?xito y fracaso
"Es de destacar la notable profesionalidad con que han actuado las fuerzas de orden p¨²blico, dotadas de medios t¨¦cnicos notables, a la vez que movidas por una gran profesionalidad, prudencia y sentido de servicio p¨²blico". En estos t¨¦rminos se expresaba Diario de Sevilla ayer s¨¢bado en un editorial significativamente titulado: ?xito policial. Un crimen se esclarece.
No creo que ning¨²n ciudadano decente haya dejado de recibir con satisfacci¨®n la noticia de la detenci¨®n de Tony Alexander King como consecuencia de los indicios incriminatorios que los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado han sido capaces de acumular. Me imagino que, adem¨¢s, para los ciudadanos de Co¨ªn, la satisfacci¨®n debe de haberse combinado con el alivio de ver que se levantaban las sospechas que sobre algunos de los vecinos se hab¨ªan venido acumulando en estos ¨²ltimos meses.
Conf¨ªo en que haya un reconocimiento del error cometido con Dolores V¨¢zquez y que se pidan disculpas
Ahora bien, la alabanza que en este caso merece la actuaci¨®n de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado no puede desvincularse de la censura que mereci¨® y sigue mereciendo su actuaci¨®n en la investigaci¨®n del caso de Roc¨ªo Wanninkhof. Si ahora, en la investigaci¨®n de la muerte de Sonia Carabantes, ha habido "profesionalidad, prudencia y sentido del servicio p¨²blico", en el caso de Rocio Wanninkhof hubo todo lo contrario.
Y esto hay que decirlo, sobre todo para evitar que pueda volver a pasar y que a alg¨²n ciudadano/a pueda ocurrirle en el futuro lo que le ocurri¨® y desgraciadamente le sigue ocurriendo a Dolores V¨¢zquez. No se puede desvincular en el an¨¢lisis y en la valoraci¨®n de un servicio p¨²blico tan esencial como es el que prestan las fuerzas y cuepos de seguridad del Estado el ¨¦xito y el fracaso. En especial cuando existe una vinculaci¨®n tan estrecha, como la que existe en este caso, entre el ¨¦xito y el fracaso. Si hoy podemos decir que la actuaci¨®n policial ha sido "profesional y prudente", tenemos tambi¨¦n que decir que hace unos a?os no fue ni lo uno ni lo otro. Y que como consecuencia de su falta de profesionalidad y de prudencia se ocasion¨® un da?o enorme al proceso de administraci¨®n de justicia y una lesi¨®n casi pr¨¢cticamente irreparable a Dolores V¨¢zquez.
Todav¨ªa en el d¨ªa de ayer Antonio Soler, en un art¨ªculo titulado Furia, con cuyo contenido estoy b¨¢sicamente de acuerdo, deslizaba la siguiente barbaridad: "Quiz¨¢ Dolores V¨¢zquez resulte inocente". A esto es a lo que condujo la actuaci¨®n de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, a convertir la presunci¨®n de inocencia en presunci¨®n de culpabilidad. En lugar de resultar culpable como consecuencia de que existan pruebas que destruyen su presunci¨®n de inocencia, Dolores V¨¢zquez puede acabar resultando inocente, porque ya ha sido declarada culpable por la investigaci¨®n policial. Si esto se cuela en un texto escrito en un periodista con tanta experiencia como Antonio Soler, ?qu¨¦ es lo que no se habr¨¢ colado en la opini¨®n p¨²blica?
Obviamente, no toda la responsabilidad es atribuible a las fuerzas y cuerpos de seguridad, ya que fue, por lo menos, tan poco profesional y tan imprudente la actuaci¨®n del juez de instrucci¨®n, del ministerio fiscal, de los jueces de la Audiencia Provincial que revisaron la decisi¨®n sobre la prisi¨®n provisional acordada por el juez de instrucci¨®n y la del magistrado presidente del tribunal del jurado que acab¨® condenando a Dolores V¨¢zquez. ?nicamente la decisi¨®n de la sala del Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa, que anul¨® la sentencia y orden¨® la repetici¨®n del juicio, actu¨® de manera correcta. Dolores V¨¢zquez ha sido v¨ªctima de un fallo cumulativo de casi todos los instrumentos previstos en nuestro ordenamiento para la protecci¨®n de los derechos fundamentales de los ciudadanos. Afortunadamente para ella, el Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa no se dej¨® arrastrar, como lo hicieron los dem¨¢s ¨®rganos judiciales y de la fiscal¨ªa, por la capacidad persuasiva de los agentes policiales que hab¨ªan llevado la investigaci¨®n y se atuvieron a lo que un tribunal penal tiene que atenerse: a la existencia o no de prueba incriminatoria de cargo destructora de la presunci¨®n de inocencia.
Lo que escribo hoy coincide con lo que escrib¨ª en su momento, tanto cuando se mantuvo a Dolores V¨¢zquez en prisi¨®n provisional, como cuando fue condenada y cuando el Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa anul¨® la sentencia condenatoria y orden¨® la repetici¨®n del juicio. Me pareci¨® una barbaridad todo lo que se estaba haciendo. As¨ª como tambi¨¦n me lo parece que se haya filtrado la noticia de que Tony Alexander King y Dolores V¨¢zquez se hab¨ªan conocido cuando ¨¦l hab¨ªa trabajado en un hotel de la que ella hab¨ªa sido gerente. Parece como si los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad no hubieran estado dispuestos a revisar la condena que en su d¨ªa dictaron sin pruebas contra una ciudadana inocente.
Me alegro mucho de que las fuerzas y cuerpos de seguridad act¨²en correctamente y cumplan adecuadamente con la tarea que tienen constitucionalmente encomendada que, no se nos debe olvidar, es la de "proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana" (art. 104.1 CE). Pero me preocupa que no estemos alerta ante la actuaci¨®n incorrecta de dichas fuerzas y cuerpos de seguridad, porque el coste es terrible. No creo que sea dif¨ªcil intelectualmente para nadie ponerse en el lugar de Dolores V¨¢zquez, aunque es evidente que nadie que no haya pasado por una situaci¨®n parecida, que afortunadamente ser¨¢n muy pocas, pueda realmente sentir el dolor que ella debe haber sufrido. Confio en que haya un reconocimiento expreso del error y que se pidan las disculpas pertinentes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.