Poca casta en Montealto

El primer festejo de la Feria de San Sebasti¨¢n de los Reyes no fue demasiado brillante por mor de unos novillos que fueron m¨¢s deslucidos y faltos de fuerza que ejemplo de casta y bravura. No obstante, la historia fue m¨¢s o menos como a continuaci¨®n se cuenta.

Luis Bol¨ªvar en su primero todo lo que hizo de valor y color fue con el capote, en los lances de recibo, como en el quite tras una breve y concisa vara que tom¨® el noble y muy blando novillo. Que lleg¨® a la muleta sin fuerzas y falto de celo y reservas. Ver¨®nicas templadas, lances a pies juntos y remates de la suerte por caleserinas, revoleras o espaldinas. Un amplio repertorio de capa que result¨® vistoso y muy templado en su hacer.

En el cuarto Bol¨ªvar estuvo muy por encima, que se dice, de un novillo que ten¨ªa medio viaje y echaba la cara a las nubes en el remate de los pases. Veronique¨® con limpieza en los lances de saludo, hizo un quite por tafalleras de factura aceptable y construy¨® una faena de muy correcto hacer y criterio, en la que sali¨® ganando, aunque no brillara ni tuviera resonancia en los tendidos. A ese novillo le puso dos excelentes pares el banderillero Anto?arez.

Roberto Gal¨¢n al novillo casta?o que sali¨® en segundo lugar le hizo una faena de muleta voluntariosa, insistente, que precis¨® de bastante tes¨®n y cierta t¨¦cnica adecuada al material que ten¨ªa entre manos. Un novillo rajado y blando que apenas pasaba por ambos pitones y le costaba un mundo dar un paso. Y Roberto Gal¨¢n le apret¨® las tuercas cuanto pudo; se esforz¨® en sacar muletazos sin poder conseguir ninguno m¨ªnimamente lucido. En su segundo, Gal¨¢n tir¨® dos largas cambiadas en el saludo de capote. El novillo fue manso, pero manejable, y en el ¨²ltimo tercio, tore¨® limpio y a ratos templado, casi siempre por el pit¨®n derecho, una faena desigual y entonada que le vali¨® una oreja despu¨¦s de cobrar una estocada delantera.

Gabriel Picazo tore¨® muy templado de capote a su primero. El trasteo muleteril tuvo armon¨ªa y ese toque personal es propio de quien hace la suerte con empaque. Dos series templadas por ambos pitones de plasticidad y un tinte de especial relevancia. En el sexto, deslucido, volvi¨® a demostrar su buen estilo, en concreto en los pases de pecho de pit¨®n a rabo.