El Se?or de los Hilillos

No hace falta mirar muy atr¨¢s para entender porqu¨¦ ciertos gobernantes resultan penosos. Sus declaraciones p¨²blicas son tan elocuentes que es f¨¢cil convencerse de que el poder adem¨¢s de corromper desgasta la inteligencia. Basta con recordar alguna de sus "perlas": Mariano Rajoy, coordinador del Gobierno espa?ol durante la crisis del Prestige, d¨ªas despu¨¦s de la cat¨¢strofe reconoci¨® la evidencia: "El barco se ha hundido" inform¨®, "Pero el fuel se solidificar¨¢ en el fondo". Una vez contaminados 500 Km. de costa intent¨® serenar los ¨¢nimos: "No pasa nada. No sale fuel de los tanques. No existe tal marea negra, s¨®lo son peque?as manchas que no llegar¨¢n a la costa. No existen fugas, son hilillos como de plastilina".

Desde entonces toneladas de negro chapapote siguen contaminando nuestras vidas. Pero el verdadero Se?or de los Hilillos vive en los Estados Unidos. La imagen de George Bush representa al Gobierno del pa¨ªs m¨¢s violento y militarizado del mundo. Sus pensamientos revelan un profundo talento: "Si no hacemos la guerra, corremos el riesgo de fracasar. Una palabra resume probablemente la responsabilidad de cualquier gobernante. Y esa palabra es "estar preparado" Y remataba: "Nosotros estamos preparados para cualquier imprevisto que pueda ocurrir o no. Creo que estamos en un camino irreversible hacia m¨¢s libertad y democracia.

Pero las cosas pueden cambiar". ?Ser¨¢ necesario recordar para saber que qui¨¦nes hoy manejan los hilillos del poder podr¨ªan llegar a presidir los mayores desastres de nuestro futuro? Una sociedad viva deber¨ªa poner en pr¨¢ctica su memoria colectiva y rebelarse contra tanta estupidez y arrogancia.