Un militar argentino reconoce que 7.000 personas fueron torturadas y ejecutadas

El general retirado Ram¨®n D¨ªaz Bessone, uno de los 46 argentinos reclamados por el juez Baltasar Garz¨®n, admiti¨® en un programa de televisi¨®n que 7.000 personas fueron torturadas y ejecutadas clandestinamente durante la ¨²ltima dictadura militar argentina (1976-1983). Se trata de la primera confesi¨®n p¨²blica de un miembro de la c¨²pula de la dictadura de que las fuerzas de seguridad actuaron fuera de la ley, seg¨²n el diario argentino P¨¢gina12, que adelant¨® ayer las declaraciones que hizo D¨ªaz Bessone para un reportaje que ser¨¢ difundido hoy por Canal Plus de Francia.

"?C¨®mo puede sacar informaci¨®n si usted no aprieta [al prisionero], si usted no tortura?", reconoci¨® abiertamente D¨ªaz Bessone, que dirigi¨® el Cuerpo II del Ej¨¦rcito y fue ministro durante el Gobierno militar de Jorge Rafael Videla. Ning¨²n miembro de la c¨²pula militar hab¨ªa admitido p¨²blicamente hasta ahora que la dictadura militar aplic¨® la tortura a los prisioneros como m¨¦todo sistem¨¢tico de obtener informaci¨®n. El militar argentino reconoci¨®, adem¨¢s, que fue todo el Ej¨¦rcito el que particip¨® en la "aniquilaci¨®n" de los opositores. "Todos los hombres en actividad actuaron en guerra contra la subversi¨®n", algo que seg¨²n Bessone, se hizo con mucha "eficacia". "En no m¨¢s de tres a?os fue aniquilada la subversi¨®n".

D¨ªaz Bessone se aventura a cifrar en 7.000 los ejecutados durante la represi¨®n de opositores al r¨¦gimen militar, un n¨²mero que contrasta con la cifra oficial de 18.000 desaparecidos y mucho m¨¢s con la de 30.000 que manejan los organismos de derechos humanos. Esta ¨²ltima cifra le parece simplemente "propaganda" al general retirado. El militar admiti¨® que fueron asesinados en la clandestinidad. "?Usted cree que hubi¨¦ramos podido fusilar a 7.000?". "Al fusilar tres no m¨¢s, mire el l¨ªo que el Papa le arm¨® a Franco. Se nos viene el mundo encima", opin¨®.

La opci¨®n de encarcelar a los opositores tampoco era posible, seg¨²n D¨ªaz Bessone, porque despu¨¦s "ven¨ªa un Gobierno constitucional y los pon¨ªa en libertad" y "sal¨ªan otra vez a tomar las armas, otra vez a matar". El militar asumi¨® que se produjeron "errores". "A veces se toma a alguien y se piensa que todos los que est¨¢n en esa casa est¨¢n implicados en la guerrilla y se cometen errores", dijo.

D¨ªaz Bessone, que fue reclamado por el juez Baltasar Garz¨®n por los cargos de terrorismo de Estado, genocidio y torturas, ya fue procesado en Argentina con la vuelta de la democracia en la d¨¦cada de los ochenta pero fue beneficiado por los indultos concedidos en 1989 por el ex presidente Carlos Menem. El pasado viernes el Gobierno espa?ol anunci¨® que desist¨ªa de solicitar la extradici¨®n de los militares pedidos por Garz¨®n. Por ese motivo, los 40 detenidos preventivamente a ra¨ªz de una orden internacional de captura emitida por el juez espa?ol recuperar¨¢n la libertad a m¨¢s tardar ma?ana martes, salvo que las denuncias penales que organizaciones de derechos humanos presentar¨¢n hoy en Argentina los mantengan en prisi¨®n. En el reportaje Escuadrones de la muerte. La escuela francesa, D¨ªaz Bessone intenta probar que la guerra sucia librada por el Estado argentino contra los opositores al r¨¦gimen militar fue copiada de la represi¨®n colonial que llev¨® adelante Francia en Indochina y Argelia en la segunda mitad de los a?os cincuenta del siglo pasado.

El ejemplo franc¨¦s

El militar, sin embargo, estableci¨® una diferencia entre los dos casos: "Los argelinos hoy constituyen un pa¨ªs separado, ac¨¢ los revolucionarios eran argentinos y siguen siendo argentinos y nos cruzamos en la calle todos los d¨ªas".

El militar argentino relat¨® el importante papel de los asesores franceses en la formaci¨®n de los represores de la dictadura. "Sin un buen sistema de inteligencia es absolutamente imposible desarmar a una organizaci¨®n revolucionaria", afirm¨®, porque "visten la ropa de paisano, del hombre com¨²n, est¨¢n en todas partes, atendiendo a un comercio, asistiendo a clases en la universidad o en colegios, ense?ando como profesores". "La ¨²nica manera de acabar con una red terrorista es la inteligencia y los interrogatorios duros para sacarles informaci¨®n", a?adi¨®. Algo que extendi¨® al contexto actual. Tampoco "se le respetan las leyes internacionales a los guerrilleros en Chechenia y [a los de] Al Qaeda".