El Gobierno chileno anuncia indemnizaciones para los 100.000 torturados bajo la dictadura

Cuando falta menos de un mes para que se cumplan 30 a?os del cruento golpe de Estado con el que el general Augusto Pinochet sepult¨® la democracia en Chile, el presidente Ricardo Lagos se ha decidido a afrontar la herencia de las violaciones de los derechos humanos cometidas durante la dictadura y ha propuesto medidas para incentivar la entrega de informaci¨®n sobre el paradero de los detenidos y desaparecidos por la acci¨®n de los militares, acelerar los procesos judiciales y entregar reparaciones econ¨®micas para las v¨ªctimas, incluyendo a los torturados por el r¨¦gimen.

Bautizada como "no hay ma?ana sin ayer", Lagos dio a conocer su propuesta a trav¨¦s de la televisi¨®n y la radio en la noche del martes (la madrugada de ayer en Espa?a). Su iniciativa fue recibida con un amplio respaldo entre los partidos y tambi¨¦n valorada por el Ej¨¦rcito, pero criticada por la Agrupaci¨®n de Familiares de Detenidos Desaparecidos.

Utilizando un tono conciliador, Lagos se dirigi¨® al pa¨ªs despu¨¦s de haberse reunido durante dos meses con todos los partidos pol¨ªticos, las iglesias, organizaciones de derechos humanos y el Ej¨¦rcito. La propuesta del Ejecutivo, parad¨®jicamente, fue presentada despu¨¦s que la derecha pinochetista interviniera por primera vez en el terreno de los derechos humanos, con una iniciativa para elevar las reparaciones econ¨®micas a los familiares de los detenidos desaparecidos, a cambio de la posibilidad de cerrar los juicios. Esta iniciativa fue rechazada por todos los sectores, pero tuvo la virtud de poner la cuesti¨®n en el centro del debate.

Lagos comenz¨® su discurso advirtiendo de que era consciente de las limitaciones de sus propuestas -"no constituyen una soluci¨®n definitiva a los quebrantos y al sufrimiento", dijo- y que sin embargo formulaba porque considera su deber entregar a las nuevas generaciones "una naci¨®n cuya alma est¨¦ unida en paz, cuya conciencia moral haya dado los pasos necesarios en verdad, justicia y reparaci¨®n". Su intervenci¨®n procur¨® ser equilibrada entre estos tres anhelos, y busc¨® evitar el desencanto de los principales actores en el drama de los derechos humanos, los familiares de las v¨ªctimas y los militares.

"El momento m¨¢s terrible"

Lagos record¨® que despu¨¦s del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, al que calific¨® como "el momento m¨¢s terrible en nuestra historia patria", y cuyas causas no permiten justificar lo que ocurri¨® posteriormente, "se violaron los derechos humanos: se asesin¨®, se tortur¨®, se detuvo, se hizo desaparecer a personas".

Al repasar el escarpado camino de la b¨²squeda de lo que sucedi¨® con las v¨ªctimas, incluyendo la Comisi¨®n Verdad y Reconciliaci¨®n creada en el Gobierno de Patricio Aylwin (1990-1994) y la mesa de di¨¢logo con los militares, durante el Gobierno de Eduardo Frei (1994-2000) y el suyo, sostuvo que los resultados "no han sido todo lo que hubi¨¦remos deseado", pero ha habido "un salto inmenso en la recomposici¨®n del alma nacional". Aunque las Fuerzas Armadas "han cooperado con la justicia", muchas personas que tienen informaci¨®n "todav¨ªa permanecen sumidas en un silencio cruel y pertinaz".

Para avanzar en esta b¨²squeda de la verdad y la justicia, seg¨²n dijo, su propuesta incluye medidas que agilicen los procesos judiciales e incentiven la entrega de informaci¨®n fidedigna, lo que requiere la aprobaci¨®n de leyes. Lagos propuso diferenciar la responsabilidad penal de los militares y represores que actuaron bajo el temor de represalias, de los que organizaron y planificaron, dieron las ¨®rdenes y dirigieron o ejecutaron los cr¨ªmenes con pleno discernimiento. En la pr¨¢ctica, esta iniciativa apunta a incentivar las confesiones de parte de los que tuvieron un papel secundario en el asesinato de m¨¢s de 3.000 opositores a la dictadura de Pinochet, sin atenuar la responsabilidad de los mandos superiores.

Tambi¨¦n propuso el presidente chileno un conjunto de medidas en el terreno de la reparaci¨®n de las v¨ªctimas. Entre ellas, aumentar en un 50% el valor de las pensiones de los parientes de las v¨ªctimas, incluyendo a los familiares de los militares ca¨ªdos en la dictadura.

En el momento m¨¢s emotivo de su intervenci¨®n, resolvi¨® establecer, por primera vez desde la recuperaci¨®n de la democracia en 1990, una indemnizaci¨®n para los torturados en la dictadura de Pinochet, que organismos de derechos humanos elevan a cien mil personas. ?sta ser¨¢ "austera y simb¨®lica, que simbolice el perd¨®n que Chile les pide por lo que en un momento hizo en sus cuerpos". Quienes tuvieron estos padecimientos, dijo Lagos, "merecen, independientemente de las ideas que cada uno profese, el mayor respeto por las terribles experiencias que ellos vivieron". "A todos ellos", a?adi¨®, "Chile debe honrarlos en toda su dignidad. Es en nombre de todos los chilenos que les hago llegar mi reconocimiento".

Las medidas incluyen el impulso por parte del Gobierno a la ratificaci¨®n de los tratados y convenios internacionales, incluyendo una reforma constitucional para ratificar el Estatuto de la Corte Penal Internacional y la la Convenci¨®n Interamericana sobre la Desaparici¨®n Forzada de Personas adoptada por la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA). Lagos anunci¨® adem¨¢s reformas al C¨®digo de Justicia Militar, lo que implicar¨¢ restringir su ¨¢mbito de acci¨®n y competencia, elevadas durante la dictadura.