Inversores privados apuestan por la industria espa?ola del videojuego
El Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa, la Generalitat de Catalu?a y los fondos de capital riesgo ponen su dinero en nuevas compa?¨ªas espa?olas del ocio electr¨®nico, nacidas tras la debacle de las 'puntocom' de 2000
Inversores privados, fondos de capital riesgo e incluso instituciones como el Ministerio de Tecnolog¨ªa y Ciencia o la Generalitat de Catalu?a no han pasado por alto el espectacular crecimiento que ha experimentado la industria del videojuego en Espa?a. En el a?o 2002 subi¨® m¨¢s del 22%, hasta alcanzar una facturaci¨®n de 710 millones de euros.
El revent¨®n de la burbuja de las puntocom en el a?o 2000 se llev¨® por delante a grandes compa?¨ªas; por ejemplo, Dinamic y Rebel Act Studios, creadoras de videojuegos reconocidos internacionalmente como PC F¨²tbol y Blade, respectivamente. Tras el estallido de la burbuja han surgido una decena de peque?os estudios de desarrollo formados con los talentos que se hab¨ªan quedado sin trabajo. Cada uno de estos nuevos equipos se compone de no m¨¢s de 20 personas, altamente cualificadas y provenientes de la mencionada quiebra de grandes empresas o de escisiones de otras a¨²n en activo.
Mucha experiencia
Los fundadores de estos nuevos estudios saben m¨¢s por viejos que por inform¨¢ticos. Saben que necesitan un m¨ªnimo de dos millones de euros para cerrar un proyecto decente y cuatro si quieren lanzar un Triple A o, lo que es lo mismo, un rompelistas. Tambi¨¦n saben que crear un juego s¨®lo para ordenadores PC es casi un suicidio y que si adem¨¢s no posee aspiraciones internacionales es mejor que no empiecen ni a hacer bocetos, y mucho menos planes de futuro.
Adem¨¢s, conocen c¨®mo y cu¨¢ndo hay que negociar los derechos y los adelantos con los editores internacionales, los llamados publishers en el argot del videojuego. Legend Studios, Nebula, Mercury Steam, Arvirago, Novarama y Digital Legends son hoy casi desconocidas, pero han empezado a escribir un nuevo cap¨ªtulo de la historia de la creaci¨®n de juegos en Espa?a que quiz¨¢ ser¨¢ tan prol¨ªfica como la de la d¨¦cada de 1980, la edad de oro del software espa?ol.
El 13 de mayo, Enric ?lvarez y su equipo de la empresa Mercury Steam descend¨ªan del vuelo de American Airlines que les llev¨® a Los ?ngeles. En su malet¨ªn, un potente ordenador port¨¢til, estaba instalada una demostraci¨®n de Scrapland, un nuevo videojuego que est¨¢n desarrollando desde Madrid y que esperan vender a alguna de las grandes firmas editoras que acuden anualmente a la feria E3 de Los ?ngeles.
Si todo sale bien, el t¨ªtulo estar¨¢ en las tiendas de todo el mundo en las navidades de 2004, tanto en versi¨®n para PC como para la consola Xbox. Han conseguido capital para financiar el proyecto y poder as¨ª negociar mejor con el editor.
?lvarez, fundador de la compa?¨ªa, asegura que "un equipo peque?o es m¨¢s eficiente y permite crecer seg¨²n las necesidades de cada fase del desarrollo". Saben que cuando firmen con el editor les atar¨¢ para proyectos futuros, en los que poseer¨¢ m¨¢s margen de beneficio y mayor poder de decisi¨®n en el dise?o de los juegos.
Xavier Carrillo, de la barcelonesa Digital Legends, tambi¨¦n acudi¨® a la cita. ?l opina que es mejor que en los primeros proyectos el publisher se implique en el dise?o "por conocer mejor las demandas del mercado masivo". Por ese motivo han aplazado temporalmente Nightfall Dragons, que ten¨ªa que ir destinado a los jugadores empedernidos, para centrarse en la creaci¨®n de un juego de acci¨®n multiplataforma. Su estudio naci¨® de la desaparici¨®n de Rebel Act Studios. La financiaci¨®n les ha llegado de un inversor privado, de la Generalitat de Catalu?a y del Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa.
El CIDEM tambi¨¦n subvenciona a Novarama, un equipo dirigido por Daniel S¨¢nchez-Crespo en el que se hallan ex empleados de Pyro Studios. Aprovechando las sinergias con las universidades de La Salle y Pompeu Fabra, se han arrancado dos proyectos. Uno para Play Station 2, del que se har¨¢ la parte gr¨¢fica, y otro para Game Boy Advance.
Unos inversores de Bolsa que buscaban rentabilizar su capital durante la reciente crisis propusieron a Francisco P¨¦rez la creaci¨®n de un estudio de desarrollo de videojuegos. As¨ª naci¨® en M¨¢laga Legend Studios. En el equipo hay ex miembros de Dinamic y Pyro Studios. Son 11 profesionales. Han contado con dos millones de euros para War Times, un juego de estrategia para PC inspirado en la serie Command and Conquer de Westwood. Estas navidades estar¨¢ en las tiendas tras dos a?os y medio de trabajo. La secuela ya est¨¢ prevista y hay en mente un juego para Xbox. Ya tienen acuerdo de distribuci¨®n en Norteam¨¦rica con Strategy First, de quien han conseguido un adelanto en concepto de royalties, y "el resto a pachas", explican.
Jon Beltr¨¢n de Heredia, de Arvirago, se queja de que en Espa?a no hay tradici¨®n de invertir en ocio electr¨®nico. "Estamos obligados a hacer una funci¨®n pedag¨®gica cada vez que visitamos a un posible socio capitalista, explic¨¢ndole desde c¨®mo se hace un juego, hasta c¨®mo se distribuye y de d¨®nde llegan los beneficios".
Dif¨ªcil gesti¨®n
Los videojuegos son un mercado arriesgado. Lo normal es recuperar la inversi¨®n con un m¨ªnimo beneficio que se reinvierte de inmediato en el siguiente proyecto, aunque puede haber suerte y crear un juego que se venda como rosquillas al estilo Commandos, que cost¨® s¨®lo un mill¨®n de euros y la serie ha vendido m¨¢s de tres millones de ejemplares en todo el mundo.
Sin embargo, hay cientos de t¨ªtulos que no llegan al final, ya sea por falta de dinero, porque el publisher retira su confianza antes de tiempo o por una falta de organizaci¨®n de un equipo, quiz¨¢ excesivamente joven e inexperto.
En 2001, el publisher coreano Phantagram confi¨® en la espa?ola Trilobite para que llevara a cabo su proyecto Duality. Inyect¨® una cantidad suculenta de euros y en 2002 una demostraci¨®n del juego espa?ol llegaba al E3. Sin embargo, en 2003 no hay juego. Este es el tipo de experiencias que asusta e impide que haya m¨¢s inversi¨®n en el sector.
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