Falsedades
En la secci¨®n Cartas al Director (10 octubre de 2003), con el t¨ªtulo Las riquezas de Aguirre y firmada por In¨¦s Alberdi, se ha producido un caso que ser¨¢ sin ninguna duda motivo de estudio en las facultades de Ciencias de la Informaci¨®n y de Comunicaci¨®n e incluso en el M¨¢ster de Periodismo que imparte su diario.
Que un diario como EL PA?S se sirva de la firma y del amparo parlamentario de una diputada de la Asamblea de Madrid para publicar calumnias y falsedades bajo la cobertura de ser informaciones que han aparecido en una revista, replicadas por la cadena SER, abriendo todos los informativos de un d¨ªa y dedic¨¢ndole amplio espacio en otros dos programas de su parrilla, sin siquiera contrastar la informaci¨®n o, mucho menos, ponerse en contacto con los sujetos a los que se refiere esa informaci¨®n, parece fuera de las normas del periodismo y, desde luego, aun sin recordar de memoria, de las normas establecidas por su Libro de estilo.
En la "carta" en cuesti¨®n se remite a una informaci¨®n ajena, calumniosa y falsa, sin ninguna aportaci¨®n o comentario de la se?ora diputada, que tan s¨®lo presta su nombre para introducir y difundir una informaci¨®n de la que su diario no se ha hecho eco, por conocer la falsedad y las calumnias e injurias que contiene, tanto en lo referido a Esperanza Aguirre como a las personas, entre las que me encuentro, que el citado texto busca involucrar en su buen nombre y su profesionalidad. En mi caso concreto y como periodista, he pedido amparo al presidente de la Asociaci¨®n de la Prensa de Madrid, asociaci¨®n de la que soy miembro ininterrumpidamente los 22 ¨²ltimos a?os, de los 26 que llevo ejerciendo el periodismo, con la esperanza de que hechos as¨ª dejen de producirse. Para apostar por una idea o por un partido pol¨ªtico no puede valer todo. Tendr¨ªa que ser suficiente destacar los aspectos que tanto su diario como la se?ora diputada consideren que son atractivos para sus lectores o para sus electores. Pero siempre con respeto a la verdad. Y mucho m¨¢s, cuando ¨¦sta se conoce.
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