La segunda vivienda del ministro de Defensa

Lo pudimos leer en la portada de EL PA?S del pasado 6 de septiembre: el ¨²ltimo Consejo de Ministros ha autorizado al Ministerio de Defensa la compra de armamento en una cuant¨ªa sin precedentes en Espa?a, utilizando para ello fondos del Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa. Naturalmente, lo m¨¢s grave es el destino del dinero, que sigamos gastando tanto en comprar armas.

Pero tambi¨¦n es preocupante su origen. Incluso en nuestro pa¨ªs, tan acostumbrado al sistem¨¢tico maltrato de la investigaci¨®n cient¨ªfica y tecnol¨®gica, una noticia as¨ª deber¨ªa provocar la sorpresa de los lectores. ?Qu¨¦ ocurre? ?Aprovecha el ministro Trillo que el ministro Piqu¨¦ ha salido con destino a Catalu?a y que su sustituto est¨¢ de mudanza para saquear las arcas de un ministerio ajeno? ?O es que anda tan sobrado de fondos el Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa que se permite transferir sus excedentes a otros ministerios m¨¢s necesitados?

Pues bien, queridos lectores y lectoras, ni una cosa ni otra. Lo que acaba de ocurrir no tiene, en realidad, nada de sorprendente, porque hace tiempo que el ministro de Defensa se mueve por el Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa como Pedro por su casa. De acuerdo con los datos recogidos por la C¨¢tedra Unesco de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona y por la Fundaci¨® per la Pau, desde 1996 aproximadamente entre el 40% y el 50% (seg¨²n los a?os) del presupuesto destinado a investigaci¨®n y desarrollo en los Presupuestos Generales del Estado ha estado destinado a I+D militar. En algunos casos, ni siquiera a I+D en sentido estricto, sino a financiar la producci¨®n misma de armamento, como denunci¨® la revista Nature en un editorial del a?o 2000 muy cr¨ªtico con el Gobierno espa?ol. Y la mayor parte de estos fondos no proced¨ªan de la caja del Ministerio de Defensa, sino del Ministerio de Industria, primero, y del Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa, desde su creaci¨®n. Con estos precedentes, no es de extra?ar que ahora el se?or Trillo disponga de los fondos de este ministerio como si fueran suyos.

?Qui¨¦n va a defender a la investigaci¨®n cient¨ªfico-tecnol¨®gica espa?ola, a la que nuestro Gobierno destina, a?o tras a?o, un porcentaje del PIB mucho menor que la media europea, de este nuevo atropello?

Ciertamente, no una administraci¨®n que coloc¨® al frente del decepcionante Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa primero a una ministra m¨¢s interesada en los tel¨¦fonos m¨®viles que en la I+D nacional, luego a un pol¨ªtico de tr¨¢nsito hacia las elecciones catalanas, y finalmente a un disciplinado gestor de la Hacienda p¨²blica al que ya tocaba recompensar con alg¨²n (?cualquier?) ministerio. No. A la I+D espa?ola s¨®lo pueden defenderla los propios investigadores (que en n¨²mero creciente se pronuncian contra la excesiva militarizaci¨®n de la ciencia en nuestro pa¨ªs) y la opini¨®n p¨²blica, si los medios de comunicaci¨®n le permiten conocer, por ejemplo, que

el Gobierno espa?ol ha destinado en 2003 una porci¨®n mayor del dinero de todos a I+D militar que a investigaci¨®n sanitaria o a cualquier otro campo del saber. Ahora el ministro Trillo viene a por m¨¢s. Y es que cuando el se?or ministro de Defensa viene al Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa, el se?or ministro viene a su casa.