Por encima de las aceras
Un alumno de la Universidad Polit¨¦cnica obtiene un premio por el dise?o de una silla de ruedas capaz de vencer obst¨¢culos
Basta empujar un carrito de beb¨¦ o llevar una pierna enyesada para hacerse una idea de lo que sufren diariamente las personas que dependen de una silla de ruedas en sus esfuerzos de esquivar coches que bloquean rampas de acceso, desniveles excesivos y, en general, problemas de accesibilidad.
"Para lo evolucionada que est¨¢ la tecnolog¨ªa, a mi profesor y a m¨ª nos extra?¨® que no hubiera sillas de ruedas capaces de subir las aceras". Por ello, la idea de crear una silla que pudiera hacerlo sedujo a Guillermo Bruixola a la hora de elegir un proyecto final de carrera. Lo que este alumno de la Escuela de Industriales de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia no se imaginaba es que acabar¨ªa ganando, junto a su profesor Manuel Contero, la XI edici¨®n de uno de los premios m¨¢s prestigiosos del ¨¢mbito de la ingener¨ªa industrial, los galardones PTC que se entregaron la segunda semana de junio en Orlando (EE UU).
A Bruixola, su profesor le plante¨® tres proyectos: un kart para circular por la playa, una cama de hospital o una silla de ruedas. "La silla es lo que menos me atrajo al principio", comentaba ayer a este diario. Sin embargo, finalmente se di¨® cuenta de que trabajar en ella era lo que "m¨¢s juego pod¨ªa dar". Primero descart¨® el veh¨ªculo porque durante el curso ya hab¨ªa trabajado sobre un ultraligero. M¨¢s tarde, la cama: "en el mercado hay pr¨¢cticamente de todos los tipos". Pero cuando Bruixola comenz¨® a estudiar aspectos relacionados con la normativa o los diferentes modelos de sillas de ruedas, le asombr¨® la ausencia en el mercado de modelos capaces de hacer frente a peque?os obst¨¢culos. Incluso cuando hablaba con usuarios, le comentaban lo "quemados" que estaban ante la ausencia o los problemas que planteaban los escasos artilugios que existen para acoplar a las sillas y permitir que subieran escalones. De esta forma surgi¨® la idea de dise?ar un modelo que al tropezar con una acera de hasta 20 centimetros -la altura establecida por ley- fuera capaz de superarla y seguir su camino, as¨ª como moverse por terreno irregular. El resultado es una silla de aluminio de tracci¨®n el¨¦ctrica que mueve a tres hileras de ruedas de tama?o medio y que, seg¨²n calcula, podr¨ªa tener un precio comercializada de unos 5.000 euros, frente a los 3.000 del modelo b¨¢sico de silla el¨¦ctrica.
El proyecto ha recibido el premio de la modalidad de educaci¨®n. Pero el jurado -formado por profesionales de revistas de ingenier¨ªa de todo el mundo- tambi¨¦n ha elegido a la silla de ruedas de Bruixola como el mejor de los ganadores de las cuatro modalidades restantes -por encima de trabajos,entre otros, de la empresa de veh¨ªculos Skoda-, al entender que se ofrece una soluci¨®n sencilla para superar obst¨¢culos sin acudir a "caros disposituivos electr¨®nicos", lo que reduce los costes. La condici¨®n para participar en los premios es la de usar software de la empresa organizadora.
Hasta ahora, el dise?o de la silla no ha pasado de la pantalla de ordenador, como se?ala Bruixola: la idea inicial no era la de comercializar el producto, sino "s¨ªmplemente, obtener el t¨ªtulo de ingeniero". Otra cosa es que, en vista del ¨¦xito, tanto ¨¦l como su profesor est¨¦n pendientes de patentar el invento y buscar financiaci¨®n para realizar un prototipo y hacer de la idea una realidad. De momento, el alumno premiado trabaja en la empresa Systemtronic, centrada en el mobiliario de oficina, que le ha contratado al acabar sus pr¨¢cticas, aunque ya ha recibido cuatro ofertas laborales a ra¨ªz del premio.
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