EE UU rozar¨¢ un d¨¦ficit fiscal de medio bill¨®n en 2004, el mayor de su historia

El presupuesto estadounidense podr¨ªa tener en 2004 un desequilibrio cercano al medio bill¨®n de d¨®lares (el 4,3% del PIB), seg¨²n los c¨¢lculos de la Oficina Presupuestaria del Congreso. El organismo parlamentario que elabora semestralmente sus previsiones cree tambi¨¦n que las cuentas de EE UU estar¨¢n en n¨²meros rojos hasta el a?o 2013. Lo que ha ayudado a dilapidar en tres a?os el super¨¢vit que dej¨® la Administraci¨®n Clinton es, fundamentalmente, la pol¨ªtica de reducci¨®n de impuestos del Gobierno de George W. Bush y el incremento en los gastos de seguridad y defensa.

Los dem¨®cratas apuntaron r¨¢pidamente a la yugular al conocer los datos: "Est¨¢ claro que estos c¨¢lculos aportan todav¨ªa m¨¢s pruebas del deterioro fiscal del pa¨ªs bajo las irresponsables pol¨ªticas de gasto y de recortes fiscales del Gobierno de Bush", clam¨® el senador Kent Conrad, perteneciente al Comit¨¦ Presupuestario del Senado. Las previsiones de la Oficina Presupuestaria arrojan inquietantes augurios para los pr¨®ximos meses, que ser¨¢n ya preelectorales.

Para colmo, en los c¨¢lculos no se tiene en cuenta la variable -cada vez m¨¢s cara y cada vez m¨¢s incierta- de los gastos no previstos que implique la posguerra y ocupaci¨®n de Irak ni tampoco la repercusi¨®n que tendr¨¢, en caso de que se apruebe, un plan de saneamiento de Medicare -el programa de atenci¨®n sanitaria de las personas mayores- por valor de 400.000 millones de d¨®lares que el Congreso est¨¢ debatiendo.

La Oficina Presupuestaria confirm¨® su anterior c¨¢lculo de hace seis meses, cuando pronostic¨® un d¨¦ficit para el a?o fiscal actual (que concluye el pr¨®ximo 30 de septiembre) de 401.000 millones (el 3,7% del PIB), ya un r¨¦cord con respecto a los 290.000 millones de 1992 (el 1,5% del PIB), el a?o en el que Bush padre perdi¨® las elecciones debido a la situaci¨®n econ¨®mica despu¨¦s de haber ganado la guerra del Golfo.

Lo que es m¨¢s llamativo de las cifras anunciadas ayer es el c¨¢lculo para 2004 y para los pr¨®ximos diez a?os. Y las cuentas est¨¢n hechas a partir de una hip¨®tesis a¨²n no confirmada: la de que los recortes fiscales de esta Administraci¨®n son provisionales y deber¨ªan concluir en 2010. Si no ocurre as¨ª -y buena parte de los republicanos quieren que los recortes se prolonguen- el d¨¦ficit podr¨ªa alcanzar proporciones descomunales.

Los c¨¢lculos que el Partido Dem¨®crata hace son peores que los de la Oficina Presupuestaria del Congreso: el d¨¦ficit llegar¨ªa a los 500.000 millones de d¨®lares en 2004 -algo en lo que tambi¨¦n coinciden las previsiones republicanas- y nunca ser¨ªa menor de 300.000 millones anuales hasta el 2013, con lo que el agujero para el decenio alcanzar¨ªa los 3,7 billones de d¨®lares.

La defensa de la pol¨ªtica gubernamental asegura que las cosas no son tan negras como parecen: la econom¨ªa presenta claras se?ales de recuperaci¨®n y los recortes fiscales sirven de est¨ªmulo. "Estamos tratando de que coincidan la recuperaci¨®n econ¨®mica y el control del gasto p¨²blico", seg¨²n Sean Spicer, portavoz del presidente del Comit¨¦ Presupuestario de la C¨¢mara de Representantes. Adem¨¢s, la Casa Blanca recuerda el impacto de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en la econom¨ªa y el aumento de los gastos relacionados con seguridad interior y defensa.

La d¨¦cada prodigiosa

Otro de los argumentos utilizados para intentar desdramatizar las previsiones de r¨¦cord de d¨¦ficit indican que las dimensiones de la econom¨ªa estadounidense son mucho mayores que hace 10 a?os, con lo que es injusto comparar un d¨¦ficit en t¨¦rminos absolutos, de cantidad de d¨®lares: el desequilibrio presupuestario tiene ahora menos trascendencia si se mide en t¨¦rminos porcentuales en el producto interior bruto.

En todo caso, la comparaci¨®n del super¨¢vit de la "d¨¦cada prodigiosa" de los dem¨®cratas con los datos de ahora, m¨¢s las previsiones pesimistas de los gastos en Irak, m¨¢s el c¨¢lculo que la Oficina Presupuestaria del Congreso con respecto al empleo (grandes probabilidades de que no haya una recuperaci¨®n notable en los pr¨®ximos meses) ponen a la defensiva a la Casa Blanca y cuestionan el pretendido "paseo" electoral al que George W. Bush parec¨ªa predestinado hasta hace poco.