Millones de botellas por descorchar

De dimensiones y cifras colosales -seis millones de botellas de vino, m¨¢s de 70.000 barricas de roble, 44.000 metros de bodega subterr¨¢nea que se incrusta en un cerro del Ebro- se completan con el placer y la emoci¨®n de la buena arquitectura. Ignacio Quemada (Logro?o, 1963), disc¨ªpulo de Rafael Moneo, firma el proyecto de la mayor nave de crianza de Espa?a para Bodegas y Bebidas, empresa filial de Allied & Domecq. Esta compa?¨ªa internacional (productora de Ballantine's y Beefeater) ha contado con un privilegiado vi?edo-mirador de un centenar de hect¨¢reas en La Rad de Santa Cruz, a dos kil¨®metros de Logro?o. La construcci¨®n de la bodega Juan Alcorta, reci¨¦n abierta al p¨²blico, ha supuesto una inversi¨®n de 39 millones de euros, y en ella se elaboran Vi?a Alcorta (3,6 millones de botellas anuales) y Marqu¨¦s de Villamagna desde unos principios de "calidad en la clasificaci¨®n y tratamiento de la uva y respeto al entorno", explica Pedro Oyarzabal, presidente de Bodegas y Bebidas.

Adem¨¢s de Juan Alcorta, otra bodega de esta empresa, Ysios, del a?o 2000, proyectada por Santiago Calatrava en Laguardia, se ha convertido en un apetecible reclamo tur¨ªstico. Visitar las dos supone un agradable recorrido entre Logro?o y Laguardia, en la vecina ?lava, una veintena de kil¨®metros donde las lomas ondulantes de los vi?edos, la vega y los cerros oscilan entre el verde y los ocres rabiosos.

La bodega de Quemada, con sus contundentes y a la vez delicadas transgresiones de escala, acaba de obtener el Premio de Arquitectura de la Red de Grandes Capitales del Vino, y lleva camino de convertirse en uno de los polos de atracci¨®n tur¨ªstica de Logro?o (en septiembre y lo que va de octubre ha recibido m¨¢s de 1.200 visitantes). La entrada cuesta tres euros (con cata incluida) y ofrece la posibilidad de un recorrido guiado que no decepciona en su combinaci¨®n de aspectos educativos, tecnol¨®gicos y est¨¦ticos: las cuatro tolvas de recepci¨®n de la uva, los 327 dep¨®sitos de acero, las barricas, el botellero y la l¨ªnea de embotellado.

Arriba del cerro, a cien metros sobre el valle del Ebro, la panor¨¢mica abarca las sierras de la Demanda y Cameros y all¨¢ al fondo Laguardia, destino de la ruta. Desde el edificio social, ¨²nico elemento al nivel del vi?edo y que cuenta con tienda, restaurante y unas terrazas sombreadas por unos airosos voladizos calados de madera de cedro, se accede a la construcci¨®n subterr¨¢nea a trav¨¦s de una puerta de roble de 4,5 metros de altura. Un escenogr¨¢fico paso hacia el territorio de penumbra (la gran nave de crianza en barricas flanqueada por el botellero), que constituye el elemento compositivo m¨¢s depurado.

Los criterios industriales de almacenamiento se ampl¨ªan aqu¨ª est¨¦ticamente con las diagonales de columnas y el juego geom¨¦trico del botellero y sus imponentes jaulones de cinco alturas. En otra zona de la bodega, algunos de los dep¨®sitos llegan a los 12 metros y tienen capacidad para medio mill¨®n de litros. Artesanos de Ciudad Real tuvieron que construirlos in situ por la imposibilidad de transportarlos.

Serena y horizontal

Quemada ha afrontado estas dimensiones en busca de "una atm¨®sfera serena y horizontal", a trav¨¦s de la ordenaci¨®n de los dep¨®sitos, el ritmo estructural de prefabricados y columnas, la iluminaci¨®n y los colores grises, rojizos y terrosos. Ha cuidado al detalle las escaleras de acceso, el dise?o del muelle de carga (con voladizos de hasta siete metros) y la hermosa fachada norte, construida con las mismas piezas de hormig¨®n prefabricado de las cubiertas. Esas marcas horizontales recorren toda la bodega y quedan al descubierto en una franja que se asoma al Ebro y que pasa a formar parte de la pared vertical del cerro. Una l¨ªnea que desde el coche, camino de Laguardia, se divisa en la lejan¨ªa convertida en una pieza de land-art: el hormig¨®n tintado en un tono terroso manchado y transformado por el agua y el viento en un proceso de acercamiento a la naturaleza.

Bordeando el Ebro, atravesando vi?edos oto?ales que ahora llegan a su mejor momento, y divisando la sierra cuya l¨ªnea dibuja a un le¨®n dormido, aparece Laguardia. A escala m¨¢s ¨ªntima, la bodega levantada por Santiago Calatrava en esta localidad alavesa se afirma a trav¨¦s de l¨ªneas melodiosas y de efectos-sorpresa. Visitarla puede ser un buen principio antes de alcanzar el sosiego de piedra del pueblo en lo alto del cerro. Ligado al vino y a la tierra, su historia se enriquece as¨ª con la aportaci¨®n de este popular creador contempor¨¢neo.

- Bodegas Juan Alcorta (941 27 99 00). Camino de la Puebla, 50. La Rad de Santa Cruz, Logro?o. e-mail: info@byb.es. Horario de visitas: de lunes a viernes, a las 11.00 13.00 y 16.00 horas. S¨¢bados y domingos, a las 11.00 y a las 13.00, con cita previa. Tres euros (con cata incluida).

- Bodega Ysios (945 60 06 40). Camino de La Hoya, s/n. Laguardia (?lava). e-mail: info@byb.es. El mismo horario y precio que la anterior.