La Constituci¨®n, vista desde Andaluc¨ªa
La Conferencia Intergubernamental iniciada en Roma hace pocos d¨ªas debe aprobar la futura Constituci¨®n europea. Tiene un buen punto de partida, el proyecto elaborado durante el ¨²ltimo a?o por la Convenci¨®n Europea, integrada por representantes de los gobiernos, parlamentos nacionales, Parlamento Europeo y de la Comisi¨®n Europea.
Es el esfuerzo m¨¢s importante de impulso constitucional desde los tratados de Par¨ªs y de Roma, hace ahora medio siglo. Llega adem¨¢s en un momento especialmente oportuno, porque la ampliaci¨®n de la Uni¨®n Europea a veinticinco pa¨ªses a partir del 1 de mayo del a?o pr¨®ximo va a suponer un cambio sustancial en la orientaci¨®n y en el modo de funcionamiento de la vida de la Uni¨®n.
El proyecto de Constituci¨®n obliga a una definici¨®n m¨¢s clara de qu¨¦ hace cada uno, incluidas las regiones
Medir todas sus consecuencias es a¨²n prematuro, pero es evidente que las preocupaciones de la Uni¨®n, cu¨¢les son sus objetivos, pol¨ªticas e instrumentos, y c¨®mo son compartidos entre los Estados que la integran, las regiones y los ciudadanos, van a cambiar sustancialmente. Los retos en el desarrollo interno de la Uni¨®n as¨ª como sus prioridades geogr¨¢ficas se ver¨¢n alterados por unos nuevos Estados que van a hacer m¨¢s diversa la realidad econ¨®mica y social de la Uni¨®n, con niveles de renta per c¨¢pita muy inferiores a la media comunitaria actual, y a que tengamos unas fronteras mas all¨¢ de las hoy existentes en el centro y el este de Europa.
Por eso, el ejercicio de elaboraci¨®n de esta futura Constituci¨®n Europea, sobre la que est¨¢ previsto que nos pronunciemos los espa?oles mediante un refer¨¦ndum en junio del a?o pr¨®ximo, es un ejercicio pol¨ªtico de gran relevancia para Espa?a y tambi¨¦n lo es, por id¨¦ntico motivo, para Andaluc¨ªa.
D¨¦jenme desarrollar mi argumento en base a tres razones.
La primera, porque va a desarrollar un reparto competencial Uni¨®n Europea/Estado miembro/Regiones que ser¨¢ diferente del pasado y que constituir¨¢ la base del papel que deba desempe?ar cada uno de los actores institucionales en este siglo reci¨¦n iniciado.
La definici¨®n de las competencias de la Uni¨®n, las exclusivas de ¨¦sta, las compartidas con los Estados miembros y las llamadas competencias de apoyo, ser¨¢n otras tantas categor¨ªas de ¨¢mbito decisional en que deber¨¢ clarificarse en cada caso d¨®nde, cu¨¢ndo y c¨®mo se fija la posici¨®n de Espa?a. El proyecto de Constituci¨®n obliga, por tanto, a una definici¨®n m¨¢s clara de qu¨¦ hace cada uno, incluidas por tanto las regiones, y c¨®mo se ejercen las distintas competencias.
La segunda, porque el ejercicio de discusi¨®n de la Constituci¨®n, que deber¨ªa entrar en vigor en enero de 2006, es paralelo al otro gran debate de este periodo: las perspectivas financieras, esto es, la financiaci¨®n de la Uni¨®n a partir del a?o 2007.
Cu¨¢nto dinero se dedica al presupuesto de la Uni¨®n (medido en porcentaje sobre el PIB comunitario); c¨®mo se reparte entre las distintas r¨²bricas: agr¨ªcola, cohesi¨®n y dem¨¢s pol¨ªticas, y c¨®mo se financian los distintos objetivos de las pol¨ªticas de cohesi¨®n, entre ellos el llamado objetivo 1 en que se encuentra encuadrada Andaluc¨ªa, son temas hoy abiertos, en los que no se ha hecho sino iniciar la reflexi¨®n interna en la Comisi¨®n Europea de cara a los futuros presupuestos y que son importantes para el futuro de Andaluc¨ªa.
Tercera raz¨®n b¨¢sica, porque las nuevas fronteras de la Uni¨®n van a consolidar una realidad estable para las pr¨®ximas d¨¦cadas, aunque pueda producirse alguna nueva incorporaci¨®n a la Uni¨®n. El nuevo concepto de pol¨ªtica de vecindad de la Uni¨®n ampliada, como integraci¨®n de las relaciones con nuestros socios estables, deber¨¢ incluir el di¨¢logo en todos los apartados: desarrollo econ¨®mico, emigraci¨®n, v¨ªnculos sociales y culturales. Andaluc¨ªa como frontera exterior de la Uni¨®n deber¨¢ continuarla y profundizarla con nuestros vecinos m¨¢s pr¨®ximos, como son los pa¨ªses del Magreb, y muy en particular Marruecos.
Una agenda que como puede verse est¨¢ llena de temas de calado, donde nos jugamos mucho y que, seg¨²n se oriente de uno u otro modo, puede influir decisivamente en el futuro de Andaluc¨ªa. Una agenda que mueve a la reflexi¨®n, al an¨¢lisis y a la respuesta, si queremos estar preparados para esta nueva Uni¨®n Europea que se perfila, tan diferente de aquella en la que ingresamos en 1986.
En estas circunstancias, me parece especialmente oportuna la propuesta del presidente de la Junta de Andaluc¨ªa de iniciar un debate concreto sobre la reforma del Estatuto de Andaluc¨ªa, sus causas y sus implicaciones. Detr¨¢s del mismo aparecen bastantes de los temas a los que he hecho referencia y que son nuevos en el cuarto de siglo de nuestra experiencia auton¨®mica.
Esperemos que el debate pol¨ªtico sea fruct¨ªfero, y que la ret¨®rica y los debates est¨¦riles no ocupen el espacio de las propuestas y de las alternativas concretas. Pero tambi¨¦n, y ¨¦ste es un dato de partida a no olvidar, muchos de los temas apuntados rebasan el ¨¢mbito andaluz, lo que hace necesario e inevitable el debate sobre la reforma del Senado para hacer frente, entre otros, a algunos de los temas enunciados.
Si hemos sido capaces de dar el salto que supone la elaboraci¨®n de una Constituci¨®n Europea, c¨®mo no vamos a serlo despu¨¦s de 25 a?os para adaptar nuestra Constituci¨®n que tantos y tan buenos frutos ha dado, para adecuarla a la nueva realidad europea.
No es casualidad que la ¨²nica reforma de la Constituci¨®n Espa?ola de 1978 se produjera para reconocer el derecho de participaci¨®n electoral de los ciudadanos europeos residentes en Espa?a.
Ahora, de nuevo, Europa es una buena oportunidad, m¨¢s que una excusa, para hacer los deberes.
Luis Planas es director del Gabinete del Comisario europeo de Asuntos Econ¨®micos y Monetarios.
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