Talgo pierde velocidad
El fabricante ferroviario acomete un plan de ahorro para aligerar su deuda y salir de p¨¦rdidas
Talgo circula por una v¨ªa estrecha. El fabricante ferroviario ha entrado en p¨¦rdidas atrapado por la pol¨ªtica de expansi¨®n y diversificaci¨®n internacional llevada a cabo en los ¨²ltimos a?os, que ha topado con la crisis econ¨®mica y ha dejado una abultada deuda de 80 millones de euros. Tras afrontar ciertas desavenencias internas, la familia Oriol, propietaria de la compa?¨ªa, quiere superar el bache con un plan de ahorro de costes que incluye el fin de su aventura industrial en Estados Unidos.
El nuevo presidente y el vicepresidente se han bajado el salario un 50% y la compa?¨ªa no descarta la entrada de un nuevo socio
Si 2001 fue el a?o del ¨¦xito para Patentes Talgo -se reparti¨® con Siemens al 50% el contrato para fabricar los trenes de la l¨ªnea de alta velocidad que unir¨¢ Madrid y Barcelona-, 2002 ha sido el a?o de los n¨²meros rojos. La compa?¨ªa cerr¨® el ejercicio pasado con p¨¦rdidas por 8,8 millones, frente al beneficio de 11,2 millones del anterior. Esta evoluci¨®n provoc¨® en su d¨ªa desacuerdos en el seno de Talgo por c¨®mo se estaba gestionando la compa?¨ªa, que manten¨ªa su pol¨ªtica pese a que ya se vislumbraba la crisis, y una nueva mayor¨ªa de accionistas pidi¨® un giro para intentar enderezar la situaci¨®n.
El cambio de rumbo se impuso y todo indica que, al menos de momento, la familia ha optado por mantenerse unida con el objetivo de devolver a Talgo a la senda de los beneficios y reducir el nivel de endeudamiento. Los cambios han comenzado con el ascenso hasta la c¨²pula de la tercera generaci¨®n de los Oriol. Carlos de Palacio y de Oriol, de 51 a?os y nieto del fundador de Talgo, es presidente desde enero pasado (era vicepresidente desde 2001 y consejero desde 1998). Poco despu¨¦s, en marzo, sali¨® de la compa?¨ªa Francisco de Lorenzo, el primer consejero delegado que no era miembro de los Oriol ni hombre de la casa.
Tras conseguir que el Consejo de Administraci¨®n aprobara las cuentas de 2002 "por unanimidad", fuentes autorizadas del fabricante ferroviario indican que Carlos de Palacio se propone "sanear la compa?¨ªa", centrar la actividad en los negocios y mercados m¨¢s rentables, y en los que Talgo se siente m¨¢s a gusto -incluida la alta velocidad-, y mantener el consenso en torno a una gesti¨®n "m¨¢s realista".
Talgo ha sido en cierta forma v¨ªctima de su propia ambici¨®n. Como muchas otras compa?¨ªas, los tiempos de bonanza econ¨®mica animaron al grupo -tradicionalmente centrado en el mercado espa?ol- a llevar a cabo una fuerte expansi¨®n internacional en la segunda mitad de los noventa. En 1994 se estableci¨® en Alemania y Estados Unidos; cinco a?os despu¨¦s, en Finlandia.
Con la desaceleraci¨®n econ¨®mica, llegaron los problemas y algunos de los contratos que la compa?¨ªa esperaba obtener en esos pa¨ªses no se materializaron. Los resultados empezaron a resentirse. En 2001, Talgo gan¨® 11,2 millones, pero gracias a unos ingresos extraordinarios de 29,6 millones, provenientes fundamentalmente de la venta de unos terrenos en la localidad madrile?a de Aravaca donde se ubicaban las antiguas instalaciones del grupo. Sin estos at¨ªpicos, el resultado ordinario arrojaba ya una cifra negativa de 21,7 millones (ver gr¨¢fico), superior incluso a la del a?o pasado.
Talgo lleg¨® a acumular una deuda de 103 millones. Logr¨® aligerarla un 22% el a?o pasado, hasta 80 millones, mientras los fondos propios se redujeron en 12 millones, cantidad que la familia repuso con una ampliaci¨®n de capital por la misma cantidad -suscrita y desembolsada en marzo pasado-, aunque ¨¦sta se hab¨ªa dise?ado para poder alcanzar hasta 30 millones.
Aligerar el peso del negocio exterior ha sido la primera medida adoptada para volver a los beneficios y, seg¨²n Talgo, este paso contribuir¨¢ a reducir "hasta unos niveles considerados ¨®ptimos" el endeudamiento de la compa?¨ªa, que no concreta cifras. El fabricante se centrar¨¢ en reducir sustancialmente su presentencia en el mercado estadounidense. La actividad en ese pa¨ªs, que Talgo asegura pese a todo que sigue siendo "estrat¨¦gico", se limitar¨¢ al mantenimiento de los cinco trenes de la marca que circulan por territorio norteamericano. El grupo pondr¨¢ a la venta Talgo TTA, filial participada al 66%, que se ocupa de la fabricaci¨®n de material ferroviario, reparaci¨®n y venta de repuestos. Adem¨¢s, se decidir¨¢ "en los pr¨®ximos meses" el futuro de Talgo LRC, en la que posee el 60% y que se dedica a reparaciones y alquiler de locomotoras.
