El Parlamento de Argentina da el primer paso para anular las 'leyes de impunidad'
Los diputados aprueban una reforma para juzgar a 2.000 colaboradores de la dictadura
En una jornada hist¨®rica que permiti¨® reconciliar al Congreso argentino con la sociedad que hasta hace cinco meses reclamaba "que se vayan todos [los parlamentarios]", la C¨¢mara de los Diputados dio el primer paso para declarar "insanablemente nulas" las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, dictadas en 1986 y 1987 bajo presi¨®n de las Fuerzas Armadas. Las llamadas leyes de impunidad impidieron procesar a por lo menos 2.000 militares y miembros de la dictadura militar acusados por delitos de secuestros, torturas, homicidios, robos y la desaparici¨®n de miles de ciudadanos entre 1976 y 1983.
Los jefes de grupos parlamentarios del Senado se comprometieron a debatir la pr¨®xima semana el proyecto aprobado por los diputados, que concedieron adem¨¢s rango constitucional a la Convenci¨®n sobre la Imprescriptibilidad de los Cr¨ªmenes de Guerra y de los Cr¨ªmenes de Lesa Humanidad, a la que Argentina se adhiri¨® en 1970, convirti¨® en ley en 1995 y ratific¨® el pasado lunes, por decreto, el presidente N¨¦stor Kirchner.
La sesi¨®n especial del pasado martes se convoc¨® a petici¨®n de la ¨²nica diputada de Izquierda Unida, Patricia Walsh, hija del m¨ªtico periodista de investigaci¨®n Rodolfo Walsh, militante montonero desaparecido en 1977, poco despu¨¦s de que hiciera conocer desde la clandestinidad su c¨¦lebre "Carta a la Junta Militar" en la que denunciaba los cr¨ªmenes cometidos. El debate sobre la nulidad de las leyes hab¨ªa fracasado ya en ocasiones anteriores porque la oposici¨®n no lograba reunir el m¨ªnimo de diputados necesarios.
El lunes por la noche, el presidente Kirchner hab¨ªa tomado nuevamente la iniciativa y empuj¨® con un decreto a los diputados peronistas que intentaban demorar una semana m¨¢s la sesi¨®n para discutir antes un proyecto propio. El jefe del Estado ratific¨® la adhesi¨®n a la Convenci¨®n de Naciones Unidas y puso en marcha el procedimiento reglamentario para convertirla en una ley vigente. Adem¨¢s, reclam¨® al Congreso que la incorporara a la Constituci¨®n. En un plazo de 90 d¨ªas, esa ley obligaba al Parlamento a invalidar toda legislaci¨®n que impida juzgar a los acusados. El deseo del Ejecutivo se hizo p¨²blico y el ministro de Justicia, Gustavo B¨¦liz, fue terminante: "La se?al del presidente para que no haya obst¨¢culos a la justicia que permitan la impunidad es inequ¨ªvoca, ahora le toca a los otros poderes del Estado".
Las organizaciones defensoras de los derechos humanos convocaron a miles de militantes para asistir al debate desde la calle. Cuando la sesi¨®n se demoraba porque a¨²n no bajaban al recinto algunos diputados, los hijos de los desaparecidos cantaron: "Si no bajan, los vamos a buscar". A las cuatro y veinte de la tarde, Nora Corti?as, de Madres de la Plaza de Mayo, anunci¨® a la multitud: "Hay qu¨®rum, hay qu¨®rum". Poco despu¨¦s, ya en la madrugada de ayer en Espa?a, se celebr¨® el voto de 176 diputados, tres m¨¢s de los dos tercios necesarios, a favor de otorgar rango constitucional a la Convenci¨®n ratificada por el Ejecutivo. La multitud cantaba: "Como a los nazis / les va a pasar, / adonde vayan / los iremos a buscar".
La serie de discursos en los que se revis¨® la historia de la transici¨®n democr¨¢tica, y de alto contenido emocional en algunos casos, se sucedieron hasta las once de la noche. Los diputados insultaron y abuchearon al parlamentario de Fuerza Republicana por la provincia de Tucum¨¢n Ricardo Bussi, hijo del general Antonio Bussi, uno de los represores acusados de fusilar a los prisioneros, arrodillados y encadenados, con disparos por la espalda.
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