sin que en ning¨²n momento se haya buscado lo positivo, que lo hay, y mucho.
El ICM presta una digna labor asistencial, tanto propia como de apoyo a otros hospitales, que es muy necesaria en nuestra comunidad. Es cierto que el nivel de productividad del centro no es el deseable, pero en este sentido tenemos que resaltar que en numerosas ocasiones se ha notificado y advertido a las correspondientes autoridades sanitarias no s¨®lo nuestra disposici¨®n para mejorar dicha productividad, sino que adem¨¢s se aportaron diversas soluciones para alcanzar ese objetivo; por ejemplo, contribuir a disminuir las listas de espera de otros centros hospitalarios que, por razones desconocidas (y desde luego no atribuibles a nosotros), no han sido puestas en pr¨¢ctica.
La inmensa mayor¨ªa de los pacientes que han sido atendidos en el ICM suelen manifestar con frecuencia su agradecimiento, incluso por escrito, por el buen trato recibido, tanto profesional como humano, y ¨¦ste es un aspecto que creemos merece ser muy resaltado.
5. Queremos destacar, porque nos parece fundamental para centrar el problema, que nuestro hospital elabor¨® el pasado mes de mayo un amplio informe sobre las mejores opciones para el futuro del centro, que fue realizado por su Junta Facultativa en respuesta a una solicitud expresa de la propia directora general del Imsalud, Leticia Moral, manifestada en la arriba mencionada reuni¨®n del 28 de febrero de este a?o, sin que hasta el momento se haya recibido respuesta oficial al mismo. Las propuestas de este documento hacen referencia, naturalmente, al nuevo marco institucional del ICM, ya que se adscribi¨® administrativamente en febrero de este a?o al Hospital Central de la Cruz Roja San Jos¨¦ y Santa Adela.
6. Consideramos de vital importancia que el ciudadano de nuestra Comunidad conozca claramente que no vamos a permitir que se realice un cierre inapropiado del ICM con p¨¦rdida de 56 camas de cardiolog¨ªa, en unos momentos de gran presi¨®n asistencial por esta patolog¨ªa tan frecuente y que se vean lesionados sus derechos asistenciales.
7. El ICM no est¨¢ cerrado a otras posibilidades como, por ejemplo, un traslado del hospital a otra instituci¨®n, siempre y cuando se conserven todas sus secciones, se mantenga su cartera de servicios y se realice con absoluta garant¨ªa, sin p¨¦rdida de camas hospitalarias ni detrimento de la calidad asistencial, as¨ª como respetando y asegurando ¨ªntegramente los derechos de los trabajadores que forman parte de esta instituci¨®n.
Por todos los motivos antedichos, apelamos con este escrito al derecho de rectificaci¨®n que nos asiste, rog¨¢ndole sea difundida esta carta en la misma secci¨®n del diario donde se public¨® el art¨ªculo al que hac¨ªamos referencia al principio.
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