Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez rememora su deuda con Juan Rulfo
Se celebran los 50 a?os de la publicaci¨®n de 'El llano en llamas'
"?Lea esa vaina, carajo, para que aprenda?", le conmin¨® ?lvaro Mutis. Su amigo Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez ten¨ªa entonces 32 a?os y se sumergi¨® en Pedro P¨¢ramo, del mexicano Juan Rulfo (1918-1986). No peg¨® ojo hasta agotar su segunda lectura. Desde la noche en que devor¨® La metamorfosis, de Kafka, nunca hab¨ªa sentido una conmoci¨®n semejante. Al d¨ªa siguiente ley¨® El llano en llamas y no sali¨® del asombro. "La obra de Juan Rulfo me dio, por fin, el camino que buscaba para continuar mis libros", confes¨® el Nobel colombiano de Literatura durante el cincuentenario de la colecci¨®n de cuentos El Llano en Llamas.
Seis a?os antes de la fascinante vigilia, Garc¨ªa M¨¢rquez hab¨ªa publicado su primera novela, La hojarasca; ten¨ªa tres libros in¨¦ditos, El coronel no tiene quien le escriba, La mala hora y Los funerales de la Mam¨¢ Grande, y se sent¨ªa "metido en un callej¨®n sin salida, buscando por todos los lados una brecha para escapar", record¨® Garc¨ªa M¨¢rquez en el programa radiof¨®nico De 1 a 3, del periodista Jacobo Zabludowsky. El maestro sali¨® de los c¨ªrculos conc¨¦ntricos, encontr¨® un norte convincente y po¨¦tico, y ha vuelto a releer Pedro P¨¢ramo. Cree que sus 300 p¨¢ginas son tan perdurables como las que se conocen de S¨®focles.
El llano en llamas aborda la soledad, la violencia, la muerte, la desolaci¨®n y desesperanza del campo mexicano en los a?os posrevolucionarios. Fue publicado en el a?o 1953, traducido a m¨¢s de 30 idiomas, y empieza as¨ª: "El grito se vino rebotando por los paredones de la barranca y subi¨® hasta donde est¨¢bamos nosotros. Luego se deshizo. Por un rato, el viento que soplaba desde abajo nos trajo un tumulto de voces amontonadas, haciendo un ruido igual al que hace el agua crecida cuando rueda sobre pedregales. Enseguida, saliendo de all¨¢ mismo, otro grito torci¨® por el recodo de la barranca, volvi¨® a rebotar en los paredones y lleg¨® todav¨ªa con fuerza junto a nosotros: '?Viva mi general Petronilo Flores!".
Una sola novela, Pedro P¨¢ramo, y los relatos de la efem¨¦ride, editados ambos en la d¨¦cada de los cincuenta, fueron suficientes para encumbrar a su autor. Escribi¨® "para que lo leyeran dos o tres amigos o m¨¢s bien por necesidad", dijo Garc¨ªa M¨¢rquez en un texto escrito en el a?o 1985, a?o en que la novela cumpli¨® 30. Charlas, tertulias, conferencias y noticias sobre la vida y obra de Rulfo acompa?an en M¨¦xico el cincuentenario de El llano en llamas, aparecido por primera vez en el Fondo de Cultura Econ¨®mica (FCE).
El Instituto Nobel declar¨® Pedro P¨¢ramo como una de las 100 obras de ficci¨®n m¨¢s importantes en la historia de la humanidad. Su creador, Juan Nepomuceno Carlos P¨¦rez Rulfo Vizca¨ªno, mejor conocido como Juan Rulfo, naci¨® el 16 de mayo de 1917 en Sayula, Jalisco. Fue el tercero de cinco hermanos de una familia acomodada. "Vine a Comala porque me dijeron que ac¨¢ viv¨ªa mi padre, un tal Pedro P¨¢ramo. Mi madre me lo dijo". Arranca as¨ª la historia llevada al cine con John Gavin como protagonista. Rulfo recibi¨®, entre otros, el Premio Nacional de Literatura y el Pr¨ªncipe de Asturias.
El escritor mexicano Federico Campbell se sum¨® a los homenajes del medio siglo con La ficci¨®n de la memoria, Juan Rulfo ante la cr¨ªtica (Editorial Era), una compilaci¨®n de los ensayos, testimonios y entrevistas difundidas a lo largo de cuatro decenios por 43 notables de las letras y el pensamiento, entre ellos Carlos Fuentes, Augusto Roa Bastos, Alfonso Reyes, Jorge Luis Borges, Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, Augusto Monterroso y Susan Sontag. "Alrededor de la obra de Juan Rulfo hay 43 miradas en este libro, como si lo rodearan con su punto de vista, porque desde cada ¨¢ngulo la obra de Rulfo se ve diferente, cada mirada es distinta, cada cr¨ªtica", explic¨® Campbell.
En Espa?a, acaba de aparecer la biograf¨ªa Juan Rulfo: las ma?as del zorro (Espasa), de Reina Roff¨¦.
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