G. K. Chesterton descubre su afici¨®n a la pol¨¦mica en su autobiograf¨ªa

Desde el primer p¨¢rrafo se perfila la iron¨ªa, se descubre la belleza del lenguaje que utiliza en sus escritos y se intuye que la vida del "periodista y escritor de panfletos" Gilbert Keith Chesterton fue todo menos aburrida. Se edita ahora por primera vez en Espa?a la Autobiograf¨ªa (El Acantilado), de G. K. Chesterton, publicada en 1936.

"Doblegado ante la autoridad y la tradici¨®n de mis mayores por una ciega credulidad habitual en m¨ª y aceptando supersticiosamente una historia que no pude verificar en su momento mediante experimento ni juicio personal, estoy firmemente convencido de que nac¨ª el 29 de mayo de 1874 en Campden Hill, Kensington...". Con estas palabras se inicia la visi¨®n particular¨ªsima que tuvo Chesterton de sus primeros momentos de vida. A lo largo de 16 cap¨ªtulos, el escritor realiza un recorrido por sus pasiones, sus fobias y sus preocupaciones sociales y pol¨ªticas. El prol¨ªfico autor falleci¨® en Beaconsfield, Buckinghamshire, en 1936. Ese mismo a?o se public¨® su autobiograf¨ªa en el Reino Unido.

El escritor cultiv¨® a lo largo de su vida todos los g¨¦neros y destac¨®, especialmente, en el period¨ªstico. Han sido y son muy le¨ªdas las historias de misterio del padre Brown; son conocidas tambi¨¦n su pasi¨®n y admiraci¨®n por Charles Dickens, que le llevaron a escribir una biograf¨ªa sobre el escritor -tambi¨¦n escribi¨® otra de san Francisco de As¨ªs-. Entre sus novelas destacan Ortodoxia, El Napole¨®n de Notting Hill y El hombre que fue jueves. Chesterton fue un personaje pol¨¦mico, mantuvo una postura cr¨ªtica con el mundo que le toc¨® vivir y fue uno de los pocos periodistas ingleses de su ¨¦poca que se opusieron a la guerra de los B¨®ers -la incursi¨®n brit¨¢nica en Sur¨¢frica-.

?xito period¨ªstico

En su biograf¨ªa habla de su trabajo como periodista manteniendo la misma postura cr¨ªtica con la que se enfrent¨® al resto de las cosas de su vida. "Lo que todos me dec¨ªan era que el secreto del ¨¦xito en periodismo consist¨ªa en estudiar un peri¨®dico en concreto y escribir lo apropiado para ¨¦l. En parte por accidente e ignorancia, y en parte por las rabiosas certezas de juventud, no recuerdo haber escrito lo apropiado para ning¨²n peri¨®dico en concreto".

El cap¨ªtulo Nacionalismo y Notting Hill lo dedica Chesterton a diseccionar su posici¨®n ante determinados sucesos pol¨ªticos. Habla de la guerra de los B¨®ers y critica la frivolidad con la que se vivi¨® inicialmente esa contienda. "Algunos intelectuales repudiaban indignados el t¨¦rmino y afirmaban que no eran prob¨®ers, sino s¨®lo amantes de la paz o pacifistas, pero yo era decididamente prob¨®er y decididamente no era un pacifista".

Cr¨ªtico tambi¨¦n con su trabajo literario, escribe que nunca se tom¨® en serio sus novelas ni sus relatos, "ni me he cre¨ªdo que ocupara un lugar importante en algo tan serio como la novela".