King declara que atropell¨® a Sonia sin querer
Tony Alexander King, el asesino confeso de Sonia Carabantes y Roc¨ªo Wanninkhof, se autodefine como "un enfermo" y asegura que su dolencia se debe a sus irreprimibles deseos sexuales por "tocar a ni?as". As¨ª lo ha reconocido King en la declaraci¨®n que ha prestado ante Gonzalo Alonso, el juez de Co¨ªn (M¨¢laga) que instruye el crimen de Sonia. King confiesa ser el autor de ambos cr¨ªmenes y asegura que su encuentro con Sonia fue casual, seg¨²n han explicado a EL PA?S fuentes cercanas a la investigaci¨®n conocedoras del testimonio judicial. King, un camarero de 38 a?os que se afinc¨® en Espa?a hace seis, admiti¨® ante el juez, con frialdad, que todas sus fechor¨ªas tienen su ra¨ªz en los problemas sexuales que padece.
El supuesto criminal confes¨® tres agresiones sexuales en Torremolinos, Mijas y Benalm¨¢dena
El presunto criminal declar¨® que la noche del 14 de agosto, cuando rapt¨® y mat¨® a Sonia, de 17 a?os, fue el azar el que hizo que se topase con ella. King relat¨® al juez que durante las fiestas bebi¨® con profusi¨®n hasta acabar "muy borracho" y se top¨® con Sonia cuando ya se iba a su casa. Al sacar su coche, estacionado cerca de la vivienda de Sonia, marcha atr¨¢s, atropell¨® a la chica sin querer, seg¨²n su testimonio. Se dio cuenta del atropello porque not¨® un golpe en la parte trasera del veh¨ªculo. Se ape¨® para ver lo ocurrido y vio a la chica tendida en el suelo, inm¨®vil y semiinconsciente. Al verla, despertaron en ¨¦l deseos sexuales, seg¨²n cont¨® al juez. King detall¨® que abri¨® el maletero del coche, meti¨® a la chica dentro y huy¨® del lugar. Tras dar varias vueltas con el coche por distintos lugares de la Costa, detuvo el veh¨ªculo en un lugar escondido, abri¨® el maletero, sac¨® a la chica, la cogi¨® en brazos y la coloc¨® en los asientos traseros del veh¨ªculo para aprovecharse.
Antes de llevar a Sonia hasta el paraje rocoso del t¨¦rmino municipal de Monda, a seis kil¨®metros de Co¨ªn, y enterrarla all¨ª bajo piedras, repiti¨® varias veces la agresi¨®n sexual, seg¨²n su testimonio.
Durante el interrogatorio, los investigadores preguntaron a King por las se?ales que Sonia ten¨ªa en el cuello y que revelaban que ¨¦sta hab¨ªa sido estrangulada. La respuesta de King fue extra?a. Seg¨²n ¨¦l, esas se?ales se produjeron cuando ¨¦l sac¨® del maletero a la chica para colocarla en el asiento trasero. Subray¨® que el cuello de la chica se enred¨® en "una goma" que llevaba en el maletero y que la se?ales se las pudo causar ¨¦l al sacarla y tirar de ella para llevarla a la parte trasera del coche sin percatarse de que ten¨ªa la goma enroscada en el cuello.
En ning¨²n momento King habla de que forcejease con Sonia tras el atropello. Seg¨²n ¨¦l, la chica qued¨® insconsciente y ¨¦l la introdujo en el maletero del coche. Un dato que pone en entredicho lo del forcejeo y que puede corroborar la versi¨®n de King es, seg¨²n han explicado a El PA?S fuentes cercanas a la investigaci¨®n, la ausencia de ara?azos en el cuerpo del presunto asesino. "No tiene ara?azos; ¨¦l refiri¨® dolor en una de las manos, pero no ara?azos", razonan estos medios.
De hecho, la muestra de ADN de King hallada en el cad¨¢ver de Sonia no procede de rasgu?os en el rostro que ella provocase al brit¨¢nico al defenderse. Seg¨²n estos medios, el ADN de King descubierto en el cad¨¢ver de Sonia procede de un min¨²sculo trozo de piel desprendido de un pliegue de una mano del presunto asesino. Esa muestra pudo quedar en el cuerpo de Sonia cuando King la meti¨® o la sac¨® del maletero del coche.
King se autodefini¨® como un enfermo, pero sus respuestas fueron fr¨ªas y, en general, carentes de gesticulaci¨®n. King rememor¨® que sus problemas sexuales vienen de su infancia en el Reino Unido, donde, seg¨²n admiti¨®, tuvo problemas con varias mujeres (cinco, seg¨²n los investigadores) a las que agredi¨® sexualmente y por lo que estuvo en c¨¢rcel del Reimo Unido. No obstante, insisti¨® en que tales delitos ya los hab¨ªa purgado en c¨¢rceles de su pa¨ªs de origen. El motivo de venirse a vivir a Espa?a fue porque se cas¨® con una compatriota suya que es de origen chileno y que ten¨ªa familiares en la Costa del Sol. En su declaraci¨®n, King no menciona en ning¨²n momento que, durante su infancia, una hermana suya hubiese sido violada y que ¨¦l m¨¢s tarde ajustase las cuentas a los autores.
King reconoci¨® en el interrogatorio, que ocupa algo m¨¢s de siete folios, que fue el autor de la muerte de Rocio Wanninkhof, el 9 de octubre de 1999. El cad¨¢ver de Roc¨ªo fue hallado un mes despu¨¦s en Los Altos del Rodeo (Marbella). A Wanninkhof, seg¨²n admite King, la mat¨® a cuchilladas tras perseguirla. En este caso no habla de un encuentro casual. El m¨®vil, tambi¨¦n fue sexual.
King tambi¨¦n confes¨® que hab¨ªa abusado de otras tres j¨®venes en tres lugares diferentes de la Costa del Sol, Mijas, Benalm¨¢dena y Torremolinos. Al menos una de las v¨ªctimas objeto de tales abusos ha sido ya identificada por los agentes de la Guardia Civil que llevan las pesquisas e incluso est¨¢ dispuesta a iniciar acciones contra King.
Uno de los motivos por los que el juez instructor de la muerte de Sonia Carabantes, Gonzalo Alonso, a¨²n mantiene el secreto del sumario es que sigue a la espera de que los investigadores le remitan los resultados de los an¨¢lisis efectuados en el veh¨ªculo, un Ford Fiesta blanco, que utiliz¨® King para transportar a Roc¨ªo Wanninkhof hasta el lugar en el que fue hallado su cad¨¢ver.
Tambi¨¦n est¨¢ a la espera de los resultados de las prendas y ropa interior que la Guardia Civil decomis¨® en la vivienda de King, en Alhaur¨ªn el Grande. Los agentes se llevaron abundante ropa interior, pero no hallaron ni prendas de las chicas asesinadas ni recortes de peri¨®dicos dando cuenta de los pormenores de la desaparici¨®n o hallazgo de los cuerpos de ambas j¨®venes, como es habitual en criminales con estas patolog¨ªas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.