Mentir es pecado mortal

Hace poco m¨¢s de cinco a?os que la Junta de Andaluc¨ªa asumi¨® las competencias en materia de Justicia. La provisi¨®n de medios materiales y personales al servicio de la Administraci¨®n de Justicia es la tarea, ingente desde luego, que tenemos como responsabilidad y tambi¨¦n como compromiso.

Durante este tiempo, nuestro presupuesto para Justicia se ha duplicado: de 114 millones de euros a 229 millones; se ha consolidado el plan inform¨¢tico Adriano, considerado por el Propio Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) como el m¨¢s completo y avanzado de todo el Estado; se est¨¢ ejecutando el Plan de Infraestructuras Judiciales, que dotar¨¢ de nuevas sedes a la pr¨¢ctica totalidad de los partidos judiciales andaluces; se ha extendido el Servicio de Asistencia Jur¨ªdica Gratuita a colectivos sensibles: violencia de g¨¦nero, menores, inmigrantes, reclusos, etc¨¦tera; se han creado Servicios de Atenci¨®n a V¨ªctimas de Delitos en todas las provincias y se han puesto en marcha los Institutos de Medicina Legal, respondiendo a un nuevo modelo profesional y moderno de la Medicina Forense, cuyo exponente m¨¢s cercano ha sido la actuaci¨®n ejemplar del Instituto de Medicina Legal de M¨¢laga.

En definitiva, podemos afirmar que la Junta de Andaluc¨ªa est¨¢ realizando un esfuerzo considerable, como respuesta a su compromiso, para conseguir que la Administraci¨®n de Justicia en Andaluc¨ªa tenga la consideraci¨®n de un servicio p¨²blico esencial.

Nuestro objetivo es conseguir que dicha Administraci¨®n, en el menor plazo de tiempo posible, sea reconocida por los ciudadanos como un servicio eficiente, moderno y eficaz. Aun siendo conscientes de que no es una tarea f¨¢cil, ya que en su gesti¨®n intervienen otras instituciones (CGPJ: gobierno de los jueces; Ministerio de Justicia: jueces, fiscales y secretarios, as¨ª como toda la normativa legal), circunstancia que deb¨ªa obligar a todas las instancias a un funcionamiento basado en el consenso y la colaboraci¨®n. As¨ª lo hemos entendido siempre desde la Junta de Andaluc¨ªa y nadie puede poner en duda, a estas alturas, que nuestro comportamiento ha sido siempre de la m¨¢xima lealtad institucional.

Han sido muchas e importantes las reformas legales que ha puesto en marcha el Ministerio de Justicia en los ¨²ltimos a?os (Ley de Menores, Ley de Enjuiciamiento Civil, Juicios R¨¢pidos...) sin que haya existido aportaci¨®n de medios econ¨®micos por su parte. Asimismo, se han creado casi 80 nuevos ¨®rganos judiciales en Andaluc¨ªa en este tiempo, sin que tampoco haya habido aportaci¨®n alguna, aun siendo una obligaci¨®n legal del ministerio y, lo que es a¨²n m¨¢s grave, sin que hayamos conseguido todav¨ªa proceder a la liquidaci¨®n de las transferencias desde el a?o 1997, a pesar de las m¨²ltiples reclamaciones y reuniones mantenidas con este fin.

De nuevo parece surgir con descaro el lema de que "para Andaluc¨ªa, ni agua" y s¨ª ha aparecido, en cambio, una de las mayores tropel¨ªas que se han podido escuchar en los ¨²ltimos tiempos: la Junta de Andaluc¨ªa tiene la culpa del mal funcionamiento y de la cadena de errores, que por desgracia, se han dado en los casos de asesinato de Mijas y Co¨ªn. La mezquindad de semejante intervenci¨®n por parte del ministro de Justicia habla por s¨ª sola. La falta de lealtad y la cobard¨ªa deben haber nublado la clarividencia de arraigada conciencia ¨¦tica y religiosa. El se?or ministro, mejor que nadie, debe saber que mentir de manera tan grosera es pecado mortal.

Por nuestra parte, vamos a seguir trabajando responsablemente por la mejora de la Administraci¨®n de Justicia, sabiendo que a¨²n queda mucho trabajo por delante, y aun siendo conscientes de que no todo lo hacemos bien, intentado superarnos d¨ªa a d¨ªa y esforz¨¢ndonos, en lo que nos corresponde, para la consecuci¨®n de un servicio p¨²blico de Justicia a la altura de lo que nos demandan los ciudadanos andaluces

Jes¨²s Mar¨ªa Rodr¨ªguez Rom¨¢n es viceconsejero de Justicia y Administraci¨®n P¨²blica.