"No hemos salido ni vamos a salir de Estados Unidos", apuntan las mismas fuentes. "Tan s¨®lo hemos concentrado los esfuerzos en la l¨ªnea de actividad con mejores perspectivas, reestructurando las dem¨¢s", a?aden.
Ahora el mercado espa?ol es una de las claves, teniendo en cuenta que la compa?¨ªa quiere sacar partido del Plan de Infraestructuras 2000-2007, que prev¨¦ inversiones ferroviarias por 41.000 millones hasta 2010. En este sentido, Talgo tambi¨¦n quiere centrar sus esfuerzos en la alta velocidad, negocio en el que tiene previsto invertir 32 millones para fabricar 16 de los 32 trenes que cubrir¨¢n la l¨ªnea que unir¨¢ Madrid y Barcelona.
El plan de austeridad de Talgo comienza por la propia c¨²pula. El presidente, Carlos de Oriol, y el vicepresidente, Jos¨¦ Mar¨ªa Oriol Fabra, han reducido su salario fijo cerca de un 50%, hasta 72.000 y 60.000 euros anuales, respectivamente.
Mantener el consenso familiar
Para sacar adelante la nueva estrategia, el presidente de Talgo quiere buscar el consenso en todas las decisiones, seg¨²n recalcan las mismas fuentes. Los Oriol son propietarios del 98% del capital. ?ste est¨¢, a su vez, muy repartido entre cinco generaciones (Talgo no ofrece cifras exactas de participaci¨®n). Los rumores de salida de una parte del capital han sido una constante, aunque esto nunca ha sucedido.
El ¨²ltimo cap¨ªtulo se produjo en octubre pasado, cuando Beta Capital reconoci¨® que un grupo de propietarios le hab¨ªa encargado la elaboraci¨®n de un "memor¨¢ndum informativo" para uso de las entidades interesadas "en una posible inversi¨®n en Patentes Talgo", seg¨²n dijo en su d¨ªa la firma, que neg¨® que se tratara de un cuaderno de venta.
La entrada de un socio potente que inyectara savia nueva en el grupo ser¨ªa, sin embargo, un paso l¨®gico. De hecho, Talgo colabora muy estrechamente con la canadiense Bombardier en el proyecto del AVE. "Las relaciones con Bombardier son excelentes", dicen las mismas fuentes, que puntualizan: "Talgo mantiene su vocaci¨®n de empresa independiente, si bien, manteniendo esa premisa, nunca hemos descartado la entrada en nuestro accionariado de un nuevo socio".
El grupo mantiene su compromiso de cumplir los plazos de entrega del AVE
El compromiso de Talgo para cumplir con los plazos del llamado contrato del siglo se mantiene inalterable, seg¨²n fuentes del fabricante ferroviario, que en marzo de 2001 se reparti¨® al 50% con Siemens la construcci¨®n de 32 trenes de alta velocidad por un importe de 740 millones de euros para cubrir la l¨ªnea que unir¨¢ Madrid y Barcelona a partir de 2004. "La alta velocidad ha sido una de las apuestas estrat¨¦gicas decisivas en la historia de Talgo, lo es ahora y lo seguir¨¢ siendo en el futuro. Supone la se?a de identidad de la compa?¨ªa y constituye su mayor prioridad", apuntan en la compa?¨ªa.
Seg¨²n los plazos previstos en el contrato firmado con Renfe, Talgo entregar¨¢ la primera unidad del AVE a finales del mes que viene. Se iniciar¨¢n entonces una serie de pruebas y ensayos de puesta a punto hasta marzo o abril de 2004. El segundo tren debe entregarse en marzo de 2004. El resto de las entregas (hasta sumar las 16 unidades encargadas a Talgo) se completar¨¢n a lo largo del a?o que viene.
El fabricante acaba de confirmar esta misma semana que cumplir¨¢ con los plazos, despu¨¦s de que Siemens no descartara retrasos en la entrega del primer tren, que debe de hacerse en octubre. "Las cosas van razonablemente en plazo", indicaron fuentes del grupo alem¨¢n, que s¨®lo se ha comprometido, de momento, a completar todo el pedido "antes de que acabe el a?o que viene".
Ahora s¨®lo falta que la v¨ªa est¨¦ lista. El tramo Madrid-Lleida sufre un considerable retraso, ya que en principio tendr¨ªa que haber entrado en funcionamiento en diciembre de 2002.
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