Espa?a, al borde de un ¨¦xito sin precedentes
La selecci¨®n femenina de baloncesto brilla en el Europeo y luchar¨¢ por el t¨ªtulo y una plaza en Atenas
Las mejores jugadoras del baloncesto espa?ol se acercan a pasos agigantados a la consecuci¨®n de una medalla europea y lo que para ellas supondr¨ªa un ¨¦xito sin precedentes: la clasificaci¨®n para disputar los pr¨®ximos Juegos Ol¨ªmpicos -hay tres plazas en juego-. A la estela de la efervescencia que la selecci¨®n masculina dej¨® con el subcampeonato continental en Suecia, el equipo femenino ha completado una magn¨ªfica primera fase en el campeonato que se disputa en Grecia. A partir de ma?ana, en la ciudad de Patras y ya en cuartos de final, el equipo que dirige Vicente Rodr¨ªguez debe refrendar el magn¨ªfico juego que ha desplegado. Ayer mismo gan¨® a una de las grandes favoritas al t¨ªtulo, Rusia, por 64-61 y se clasific¨® para cuartos como primera de grupo.
Los paralelismos entre la selecci¨®n masculina y la femenina son inevitables, m¨¢xime despu¨¦s de haber calcado sus resultados en los ¨²ltimos campeonatos: bronces en los europeos de 2001 y quintos puestos en los mundiales de 2002. Las chicas no cuentan con un equivalente a Gasol, aunque s¨ª disponen de Amaya Valdemoro, una alero de 1,82 metros que, a sus 27 a?os, ejerce el papel de l¨ªder del equipo. Gan¨® tres veces consecutivas, desde 1998 a 2000, la mejor liga del mundo, la WNBA, formando parte de las Comets de Houston y con el Ros Casares ha ganado cinco ligas y una Copa de Europa. En Grecia est¨¢ siendo la m¨¢xima anotadora del campeonato, adem¨¢s de contribuir en el aspecto reboteador con notable fuerza.
Sin embargo, el baloncesto femenino espa?ol posee unas caracter¨ªsticas muy diferentes al masculino, empezando, como en casi todos los deportes, por el abismo que les separa en cuanto a medios econ¨®micos y repercusi¨®n. La liga femenina, compuesta por 14 clubes ha experimentado una notable mejor¨ªa y empieza a animarse por la competencia cada vez m¨¢s cerrada de varios equipos como el Barcelona, vigente campe¨®n, el Ros Casares, el Celta, el Mann de Zaragoza, el Perfumer¨ªas Avenida de Salamanca y la incorporaci¨®n de clubes de la importancia del Estudiantes, ascendido la pasada temporada. Pero todav¨ªa est¨¢ a a?os luz de la liga ACB. Dif¨ªcilmente se llega a los 1.000 espectadores en sus partidos y la repercusi¨®n en televisi¨®n es tan m¨ªnima como se ha podido comprobar a lo largo del Europeo: casi todos sus partidos han sido trasmitidos en diferido pasadas las 2 de la madrugada.
El historial de la selecci¨®n femenina es corto pero cuenta con un t¨ªtulo europeo, obtenido en 1993, que a la masculina se le ha escapado en las cinco ocasiones en que ha disputado la final. Sin embargo, la ¨²nica participaci¨®n de las chicas espa?olas en unos Juegos Ol¨ªmpicos se produjo, como anfitriona, hace 11 a?os en Barcelona. Por eso, esta vez la clasificaci¨®n para estar en los Juegos de Atenas el a?o pr¨®ximo supon¨ªa un ¨¦xito sin precedentes. Una de las lagunas del equipo espa?ol es la ausencia de jugadoras de gran altura. Sus pivots m¨¢s altas, la veterana Elisabeth Cebri¨¢n, que disputa el europeo despu¨¦s de haber pasado un a?o entero sin jugar a consecuencia de una lesi¨®n, y la joven Lucila Pascua, miden 1,96 metros. Sin embargo, el equipo espa?ol se beneficia de una notable capacidad defensiva y un bloque muy compacto en el que, a las veteranas Valdemoro, Cebri¨¢n, Marina Ferragut, Ingrid Pons, Rosi S¨¢nchez y Laura Camps, se ha a?adido una generaci¨®n prometedora, la de la base Nuria Mart¨ªnez, de 19 a?os, y las pivots Pascua (20) y Paula Segu¨ª (21).
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