Esp¨ªritu de lucha
C¨¢rmen P¨¦rez se compromete a pelear con u?as y dientes por el empleo en C¨¢diz
A Carmen P¨¦rez Fuentes (C¨¢diz, 44 a?os), presidenta del comit¨¦ de empresa de la planta de Altadis en la capital gaditana desde hace 12 a?os, le cuesta asumir que 186 compa?eros dejen de pertenecer en breve a la plantilla de trabajadores de C¨¢diz. Desde que la direcci¨®n del grupo tabaquero anunci¨® su plan industrial, que prev¨¦ el cierre de la f¨¢brica de cigarros puros y el traslado a Alicante o la prejubilaci¨®n de casi 200 de los 530 operarios gaditanos, vive con "las carnes abiertas". Con todo, no se siente sola. Afirma que las 2.500 personas que participaron en la manifestaci¨®n que el lunes recorri¨® las calles de C¨¢diz le han insuflado "el aliento que necesit¨¢bamos para sentirnos respaldados".
Carmen P¨¦rez ha sido sindicalista de toda la vida. Desde que en 1977, con tan s¨®lo 18 a?os, entr¨® a trabajar en la antigua Tabacalera como empaquetadora, se sinti¨® atra¨ªda por la defensa de los derechos laborales. Enseguida se afili¨® a Comisiones Obreras animada por Mar¨ªa Medrano, actual presidenta del comit¨¦ de Sevilla. Ambas trabajaron de la mano hasta que ¨¦sta ¨²ltima se traslad¨® a la capital hispalense. Desde entonces comparten la tarea de representar a las respectivas plantillas.
Esta coincidencia -dos mujeres al frente de los comit¨¦s andaluces- no es fruto de la casualidad, seg¨²n P¨¦rez, quien apela al esp¨ªritu de la cigarrera para justificar el liderazgo sindical de las mujeres en esta empresa. "Pertenecemos hist¨®ricamente a una clase de mujeres luchadoras que defendi¨® siempre su puesto de trabajo como forma de adquirir mayor libertad y autonom¨ªa", explica.
El discurso de P¨¦rez, que est¨¢ casada con otro sindicalista, se ha ido endureciendo a?o tras a?o, en especial, desde que en 1998 dej¨® Comisiones Obreras, junto con otros compa?eros, para crear el sindicato Autonom¨ªa Obrera (A.O.), que ha expandido sus redes de influencia en centros laborales p¨²blicos y privados estrat¨¦gicos en la ciudad de C¨¢diz, como Altadis, el hospital Puerta del Mar o el Ayuntamiento gaditano, donde son el sindicato mayoritario.
Sus detractores la asocian con un sindicalismo visceral y le tachan de haber apoyado las tesis del nacionalismo radical vasco.
Ella sostiene que abanderan un sindicalismo de acci¨®n y no ¨²nicamente de servicio que, a su juicio, prestan las centrales mayoritarias. "Los planes de reconversi¨®n nos est¨¢n destrozando y los sindicatos, en vez de movilizar a los trabajadores como hacemos en A.O., se limitan a ofrecer cursos de formaci¨®n", detalla.
Con esta premisa, advierten a la direcci¨®n de Altadis y al Ministerio de Trabajo -al que piden que paralice el expediente de regulaci¨®n de empleo- de que luchar¨¢n "hasta el final" para evitar lo que consideran "una agresi¨®n en toda regla", no s¨®lo a los trabajadores de Altadis, sino al mercado laboral de la Bah¨ªa de C¨¢diz.
"Estamos dispuestos a hacer lo indecible por defender nuestro empleo. No nos van a arrebatar nuestro puesto de trabajo, no nos van a separar de nuestras familias y much¨ªsimo menos nos van a echar de esta ciudad. Contra eso vamos a pelear con u?as y dientes como sabemos hacerlo las cigarreras de siempre", espet¨®.
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